TÚ ME ROMPISTE PRIMERO [EN EDICIÓN]

CAPÍTULO 21

MARATÓN 1/2

ADVERTENCIAS: Escenas de violencia física y abuso sexual. Si este tipo de contenido te incómoda, no te preocupes, dejaré sólo un resumen pequeño de lo que pasó en el pie del capítulo.

«¿Alguna vez has imaginado qué se sentiría ser el protagonista de una historia de amor? … Pero antes de anhelar una historia perfecta, debes tener en cuenta que los villanos también forman parte del elenco.»
—

Anne Miller

6 meses después

ANNE

Mi vida ha sido como un tren que va hacia un lugar sin destino en concreto.

Ese viaje comenzó aquel día que me mandaron a estudiar a un internado a miles de kilómetros de mi casa. He ido de parada en parada sin detener mi camino, sin conocer un lugar fijo en el que permanecer.

Seis meses…

Seis meses han pasado tan rápido, tan fácil que se dice que han pasado casi 180 días… pero, para mí esa cantidad es el reflejo de los días de soledad, en los que mi único refugio han sido los libros y la universidad.

He sentido la verdadera soledad dentro de un departamento, en el que como sola y sin nadie que me reciba cuando llegue por las noches o que me acompañe a lugares nuevos.

Mi mamá decía que la soledad se debe disfrutar para hacer una introspección, pero ha pasado mucho tiempo, ya he aprendido que tal vez no todo es fantasía y que la realidad se basa en madurar y vivir pensando antes de actuar.

¿Cuándo dejaré de estar sola?

«Extrañar es el costo de los buenos recuerdos».

Sonrío al pensar en aquella frase, me hace recordar a mi madre, a Daniel, a Leo, a Carlos, Alex y… a Dorian.

Dorian…

He pensado mucho en él, como todos los días.

¿Porqué teníamos que vivir separados?

Estoy segura que él cumpliría su promesa de llegar conmigo el cinco de marzo, confío en él ciegamente, no sería capaz de olvidarme aún si pasaran muchos años.

Él me quería tanto como yo a él.

—«La vida es muy corta como para amarte sólo en una, prometo buscarte en la otra vida», William Shakespeare (1564-1616) — cité una de las frases célebres de el autor mientras escribía un poema para un concurso de la universidad.

Esbocé una sonrisita al recordar a mi Dorian. Cada vez faltaban menos días para que llegara.

Encendí la pantalla de mi móvil para verificar la fecha: 25 de febrero.

Un grito de emoción salió de mi garganta.

—Genial Anne, sólo faltan 7 días, una semana… 168 horas para que vuelvas a ver a tu Dori Toki— suspiré con ilusión.