25. Despertar

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Moví mi cuerpo y tenia un fuerte dolor en mi espalda, mi boca estaba seca y la piel de mi hombro ardía. Abrí un poco los ojos y note claridad, estaba aturdida no recordaba bien donde estabas.

— ¿Estás bien? — su voz hizo que mi cabeza se volviera un remolino de recuerdo, de deseo, besos, gritos y miedo.

Abrí mucho mis ojos y no puedo ver nada, la luz me cegó y quise taparla con mi mano pero grité, sentí una fuerte dolor en mi brazo izquierdo.

— No te muevas, aun estas...

Sentí su tacto y mi cuerpo se estremeció, era electricidad que hizo que me apretara por completo de él. Lo miro, sus ojos angustiados me confunden.

Mire las sábanas manchadas de el rojo de la sangre que me hacía recordar que el miedo que sentía era por él, ¿es un asesino? ¿quería matarme?

Me parte asustada tocando mi pecho y saliendo lágrimas, por el dolor tan desgarrador que sentía en todo mi brazo.

— ¡No me toques! — le grito con la poca voz que me quedaba, el dolor era insoportable.

— Cariño debo hacerlo, debo curarte — dice con esa voz profunda con la que me engaño.

— ¡¡¡NO ME LLAMES CARIÑO!!! — lloro mientras me tiro al suelo, tocando a herida que el me hizo.

— Aude entiende...

— ¡ALEJATEEEEE...! — grito y veo como el da un paso atrás.

Me confunde tanto su rostro.

— Tuve que hacerlo, tenía que hacerlo por tí y por mí...

Me levanto y trato de buscar mi ropa, estaba envuelta en la sábana blanca que ahora estaba llena de mi sangre.

— Estas loco... — cierro mis ojos mientras aprieto mi herida, creo que morire por su culpa.

Nunca tuve miedo con el, nunca me negué.

¡Que estupida eres Aude, era algo que debistes dudar, sentir que no era bueno,  y caíste, eres estúpida — me dije, mientras mi manos palpaba mucho mas mi herida y me estremecí.

— Debo curarte, si no lo hago estarás muy mal y...

— ¿Eres un asesino? quieres matarme, casi me matas — digo entre lágrimas, mis ojos empañados no pueden verlo — ¿para que curarme, si solo quieres dañarme?. ¡¡¡Te odio!!!

— No...no puedes decir eso...Aude por favor — siento sus manos sujetarme y hago un esfuerzo para alejarme pero me tropiezo.

Él me toma por los brazos y luego me abraza.

— No digas que me odias — me susurra al oido mientras lloro — no sabes lo que dices, eres mia y soy tuyo, ahora somos uno, entiendelo.

Sollozo en sus brazos, no entiendo, parecen que son palabras dulces salir de un hombre que fue capaz de lastimarme asi, aun sangro, ¿sera que no lo ve?

Por un momento siento que en sus brazos estoy segura, ¿pero como? enloqueci? Claro que estoy loca, vine con el sin preguntar, si conocerlo y me lastimo. Me aparto.

— Quiero irme — digo y él me mira.

— Esta bien, pero ahora no podemos separarnos, me necesitas para estar bien — dice y niego con la cabeza.

— No quiero verte, ¿no entiendes? me lastimastes, sangro. ¿Eres un Vampiro acaso? ¿Por qué lo hiciste? — le exijo y me mira en silencio, parece molesto.

— No me compares con esos seres enfermos carentes de sentimientos — me da la espalda y recoge el resto de mi ropa.

Me la entrega.

— No soy un asesino, ni te traje aquí para dañarte — empieza de decir, parece indignado — no entiendes lo que paso, ok. Pero ahora no podemos estar lejos tu y yo, si estas mal yo también lo estaré, No entiende lo importante que eres ahora Aude. Lavate, te espero en la sala.

Tomó su franela y salio dejándome en la habitación. Mire la cama, esa donde había disfrutado entregarme a el. Solo de pensarlo vuelvo a sentir ese deseo loco y esa ganas de no negarle nada a Xder. Sonaba algo perverso y enfermo, lo deseaba sabiendo muy bien lo que me hizo.

Tome una pequeña ducha con agua tan fría que parecía hielo, mi herida dolía aun mas pero delante de él aguantaría, me hacia la fuerte, pero él sabia que no estaba bien.

— Debes dejar que te cure Aude, no esta bien que estes asi — dice mientras pone la camioneta en marcha — solo yo puedo hacerlo, cariño, solo yo, yo soy tu cura.

— Deje de hablarme así — le odio — deja de portarte como si te importara lo que me hicistes...estoy herida — le digo y muestro mi hombro.

Él lo mira y suspira.

— Toma — me da una franela ya que con el dolor no pude volver a ponerme la chaqueta — esto no lo usaras mas, se que fue de el, lo se por su olor.

Quita la chaqueta de mi regazo y la lanza tras la camioneta.

— Eres un demente ¿cierto?, ¿estas loco? Estoy aqui herida por tu culpa y ¿solo piensas en con quien estuve antes de ti? estas mal de la cabeza Xder Fleming, estas muy mal. — le grito.

Golpea el volante y me mira.

— ¿Deja de llamarme loco, Aude! — me grita y me sorprendo, abrazo mi cuerpo alejándome lo mas que pueda de el — lo siento, lo siento, — pasa sus manos por su cabello, parece arrepentido — no volveré a gritarte...maldición ¿porque esto es tan dificil? tenías que detenerte Dark, ¡esto es tu culpa!

Dice y no le entiendo, el resto del camino fue en silencio, solo mis sollozos y sus suspiros, era lo que acompañaba al sonido del motor de la camioneta.

La sorpresa es llegar al campus y ver con confusión lo que pasaba, gente llorando, autos de la policía, ambulancias y hasta los bomberos rodean el edificio de mi residencia.

— ¿Que mierdas? — lo escuche decir cuando él veía todo como yo, lleno de confusión.

— ¿Que mierdas? — lo escuche decir cuando él veía todo como yo, lleno de confusión

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