CAPITULO 9

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Advertencia: Contenido +18, nadie toma esta advertencia como tal pero la pongo para los que tienen alma pura.

DORIAN

Joder, joder, joder.

Me dolía mucho la cabeza, llevaba años sin beber de esta manera, no debí hacerlo.

Quizá lo que necesitaba era quedarme un rato más en la cama. Pero no, ya tenía que levantarme por mucha resaca que tuviera.

Ni siquiera recordaba nada después de haber salido del bar, no sé cómo llegué a la cama ni lo que hice antes de dormir.

Maldita sea, no recordaba nada.

Me sentía totalmente jodido.

Reuní todas las fuerzas que tenía, y me levanté de la cama perezosamente, porque la resaca me había dejado con mucha sed y también hambre. No recuerdo haber comido nada en todo el día ayer. Ojalá Daniel se apiade de mí y me prepare algo para desayunar.

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Un grupo de mujeres que no reconocí me saludaron cuando pasé a su lado, las escuché llamar mi nombre pero no me detuve, hoy no estaba de buenas para escuchar lo de siempre.

Maldición, necesitaba algo de beber urgentemente.

Entré a la habitación y estaban todos desayunando, se giraron a verme esperando quizá una razón pero no dije nada, ya sabía lo que me dirían: Dorian, eres un idiota, ¿Acaso no piensas antes de actuar?.

Caminé hasta el enfriador y tomé lo primero que encontré.

Volví al comedor. Seguían observándome y eso no me estaba gustando, ¿Qué demonios les importaba mi vida?

Hubiera dicho algo pero otra cosa llamó mi atención.

La huroncito tenía la mirada fija en su plato, en ningún momento me miró, siempre que estaba cerca lo hacía, era raro.

Necesitaba que dijera algo.

¿Necesitar?, No, esa no era la palabra correcta para… sólo quería que dijera algo porque tartamudeaba y me gustaba burlarme de ella, sí, esa era la frase correcta.

— ¿A qué hora llegué anoche?— le pregunté mirándola para que entendiera que la pregunta era para ella, era algo obvio, pero siendo tan despistada pensaría que la pregunta era para cualquier otra persona.

— A la una de la madrugada— respondió pero mantenía la mirada fija en su plato aún.

— No recuerdo nada— eso sí la hizo levantar su cabeza pero en lugar de estar sonrojada como siempre, estaba…¿Desilusionada?

Pero,¿Porqué?, ¿Qué hice?

— ¿No hice nada malo antes de dormirme?

— N-no s-sólo t-te a-acostaste y-y te dormiste— respondió mientras sus mejillas se ruborizaban.

Asentí como respuesta.

Ya no dije nada más porque ya había logrado mi objetivo.

ANNE

No recordaba nada de lo que pasó ayer.

Soy una tonta, era obvio que no recordaría nada porque estaba borracho. Todo lo que había pasado fue bajo los influjos del alcohol, él en su sano juicio no haría nada como lo que hizo ayer.

— Sí quiero— respondí.

Acercó sus labios a mi oreja y susurró con voz ronca¿Quieres que te vuelva a besar?

TÚ ME ROMPISTE PRIMERO [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora