La hija de Volkov. TERMINADA

18.

Volkov llega al hospital después de hablar con Horacio en su oficina, todavía quedaban unas horas para su quedada con el, así que hablaría con su hija hasta que fuera la hora de irse, cuando llega al pasillo de las habitaciones ve a Gustabo hablar por teléfono, se acerca a el y ve como este tapa el móvil y le sonríe.

- Ella nos ha hecho un resumen de todo ¿Cómo estás?

-No sabría que decirte la verdad ¿Esta sola?

-Sí, estamos Conway y yo pero el se ha ido hacer un recado que le ha mandado ella, ve hablar con ella, mi hermano esta al teléfono en un ataque de nervios.

-¿Que le pasa a Horacio? He hablado con el antes y estaba bien.

-Pues no me lo quiere contar, pero dije que tiene una cita con alguien y no sabe que ponerse.

-¿Una cita? ¿Suele ponerse así cada vez que tiene una o que?

-Uff, como se nota que no lo conoces.

Volkov ríe divertido al ver la cara de Gustabo y le da un leve toque en el hombro, para luego entrar a la habitación de su hija, no entendía porque no le decía que era con el, supongo que todavía no se lo querrá contar a nadie y que quiere ir despacio, supongo que luego hablará con el. Cuando entra a la habitación de Elena, la ve salir del baño y ambos se miran a los ojos.

-Oh, hola.

-Hola ¿Cómo estás?

-Mejor la verdad, el médico me ha dicho que en dos días me darán el alta, me quieren aquí todo el finde así que genial, aunque por mi pediría el alta.

-Bueno, ten paciencia, ya verás que los días pasan volando.

-Eso espero.

Volkov ayuda a Elena a subirse a la camilla y la arropa para sentarse en la camilla, le coge las manos mientras suspira.

-Lo siento, por haberte dejando sola tantos años, soy un padre horrible.

-Por favor no te disculpes y por supuesto no digas esas cosas porque no eres un padre horrible, eres un padre que no sabia que lo era hasta hace poco, un padre que ha sufrido mucho,  mira se que ella mujer nos ha jodido la vida a los dos, sobre todo a ti, pero no vamos a permitir que ella nos vuelva a pisotear. Lo importante aquí es que nos hemos reencontrado después de tanto tiempo, no dejes que ella te vuelva amargar. Eres mi padre y lo seguirás siendo siempre, te has perdido dieciocho años de mi vida, no me has visto dar mis primeros paso, mi primera palabra pero ¿Y qué? No pasa nada, porque me verás sufrir por amor, podrás llevarme al altar si algún día me caso e incluso ver a tus nietos, espera, estoy corriendo demasiado.

-La verdad es que si, eres joven para ser madre y yo todavía me estoy haciendo a la idea de que soy padre, no me atosigues.

Ambos ríe divertidos y se abrazan cariñosamente, Elena no puede contener las lagrimas y acaba llorando en los brazos de su padre y este la mira preocupado.

-Lo que quiero decir...Es que ahora merecemos ser felices los dos, llevo años buscándote y ahora que te tengo aquí estoy muy feliz, esa mujer va a pagar por todo lo que hemos sufrido, por su puñetera obsesión de estar contigo...Bebía mucho, se llevaba hombres a casa para tener sexo, estando yo allí...No se que vio Martín en Kendra pero estaba claro que nada bueno.

-Martín era tu padrastro ¿No?

-Sí, bueno es complicado de explicar pero digamos que el me saco del orfanato donde me habia abandonado Kendra y me estuvo ayudando hasta que falleció debido a un cáncer. Soy de Canadá y después de quedarme sola estuve vagabundeando durante un tiempo hasta que me tope con una pista de que mi padre estaría en Los Santos, así que me metí en el maletero del avión, no tenia dinero para un billete y esto no lo sabe nadie pero tiempo después me tope con que Martín tenía un pequeño testamento y que solo estaba yo en el, todavia no he ido a verlo porque tengo miedo de lo que pueda ser...El no tenia familia solo me tenía a mi y nunca mostraba sus cosas personales, no se absolutamente nada sobre el y tampoco quise preguntarle.