Aude Lois Grameth, estaba emocionada realizando su sueño y el de sus padres, ir a la universidad para ser una abogada prestigiosa.
Xder Fleming, es el más joven de los Alfas y estaba seguro que alguien quería que perdiera su manada.
El era el Alfa...
Tuve que hablar con Marine, se que no se quedara tranquila aun cuando le dije que eran cosas mías y que no debía estar metiéndose. No le gusto la forma en que se lo dije, pero ella es buena, sé que se preocupa porque hace muy bien su papel de beta, se preocupa por la chicas, por la casa y aun así por su pareja, Oscar la ama y hace cualquier cosa por ella.
Su inquietud crecía más una mañana en el desayuno cuando Helen y Gloria, dos chicas de la manada que vivían en la casa, hablaban de un grupo de su clase de derecho y nombraron a Aude, me ahogue con el jugo cuando escuche su nombre.
— ¿Qué tipo de clases tienes? — les pregunto y ambas me miran, Gloria es nueva en la manada, y es apenas de primer año y estoy seguro que tiene todas las materias con Aude.
Ambas me miran asustadas, creen que las llamaré la atención o algo así, lo de ser Alfa es que a veces creen que siempre estoy molesto y peleó con ellas. Las intimido.
— ¿Puedo ver tu teléfono? — digo y aun mas se asustan, — si Gloria, el tuyo — le digo y ella toma el teléfono y lo esconde.
— No hice nada malo Alfa, solo... — no se levanta.
— Entonces dale el celular — dice Marine quien se levanta de inmediato y se para a su lado para quitárselo.
— Solo mirare tus grupos — le digo para que esté tranquila, pero no lo hace, tiemblan sus manos cuando lo saca de su bolsillo y se lo entrega a Marine.
La rubia me lo acerca y se queda a mi lado.
— Siéntate — le ordeno, sé que también quiere saber porque de repente pedí el celular.
Abro el Whatsapp y veo algunos grupos y mensajes. Miró a Gloria nerviosa.
— ¿Cuál es el grupo del que hablabas? — le pregunto.
Ella mira a su compañera al lado.
— Solo quiero ver algo, ya te lo devolveré — le digo
— Iniciación al derecho, así se llama — dice, busco a los miembros y aparece mi mate, busco su chat privado y noto que nunca han hablado.
Sonrío sin notar que todos me miran. Creen que es algo malo. Pero solo necesito su número.
Saco mi celular y sabiendo que todo los que estan alrededor de la mesa me observan de manera curiosa, anotó su número y lo guardo en mi agenda.
— Toma — le digo — necesito que me envíes el horario de tus clases.
— Pero... — la miro.
— Hoy — le ordenó y me levanto. Escucho murmullos por la manera en que me porté, pero solo quiero estar a solas para ver sus fotos.
En mi estudio las miro, es hermosa, es bella, sus ojos.
¡Carajos! en verdad que deseo verla y tenerla.
Búscala, traela a nuestra casa — dice mi lobo, él también la añora.
Estuvimos tan cerca de ella. Olí su cabello, sentí su piel, cada hora que este lejos de ella es una tortura.
Alguien toca la puerta.
— ¿Alfa, puedo pasar? — me pregunta.
Es la voz de Hunter Gramert, el fue el encargado en la investigación de la muerte de Jharla, se que muchos creen que no estoy haciendo nada para encontrar quien la mató, su padre, mi padre me presionan. Yo también lo hago porque nadie me quita de la cabeza que quien la mato quiere joderme a mi y a mi manada.
¿Por qué?
Hay muchas razones, la primera es que muchos no me quieren como Alfa. Soy fuerte y no han podido ganarme en una pelea, me he enfrentado a la mayoría pero no han podido en contra de mi, y la otra razón son las estupidas y macabras leyes que aun seguiremos, done la sangre es lo más importante derramar, quiero cambiar eso y si soy el mas poderoso lo lograré.
Abro la puerta de mi despacho y lo dejó entra. El pertenece a mi manada y es investigador de la policía. El como nadie puede ser quien averigüe todo, nadie como alguien de tu propia familia, que le duele su muerte.
— Sé que tienes mucho qué hacer, así que vine rápido — dice y lo hago pasar.
— Podrías haber venido a desayunar — le sugiero y le muestro la silla para que se sienta. Yo hago lo mismo en la silla detrás del escritorio.
— Gracias — me dice y sonríe — extraño la comida de la casa.
Rie, Hunter tiene dos años que se fue de la casa, se graduó y presentó el examen para hacerse agente de policía y lo aceptaron.
— Ven cuando quiera y trae a Sophia — el último matrimonio que celebramos en la manada fue el de Hunter y Shofia, dos meses antes de la muerte de Jharla.
—Lo haremos — saca un sobre de su chaqueta — recuperé imágenes de las cámaras que según no servían del motel.
Tomo el sobre y miro las fotos.
— Son de varios días antes — insiste, y miró el cabello risado de Jharla en cada imagen.
— Fue muchas veces antes de...bueno de ese día — vuelvo a ver las imágenes.
— ¿Cómo hacía eso sin que yo lo supiera? — digo en voz baja.
— Aquí está el nombre de la hermana del encargado — me da un papel. — el hombre no lo consigo, luego que hablamos con él.
Hemos investigado por nuestra cuenta, ni la policía, ni ningún otro miembro sabe lo que hacemos. Solo que encontramos al encargado del motel y lo interrogarnos, pero habían cosas que no entendíamos, y cuando lo buscamos otra vez ya no estaba.
— Tengo casi todos los vídeos, son muchos — dice — se que el pendejo está en ellos — asiento mientras sigo mirando a mi querida Jharna yendo hacia su muerte.
Se que quien lo hizo la conocía muy bien, ella no se vería tanto con un desconocido, quizás se enamoró o encontró a su mate y no quería decirme.
— Sigue buscando, yo me encargo de esto — le digo sobre el papel con el nombre de la mujer.
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