Aude Lois Grameth, estaba emocionada realizando su sueño y el de sus padres, ir a la universidad para ser una abogada prestigiosa.
Xder Fleming, es el más joven de los Alfas y estaba seguro que alguien quería que perdiera su manada.
El era el Alfa...
— Tranquilizate Xder, ella esta bien — Sé que Oscar me lo dice para que me calme pero se puedo estar bien, cuando Aude esta herida en la casa.
— No puedo estar tranquilo hasta que la vea. Me voy por tres días y ¿ninguno puede cuidar de ella? ¡Que hermosa manada que tengo! no puedo confiarles nada, si quiera la segurida de su propia luna — me quejo, estoy realmente molesto con todos en la casa.
— ¿A ver Xder?, te vas y no dices a donde. Todos quedamos como a la deriva cuando haces eso — lo miro levantando las cejas.
— ¿Desde cuándo debo darles explicaciones de las mierdas que yo haga? Soy su Alfa y si viajo y me ausentó es por el bien de todos — no les diré que fui hacer, eso si era algo que debía hacer yo solo.
— Ok, eres el Alfa pero...
— ¡Callate y maneja Óscar!. Quiero llegar a ver a mi amada — suspiro de la desesperación siento que me ahogo.
— Hay otra cosa que no te he dicho — dice y lo miro.
— ¿Hay más?
— Mientras pasaba todo esto tu madre llegó a la casa — ¡MIERDA!
Con todo lo que está pasando tener a mamá en la casa no es lo mejor, y se porque vino, quiere conocer a Aude y tener mejor manera de criticarme.
¡Qué mierda es todo!
Cuando llegamos no dejó que la camioneta se pare y salgo disparado, lo primero que veo es que en la sala todos están asustados.
— Está en la habitación — me dice Marine y asiento.
— ¿Dónde está Andree? — pregunto y el rubio se levanta de uno de los sofá.
— Aquí Alfa — Andree es estudiante de medicina, no es el único pero sí el más avanzado, el ayuda siempre con las heridas que se nos hacen difíciles de curar con rapidez.
— Necesito analgésicos y tranquilizantes inyectables para ponerle — él asienta — sube cuando los tengas.
Lo veo ir donde guardamos nuestro botiquín y medicinas, empiezo a subir cuando alguien me llama.
— Alfa, por favor, necesitas saber algo — dos de los chicos me miran muy preocupados. Héctor y Greg, son parte de la seguridad dentro de la casa.
— Dime — los miro. Ambos se miran y luego a mi — ¡hablen que no tengo paciencia!
— Tenemos a Yurli encerrada en una habitación — habla Hector.
— Tenía esto — Greg me da un bolsa plástica que al abrir el olor hizo que mi lobo se inquietara.
Era precipitador, se usaba mucho cuando no podías llegar a transformarte, pero se comprobó que alteraba el comportamiento y por eso muchos dejaron de usarlo, por lo que hacía a los lobos y era creado por los hechiceros para derrocar a las manadas y robar sus crías para hacer experimentos, es ilegal para nuestra especie.
— Ella venía de ahí — Héctor señala el lado de las escaleras que va hacia mi habitación y la de Aude.
¿Quien se lo dio a Yurli y porque lo usó?
Por lo menos ya tengo idea de lo que le paso a Aude, fue que el precipitador la afectó y se transformó, como seguro fue su primera vez no pudo controlarse y con lo que hace eso empeoro todo.
Suspiro.
— ¿Ha dicho algo? — ambos negaron con la cabeza — mantenerla ahí hasta que le decida que hacer con ella.
Ellos asientan y veo a Andree acercarse.
— Vamos Andree — le digo y me sigue, llego frente a la puerta y al abrirla lo primero que veo son los ojos de mi madre.
Aguanto la respiración al ver a Aude amarrada de la cama.
— ¿Quién carajos hizo esto? — digo molesto, el rostro de Aude lo tapa sus cabellos, la escucho sollozar.
— Fui yo — dice mi madre y la miro.
— No tenías que hacerlo — la acuso.
— Estaba incontrolable. Parecía que fuera su primera vez.
No respondí nada, le pido a Andree que me ayude a desatar sus pies y yo lo hago con sus manos, cuando toco su brazo izquierdo grita. Su hombro estaba fuera de su lugar.
— Ya cariño, te dolerá un poco pero te lo arreglaremos — le digo y la ayudo a sentarse y toco su hombro, tomo su brazo y ella se queja — te dolerá, aguanta — le digo y con la ayuda de Andrée le acomode el hombro y entre sus gritos logramos inyectar el calmante y el analgesico.
La abrazo mientras solloza.
— Lo...siento Xder — susurra y beso su frente sin dejar de abrazarla.
— No paso nada cariño — acaricio su cabello que esta húmedo por sudor igual que su rostro.
Su cuerpo tiene espasmos que se que son por culpa del precipitador, su cuerpo no está acostumbrado a transformarse, no se acostumbra a que sus músculos se hinchen y sus huesos crezcan. Aude es pequeña y seguro sufrió mucho mientras eso pasaba.
Cuando sentí su respiración relajada la dejé sobre las almohadas y besé su boca. Limpio el sudor de su rostro y me levanté.
— No se que haces aquí — le digo a mi madre molesto. No tenía porque amarrarla como si fuera un animal.
Ella empujó su silla hasta salir de la habitación de Aude y me siguió hasta la mía.
— ¿Me puedes decir lo que pasó? — me pregunta mientras me quito la camisa.
— Como ves, no estaba cuando pasó todo, así que no te podré responder — voy hasta el baño y lavo mi rostro. Mi mente no está tranquila, pienso en Aude, en Yurli, hasta en mi madre que ahora me mira con miles de dudas en sus ojos.
— ¿Por qué me miras así? — le pregunto.
— Es la primera vez que esa chica se transforma ¿cierto? — la miro en silencio — ¿es humana? — no respondo — no me digas que es mestiza.
Suspiro y vuelvo a echar agua en mi rostro no quiero lidiar con esto ahora.
— Podrías dejarme solo, quiero tomar un baño — le pido y me mira en silencio.
— Me quedaré para la cena — dice eso y se marcha.
Yo, me siento a la orilla de la cama y apoyo mis codos sobre mis rodillas tapando mi rostro con mis manos.
No se que mas puede pasar que me complique todo.
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