CAPÍTULO 7

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ANNE

—¿Escuchaste lo que dije?—cuestionó el rubio quien tenía una ceja levantada esperando una respuesta de mi parte.

—S-sí—respondí.

—No, no formulé bien mi pregunta, es obvio que lo escuchaste, me refiero a que si entendiste lo que leí.

Negué con la cabeza, no había entendido más que una palabra en todo el rato, el ruso era muy difícil para mí.

—Estoy perdiendo mi tiempo aquí—suspiró— aunque, tengo una idea para motivarte a aprender ruso...—entornó sus ojos azules que me derretían peor que el sol al hielo—hagamos un trato, si tú mañana y en las siguientes clases pronuncias de manera correcta las palabras que te diga, te dejaré hacerme una pregunta que contestaré con honestidad.

Fue como música para mis oídos, esa era una propuesta que obviamente no iba a despreciar, iba a ganar el doble porque mientras aprendía ruso iba a poder hacerle preguntas al amargado con ojos bonitos, y no era algo estúpido pensar que mágicamente iba a pronunciar bien el ruso, sino que mi cuerpo era raro que para hacer algo bien necesitaba una motivación.

—Acepto—respondí dejando ver mi emoción.

—Lo que tengo que sacrificar sólo por hacer una actividad de caridad—dijo entre dientes.

—Ambos sabemos que eres una persona muy noble, Dori Toki

¿De dónde sacaste ese nuevo apodo,Anne?. A veces me sorprendes.

—No me llames así—reclamó—mi nombre...

—¿Ya me puedo ir?,tengo una clase a la que asistir— lo interrumpí.

—Sí, ya vete—respondió malhumorado, al parecer no le había gustado su nuevo apodo.

Me fui con una sonrisa triunfal en el rostro, había logrado ponerlo de mal humor.

Tomen tip, si no puedes conquistar al que te gusta... Hazlo enojar, de una u otra forma debes llamar su atención.

La clase a la que iba a ir era una clase extra que mostraba mi horario, semanas atrás no había ido, así que era mi primera clase.

La verdad detrás de mi nueva decisión para asistir fue que mi asesora Lara me obligó.

—Anne—escuché mi nombre y voltée encontrándome con mi asesora quien tenía cara de pocos amigos—te he estado buscando desde hace días, ¿Porqué no has asistido a tus clases?

—Y-yo si he asistido a todaaas mis clases—mentí, sabía que habían tres materias extras en mi horario pero aplicaba el "si las ignoro, no existen".

—No es verdad, no has asistido a ninguna de las extras. Hoy irás a la de modales—  iba a abrir la boca para protestar pero no me dejó— sin peros, irás sí o sí, ¿Entendido?

E-está bien, prometo que asistiré desde hoy.

—De acuerdo, que tengas buen día— volvió a su actitud serena de siempre y me dio una sonrisa de boca cerrada antes de girarse para seguir su camino.

¿No has tenido noticias de mi mamá?—pregunté antes de que alejara.

—Sí, gracias por recordarme, ella te mandó esto hace dos días—extendió un papel que tomé rápidamente con ilusión.

Gracias.

La carta de mi mamá decía que me extrañaba como nunca, y que estaba haciendo todo lo posible por sacarme de aquí para que fuera a la universidad. Repetía en su carta que me amaba mucho y que me cuidara mientras ella no estaba conmigo para hacerlo.

TÚ ME ROMPISTE PRIMERO [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora