15. Tensión

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Oscar se me acercó al notar que Aude está aquí y que no logro separar mis ojos de ella.

— Todos notarán esa tensión entre ustedes dos — lo miro.

— ¿Entre los dos? — pregunto curioso

— Es obvio que ella también es...

— ¿No crees que me rechace? — le pregunto tomando de  mi bebida, hoy no quiero alcohol, solo tomo una infusión de hierbas medicinales que me ayudan a mantenerme un poco tranquilo. He pensado en la posibilidad de que ella me rechace, eso me duele, me enloquece, podría pasar.

— Lo dudo — dijo él riendo — le gustas, pero creo que se incomoda que solo la  mires ¿Por qué no te acercas a ella?

— Ya te di mi razón, no te la repetiré — le recuerdo.

El levanta sus hombros.

— Pero yo tengo un gran problema Xder — me dice y lo miro — mi baby, esta sospechando que le miento.

Suspiro y veo a Marine, ella nos ve a ambos con los ojos entrecerrados, le sonrió.

— Dice que llego muy tarde de la universidad y muchas veces no logro buscarla luego a sus clases, como siempre. Cree que es alguien, pero no sabe que es ella, tu mate.

Le he pedido a Oscar que la siga en cuanto sale de sus prácticas de fútbol y de sus clases, sé que no puedo confiar en nadie más y eso me descontrola un poco. Pero cuando yo no puedo hacerlo lo hace Oscar por mí.

— ¿Trajiste lo que te pedí? — le pregunto, ya había pensado en que Marine sospecharía, por eso le pedí un transmisor para Aude, así podré saber donde esta.

— Lo tengo en el auto, voy por él — dice y veo como se aleja pero Marine lo detiene.

— ¡Marine! — la llamo y le hago señas a Oscar para que siga y busque lo que le pedí, no sé cómo haré para ponerlo en ella.

— Dime Xder — la rubia llega donde estoy.

— No estés molestando a Oscar, que yo le pedí un trabajo luego de clases y por eso tarda tanto — ella me mira en silencio.

— ¿Se vino a quejar contigo? — me dice y sonrío.

— Soy su Alfa, debe hacerlo, no puedes impedirle que cumpla las tareas que le pido — respondo con calma.

— ¿Es una chica? ¿lo estás encubriendo? — la miro y rio.

— Deja los estúpidos celos, que no estoy para andar arreglando la vida amorosa de mis amigos — digo y vuelvo a fijar mis ojos en ella.

— ¿Qué tienen las brujas? ¿Por qué las miras tanto? — dice de repente.

No note que me quedé en silencio mirando cada movimiento y la manera en que habla Aude.

— No son ellas — digo — son todos. Esto está demasiado tranquilo.

Ella asiente.

— No hay presencia de ningún Vampiro hasta ahora — me asegura.

— Aún es temprano.

— Si que lo es — dice y me doy cuenta que mi adorada mate entra a la casa, me da curiosidad saber a donde va; pero de repente me pone furioso  ver como un idiota mira su culo, cuando pasa por su lado.

Voy a matarlo — dice mi lobo, el cual está tan celoso como yo.

El idiota se me escapa, pero veo como ella sube las escaleras de la casa, ¿que carajos hace?

La miro perderse en la planta alta y cuando quise seguirla, Oscar llegó a mi, me entregó un paquete muy pequeño, era el transmisor.

— Síguela, está arriba — le pido y él lo hace, se que para él es imposible pasar desapercibido por lo inmenso que es su masa corporal.

Pero luego de esperar un rato la veo bajar, y hablar con alguien, va hacia la cocina y le hago señas a Oscar. Él la sigue y al rato sale con una cerveza.

— Solo quería una cerveza, se la dí — me dice y la veo por sobre su hombro, salió bebiendo de la cocina y salgo de la casa.

Camino hacia el jardín, este lugar lo conozco bien y se que en los jardines podría esconderme y vincular el transmisor con mi celular. Me escondo tras un árbol y lo hago, es rápido, solo escaneo el pequeño aparato y este inmediatamente se vincula a una aplicación que tiene mi celular, y puedo tener su señal, no sé como haré para ponérselo.

En ese instante la veo pasar a mi lado, ella no me ve y salgo de mi escondite, su cabello es cobrizo con reflejos rubios, lleva un short blanco que hace ver su piernas muy sexy y un blusón de tela suave que se pueda ver su moldeado cuerpo, y mientras la admiro y mi lobo gruñe deseoso, ella se voltea y tropieza conmigo.

Ese único contacto, ese pequeño contacto, ese primer contacto de mi cuerpo y su cuerpo fue como electricidad recorriéndome por cada órgano, cada célula y cada gota de sangre que posee mi cuerpo.

¿Ella se sentirá igual?

Bésala, tócala, es nuestra — dice mi lobo extasiado y desesperado de todo lo que nos hace sentir.

Me inclino hacia ella y miro su boca.

Que irresistible es — me digo casi sin aliento.

Sin embargo, mi yo racional, ese que no es animal reacciona y hago algo que no esperaba pero que debía hacer, por ella. Toco su lóbulo y colocó el transmisor en uno de los pendientes que guinda de su oreja.

— Deberías de alejarte de mí — le digo disfrutando del olor de su cabello y la piel de su cuello.

Es mejor estando tan cerca.— debo alejarme lo se y hacer que ella deje de seguirme, si no no podré mantenerla a salvo.

— ¡Aléjate! — digo y me voy sin mirar atrás, sé que si no lo hago no me resistiré más.

Tengo una lucha con mi lobo porque él se sentía feliz en tenerla seca.

No es justo, ella es mía tambien — me reclama y yo sigo caminando pero los gritos hace que mire hacia atrás de mi.

Había salido de la casa sin darme cuenta, y uno de los guardias me avisa que algo no está bien. El olor a vampiro no se puede esconder, no se como le hicieron pero entraron a la fiesta y ya estaban enloqueciendo el sitio.

— Tranquilo jefe nos encargaremos — me dicen los de seguridad, pero mi instinto animal y protector me hace entrar y buscarla, no puedo dejarla, debo protegerla yo mismo.


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