Aude Lois Grameth, estaba emocionada realizando su sueño y el de sus padres, ir a la universidad para ser una abogada prestigiosa.
Xder Fleming, es el más joven de los Alfas y estaba seguro que alguien quería que perdiera su manada.
El era el Alfa...
Camino con rapidez sabiendo que el lobo sigue mis pasos a una distancia larga, ha hecho esto los últimos días y siempre lo dejo pasar pero esta vez, me adentro a los jardines queriendo que se rinda, pero no lo hace. Las ramas de los árboles lo golpean y él continúa furioso cuando se quita las ramas de la cara y se soba el lugar donde es golpeado una y otra vez por mis amigos los árboles.
se tropezó y me miró mientras gruñe. no se da cuenta cuando entramos de lleno al jardín de las brujas, si, ese donde podemos vernos como son en realidad, ese que está ubicado detrás del edificio de la facultad de artes y que esconde muchos hechizos, cuando lo miro el libro parece aterrador, sus ojos brillan con un rojo sangre, así como su pelaje. me detengo y él gruñe. mostrando sus filosos colmillos, mi corazón casi se sale de mi pecho y no precisamente por miedo, si no por el deseo de sentir esos filosos dientes sacar mi sangre.
suspiro cuando sus fosas nasales se ensanchan y toma una gran exhalación, miro los ojos del lobo dilatarse y yo caigo arrodillado por el deseo que me hace sentir.
Eso es, deseo. ese inmenso lobo ha despertado lo más prohibido dentro de mi especie, es como abrir un franco de veneno y tomarlo sabiendo que morirse igual deseas caer muerta por el.
— Me embrujaste — gruñe el lobo sin dejar de mirarme, yo cierro mis ojos deleitándome con el sonido ronco de su voz, es como sentir algo parecido al éxtasis, y cuando los abro es porque siento el asiento del lobo despeinar mi cabello.
Sus cabeza la inclina como me inspeccionándome y sus ojos se dilatan-
— ¿Qué me has hecho? — la voz del lobo resuena como un susurro
— Nada — respondo y levanto mi mano, queriendo tocarlo.
él mira mi mano y gruñe.
Me detengo y lo miro.
— ¿Por qué no dejo de pensar en ti? — ́ pregunta con un tono de voz que denota dolor, más que duda.
— Tu... sabes mas de esto, ¿Cómo lo llaman usted? mate — mis palabras lo dejan sorprendido y se inclina hacia atrás para verme mejor, podría ver entre su hocico que sonríe y luego gruñe, aúlla y vuelve a gruñir mostrando sus colmillos, está molesto, confundido y todo eso lo siente mi corazón.
Se aleja y me observa de reojo y luego mientras mira sus garras.
— ¿Me puedes ver así? — pregunta desconcertado
— Así ¿como? — muestra sus garras — como un... lobo, un...
— Si — respondo y vuelve a valer sus garras y las aprieta como puños y sus manos sangran, luego lame sus heridas — ¿no me temes?
Niego con la cabeza, me mira sobre sus hombros, parece temeroso ahora.
— ¿Y tú? no me temes como soy en verdad? — pregunto mientras me siento en la hierba con las piernas cruzadas.
— Eres una bruja, ¿Por qué te temería? si puedo matarte solo con una... — levanta su garra y me mira, esta vez más confuso — ¿Sabes que no puede ser cierto? — habla con la mirada en la nada — no es permitido eso que dice.
No lo dice en sus palabras, pero se muy bien de lo que habla, no acepta el destino, no ahora.
— ¿Quieres matarme? — preguntó con cautela, siento como su corazón está tan agitado y confundido, lo entiendo, pasé años tratando de aceptar que esto pasaría, y desde que lo conocí es difícil cada día tener que negarme que nos atraemos. Somos imágenes, él me seguía y yo dejaba que lo hiciera, quizás para que se acostumbrara a mi y lo que soy.
— ¿Quieres que te mate? — gruñe con dolor, está aceptando que todo esta locura pasara.
Lo miro y me mira, el hechizo se acaba y puedo ver sus ojos verdes, verdes como todo lo que nos rodea.
— No podrías hacerlo — le digo y veo como llena sus pulmones de aire, y suspira frustrado.
— No, no podría hacerlo, porque solo pensarlo, bruja hermosa, siento que muero — sonrio y él sonrió también.
luego de una largo silencio entre los dos, de estar sentado a distancia uno del otro el habla:
— Ella quiere que lo mate — lo miro confundida, pero luego entiendo de qué me habla y de quien.— pero no puedo hacerlo — parece triste — Xder me salvo la vida y me dio la oportunidad que no hubiera tenido en mi otra manada, pero como soy un asesino, ella me pidió hacerlo.
Nos miramos y muerdo mi mejilla interna.
— ¿Por qué te lo pidió? por eso? todos al final han matado a alguien o no? — su boca me muestra una mueca de afirmación y veo cómo se arrastra hasta mi, quedando a centímetros de mi rostro.
— No soy soy un asesino, he traicionado y mentido, he estado con una mujer que no me pertenece, soy una basura, un lobo como yo debería morir, soy un peligro para cualquiera y mas para mi — toco su mejilla con mi mano y mi magia entra en él sus ojos brillan.
— Ahora le perteneces a un bruja, que también sabe mentir y ser mala — sonríe mientras sus ojos verdes brillan como luz.
— Hermosa bruja — gruñe en cuanto su boca choca con la mía, y aunque nunca he besado y no se como se hace, me dejo llevar, me siento experta y él se siente a algo malo y sabe tan bien.
¿Puede una bruja como yo convertirse en un ser malvado? porque deseo matar a esa que cree que tuvo la desfachatez de manipular lo que es mío, ahora este hermoso lobo rojo me pertenece? y me hace tener sentimientos egoístas, de celo y odio.
Esto que sentimos no se como llamarlo, no es el amor de los que dicen los humanos, lo que nos une es algo más fuerte y poderoso, algo que al final nos llevará a ambos al mismo destino, la muerte.
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