SOY SUYO

50. La manada de las Rosas

FRANCIS FLEMING 🐺🌹

Soy Francis Gramert, pero antes de ser lo que soy era una integrante de la mejor manada de lobos que ha podido existir, Sheri, me llamaban, aunque en nuestro lenguaje no tendría otro significado, solo era otra hembra más. Durante siglos solo mire de lejos lo que pasaba a mi alrededor, no tenía una edad suficiente para saber qué pasaba y que depara mi futuro, hasta que mi hermana Olix fue secuestrada por una manada que lideraba un gran lobo Alfa gris.

Se supone que nuestra manada solo se encargaba de cuidar y proteger lo más valioso que tenía nuestra la diosa Luna, su hijo.

Si, ella había tenido un hijo con sus facciones humanas, cabellos blancos y largos y su piel casi transparente y que en su frente tenía un cristal que le daba mucha sabiduría, nuestra manada solo se concón faba de criaturas poderosa con fuerza, sabiduría, destreza e intuición, todos nuestros regalos eran muy agudos, tanto, que nuestros poderes superan a los de los lobos Alfas, solo que no teníamos la habilidad de transformarnos como ellos, que se convertían en hombres lobos, solo éramos animales. Nuestro pelaje era de colores llamativos y en la oscuridad se volvía fluorescente, ya que nuestro espíritu mágico poseía cada hebra de nuestro pelo y se volvió sensible hasta en la oscuridad.

Vivíamos en la más alto de las montañas, para llegar hasta ahí deberían pasar por bosques, neblina y muchos caminos tormentosos, para que nunca pueda llegar nadie, ni nada, para nuestra Diosa, Ewen era su mayor y mejor joya, su espíritu tenía muchos habilidades y por eso debemos de proteger para que ninguna criatura lo utilizara para algún fin maligno.

Luego de nosotros estaban los Lobos Alfas, que eran los machos más poderosos y con mucho poder, ellos defienden territorios, lugares para que no llegaran hasta donde nosotros estábamos, ellos formaban sus manadas que eran sus familias, las hembras criaban de sus cachorros y así crecían, hasta ser muy numerosos, cada uno tenía un sector, y estos sectores eran regidos por Leyes de sangre, que no era más que defender con tu vida, tu familia y tu territorio, si algún Alfa ganaba el sector de otro, peleando hasta llegar al otro Alfa a la muerte, se quedaba con la manada y las tierras. Así algunos eran más poderosos que otros, porque poseían a más miembros y muchas tierras.

Por avaricia uno de ellos secuestró a una hembra de nuestra manada y la hizo suya, se dio cuenta que al hacerlos, perdía su forma de animal y se volvía algo parecido a los humanos, asi empezaron a nacer lobos poderosos, ya que poseían las habilidades de los Miembros Rosa y fuertes como los Alfas.

Esto se regó entre las manadas y empezaron a desaparecer nuestras hembras, pero las robaban siendo aún jóvenes porque tendrían más posibilidades de poblar los territorios.

Era aberrante porque éramos violadas y obligadas a solo servir para enmendar, cuando mi hermana fue secuestrada sabia que yo seria la próxima y quise irme, pero alguien llegó hasta Ewen y fue cuando nuestra Diosa quiso parar todo. Ella decidió que cada uno tendría su pareja, la cual al conocerse no querría conocer a nadie más, que tu otra mitad sería tu Mate y que complementará tus habilidades y fuerza, si es necesario para que no puedas envidiar a de alguien más. Que al tenerse uno al otro su conexión será eterna. Para ella eso mantendría a los Alfa tranquilos, y el resto de los miembros de las manadas también, pero decidió terminar con la vida de todos lo de mi manada de la rosas, porque así nadie más deseara sus poderes.

Mando a un grupo de sus mejores criaturas para matarnos, lo se, seria mas sencillo si ella lo hiciera, pero ella no podía acabar con sus propios hijos.

Antes que todo eso pasara ya yo estaba muy lejos, asustada y sin detenerme, corrí por bosques, acantilados, me adentre en aguas frías hasta ver sus ojos grises, así conocí a Luck, el lobo noctámbulo, que ahora se llama Héctor Fleming.

El cuido de mí, aun si saber que era yo, me protegió y conmigo huyó de su manada y de la masacre, por siglos vivimos escondidos y el me cuido como si fuera una mascota hasta que un día desperté en un cuerpo de mujer, no sabía porque eso me pasaba, hasta que vi su mirada y ahí fue que supe, que él y yo estábamos destinados, así como fui la única que sobrevivió de mi manada, asi como su camino se cruzó con el mío mientras huía, así la Diosa decidió que él y yo viviríamos juntos siempre.

Les dije que ella decidió que cada uno tenía su mate, eso decidió para nosotros, así fue que él y yo nos convertimos en Francis y Héctor Fleming, y luego de estar solos el y yo por suficiente tiempo, nació nuestra pequeña Aude. La cual permanecimos alejada de todo lo que tiene que ver con las manadas, los hombres lobos y la manada de las rosas.

Por años solo vivimos entre humanos aparentando serlo, usábamos canela y especies en nuestra ropa para evitar que nuestro olor llamará la atención de otros seres. Cuando la universidad aceptó a Aude, lo dudamos, pero ella estaba entusiasmada, creía que como nosotros, sus padres no teníamos estudios, por obvias razones que ella no conocía, Aude haría eso como si fuera un regalo para nosotros, pero en realidad el destino de nuestra hija la llevó hasta el lugar donde por años la alejamos.

El destino y la diosa Luna decidió.

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NOTAS DEL AUTOR

incluyo imágenes de la histeria de este capitulo, espere que les ayude un poco con la imaginación, he logrado hacer ,muchas imágenes que me han ayudado, y me sorprendo que así resulta mucho mas sencillo escribir cuando puedes ver lo que tu cabeza imagina. Espero les guste. Pronto vuelvo a actualizar 

Ewen