26. Sangre

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 Al bajar de la camioneta y corrí, solo escuchaba llantos a mi alrededor, un agente uniformado no me dejo pasar, tenía un mal presentimiento hasta que mire cómo sacaban un cuerpo cubierto con una manta blanca y una mano asomarse, los tatuajes en sus manos me decía quien era, Gretha, ¿Gretha estaba muerta?

Los gritos y llantos de Bee y de Helen hizo que volteara mi rostros hacia ellas, camine algo desorientada, el sol me golpeaba el rostro y sentí que me tambaleo, una mano me sostiene, era él. Me suelto y voy donde mis amigas. Las miro en silencio mientras mi rostro vuelve a llenarse de lágrimas, jamás creí que este día sería tan triste.

Ambas notan mi presencia y se sorprenden, luego lloran y me abrazan, Bee lastima mi hombro y me contraigo, lloran, gritan y yo comparto ese dolor que ellas sienten.

Gretha fue tan buena conmigo, excelente compañera y recuerdo cada noche cuando llegaba se acostaba a mi lado y abrazaba mi cintura.

— Tu cuerpo es tibio Aude, me gusta, me da calor y asi te protejo mejor — decía. Ella alegre y hasta sin su presencia en la habitación, me sentía acompañada por ella, su olor a esencias, su jabón de flores, esas cosas tan simples en ella se veía maravilloso, era única, así como los tatuajes de sus manos.

Ellas me dijeron que compartían sus tatuajes, pero ninguna se parecía, nunca les pregunté, porque siempre vi a las tres como algo único en este mundo, y una de ellas ahora ya no está.

— ¿Aude... Aude Grameth? — escucho que me llaman y vuelvo mi cara mientras limpio mis lagrimas con mi brazo — necesito que me acompañes — es la rectora — sígueme.

Eso hice y detrás de mí, venía el.

— ¿Fleming? ¿necesitas algo? — le pregunta ella la notar su presencia.

— Si, ella y yo estábamos juntos anoche, Aude es... mi luna — dice y yo lo miro confundida, no sé de qué habla, pero parece que la rectora si, por que me mira sorprendida y luego asintió hacia el.

— Entonces, acompáñame tú también. — camina al lado de la mujer mientras Xder sigue nuestros pasos.

El camino hubiera sido en silencio si no fuera por mis sollozos, ya no aguantaba la cabeza, el dolor en el brazo era aun mas insoportable, el clemente sol me perturba y hace que me sienta confundida. Miro a mi alrededor y las voces a lo lejos empiezo a escucharlas muy cerca, las abejas que no logro mirar, me molesta sus zumbido porque parecen que están dentro de mis oídos, es extraño, me siento mareada y cuando llegamos al edificio de la rectora me sostengo de una pared, sudo sin control.

— ¿Estas bien, Aude? — escucho como ecos en mi cabeza, no se quien me habla.

— Necesita algo de agua — escucho a otra persona hablar, no reconozco a nadie, son solo figuras difusas.

— Debo curate Aude, hablare con la rectora y nos iremos a la casa — su voz ronca y con ecos.

Cierro mis ojos y siento como algo fresco en mis labios, abro un poco y tomo con desesperación, mi garganta sigue seca aun después de tomarla toda.

— Xder, ¿que paso anoche?. ¿Porque...— la voz de la rectora se hace mas clara y mis pies son arrastrados, no se si camino por mi cuenta o me guían.

— Aude y yo salimos casi a media noche, rectora Gremerth, no sabemos nada. todo estaba tranquilo — el explica, yo  no logro hablar.

Siento su cuerpo pegado a mi.

— Debo cuidar a Aude — dice.

— Pero eso... ¿ella...esta bien?

— Solo es mi marca.

Apenas logro escucha su voz, todo a mi alrededor parece un sueño, mis parpados estan muy pesados.

— Estás bien cariño, lo estarás — escucho y cuando trato de divisar mis ojos ven borroso.

Mi respiración empieza a dificultar.

Todo estará bien, mi luna — esa voz ronca y profunda no es la de Xder, es de alguien mas lo se, pero esta en mi cabeza, la recuerdo, anoche...alguien mas estaba ahí con él.

Me sobresalto y al abrir los ojos lo veo bien.

— Llegamos a casa cariño, ¿puedes caminar? — su voz preocupada me llega a los oídos que zumban sin razon, me los tapo con las manos y siento como algo jala con dolor mi brazo, grito.

— Ya, ya estaras mejor — el me toma en sus brazos y me siento somnolienta, las aves cantas y las escucho como si estuvieran a mi lado, los pasos de Xder cada vez son mas ruidosos, mi brazo pierde su fuerza.

Escucho voces de muchos a la vez, los murmullos son como gritos en mis oido.

— No quiero escucharlos... — susurro

— Los mandare a callar a todos ahora... — levanto mi rostro y lo veo bien.

— Suéltame... — susurró y peleó contra el, no quiero que me toque.

EL posa mis pies en el piso y me baja de sus brazos, veo como todos me observa.

— ¿La habitación esta lista? — pregunta y yo estoy aturdida.

— Quiero...necesit...dormir — digo

— Yo la llevo Xder — escucho la voz de una mujer que se coloca a mi lado, el olor de su perfume es dulce. — ven conmigo. 

Toma mi mano y me guia, aun estoy algo confundida y mareada, pero logro subir.

— No quiero verte, — digo al sentir los pasos de Xder detrás de nosotras.

— Aude...

— Alejate... — susurro.

Siento que detiene sus pasos al yo entrar en una habitación tan blanca que me deja ciega.

— Aqui estaras bien — dice la chica que veo que su cabello brilla como oro.

Miro a mi alrededor y quiero acostarme en esa blanca cama, mis pies pesan.

— Quiero estar sola — le pido — por favor — ella asiente y camina hasta la puerta, ahí están esos ojos negros profundos del hombre que no deseo ver más.

¿Y que hago en su casa? ¿porque no pedi ayuda para que me alejaran de el?

No puedo pensar con la presión en la cabeza así que cierro la puerta delante de el.

— Aude necesito curarte — insite detrás de la puerta — aquí estaré, de aquí no me moveré.

Tomo aire y me quejo al sentir como el brazo casi no lo puedo mover, la herida muestra ya la sangre de un color muy oscuro. Toco la sangre y algo pasa en mi cabeza, imágenes y luces que me ciegan, llantos, gritos y sangre.

La oscuridad fue lo último que recuerdo.

La oscuridad fue lo último que recuerdo

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