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Se sentía un poco mal por pensar que debía defenderse de los Mugiwaras, sabía que no podía creer en todo lo que salía en el periódico, pero aún así tuvo miedo de ellos y resultaron ser buenas personas, algo excéntricas y raras, pero buenas personas, exceptuando al espadachín, aunque no lo podía clasificar como mala persona más bien como un desagradable arrogante.

Ahora que se encontraba sana, quería ayudar a la tripulación de alguna forma, así que bajo a donde sabía que podía encontrar al Cyborg, de entre todos creía que podía serle mas útil al carpintero.

- Hola Franky-san - Se asomó por la puerta -

- ¡Hermana Shiho-san! - Grito emocionado - Dejaste de destruir el barco - Sonrió -

- Solo le estaba dando una lección al espadachín de cuarta que tienen - Se cruzó de brazos molesta -

- Espadachín de cuarta, se suuuper enojara si te escucha - Río el Cyborg logrando una sonrisa en la peliceleste -

- ¿Necesitas que te ayude en algo? - Se acercó a él -

- No lo creo Shiho-san, ahora solo estoy planeando una suuuuuper nueva arma - Levanto su pulgar -

- Oh - Se detuvo a medio camino - Bueno si necesitas quitarle el peso a algunas cosas me avisas - Le volvió a sonreír y se retiró del lugar -

Volvió a la cubierta sintiéndose inútil, no era buena cocinando así que no podía ser de ayuda para Sanji-kun, y aunque podía navegar por el nuevo mundo, no era nada en comparación con Nami-san.

- Shoshi quiero disfrazarme - Luffy se acercó a ella feliz -

- Shiho

- No, yo soy Luffy - Se hurgo la nariz - Tu eres Shoshi ¿No te sabes tu nombre?

La mujer lo miro armándose de paciencia, no era algo característico en ella, así que debía usar mucha fuerza de voluntad para no darle un golpe en la cabeza al pelinegro.

- ¿Por qué te quieres disfrazar Luffy?

- Estoy aburrido, Nami aún no nos lleva a la siguiente isla - Se colgó del cuello de la chica -

- ¿Sabes que ella no puede materializar una isla, cierto? - Retiró las manos de Luffy de su cuello -

- Pero quiero divertirme - Hizo un puchero desde el suelo -

Sintió como era observada desde la puerta de la cocina, detrás de esta y de una manera muy mala, se estaba ocultando el pequeño reno, le sonrió pero este se escondió un poco más.

- ¿También quieres disfrazarte Chopper? - Soltó suavemente para no asustar al doctor -

Los ojos del pequeño reno brillaron con emoción y se acercó a ellos feliz, ella suspiro, quizá podría entretenerse con ellos un rato.

- Bien iré por mi bolso y vuelvo.

Ambos asintieron entusiasmados mientras se sentaban en el suelo a esperarla.

Ella fue hasta la enfermería y recogió la única pertenencia, además, de su ropa que llevaba consigo el día que el barco zarpó.

Era aún pequeño bolso bandolero, en el habían productos para poder lograr un disfraz perfecto, en su barco habían quedado sus pelucas y ropas, tendría que volver a armar un closet de cero para poder continuar trabajando.

Volvió a la cubierta, allí seguían sentados Chopper y Luffy, ahora también estaba Usopp esperando pacientemente.

- Bien les aviso que gran parte de mi arsenal quedó en mi barco, así que solo tengo algo de maquillaje y productos de efectos especiales - Se sentó en flor de loto frente a ellos -

- ¿Arsenal? - Usopp la miro asustado -

- Vestuario, pelucas y accesorios, tu sabes para entrar mejor en el personaje - Se encogió de hombros mientras buscaba en su bolso -

- Nami te comprará lo que necesites ¿Cierto Nami? - Grito Luffy observando a su navegante -

La colorina estaba tomando sol plácidamente, pero al escuchar a su capitán, volteo su cabeza bruscamente para verlo con molestia.

- Tu no sabes lo que cuesta tener dinero- Le grito enfadada - Tu solo sabes cómo gastarlo

- Tranquila Nami-san, me es fácil conseguir dinero - Con calma dejo las cosas que utilizaría en el suelo junto a ella -

- No lo digo por ti Shiho-chin - Se disculpo inmediatamente Nami - Es que ese cabeza hueca no piensa nunca nada bueno

- No hay problema - Sonrió -

Tomo con dulzura el rostro de Chopper y lo comenzó a maquillar, el doctor estaba fascinado con la acción de la peliceleste, uso varios de sus productos para transformar al renito, antes de comenzar con los detalles que darían forma al resultado final, le cerro los ojos suavemente a los otros dos.

- Mantengan sus ojos cerrados - Les ordenó con voz fría -

Y continuo su trabajo, estuvo un par de minutos pinceleando el rostro de Chopper, lo miro satisfecha y continuo con el capitán y el tirador.

- Listo - Utilizo un pañuelo para limpiar su pincel - Ya pueden abrir los ojos.

Los tres se miraron asombrados, y sus ojos pasaron a brillar con emoción, ella les acercó un espejo para que pudieran mirarse a sí mismos y luego de un grito de emoción, se levantaron felices y se comenzaron a perseguir.

- ¡¡¡Mira Sanji, ahora somos zombis!!! - Chopper paso corriendo por el lado del cocinero que venía saliendo de la cocina con una bandeja de comida -

- ¿Y eso? - Los miro extrañado -

- Shoshi nos disfrazó - Luffy paso persiguiendo a Chopper, y aprovecho de sacar algo de la bandeja de Sanji -

- ¡No es para ti! - Golpeó de una patada su cabeza - Es para las bellezas de este barco.

Se acercó a las chicas y les ofreció con corazones en los ojos, unos bocadillos de merienda, Shiho lo acepto sonriente y de un solo bocado se lo comió por completo y continuo ordenando sus cosas.

Se levanto del suelo y observo orgullosa sus creaciones, estaba feliz de haber aprendido el arte del disfraz, esa había sido una de las cosas que la había hecho sobrevivir.

Robar y pelear no bastaban para vivir en los barrios bajos de la isla a la que llegó a parar una vez que fue salvada por Fisher Tiger, así que comenzó a disfrazarse y estafar para poder conseguir dinero para alimentarse.

- Eres muy buena Camaleón-san - La felicito Robin -

- ¡Si, es genial! ¡Parecen zombis reales! - Nami miro con asco a los chicos que corrían por la cubierta - Si con un poco de cosas puedes hacer eso, al llegar a la próxima isla iremos a comprar más.

- Si, había pensado en hacer eso - Colgó su bolso en el hombro y se acercó a Sanji para coger otro bocadillo - Tu comida es muy buena Sanji-kun

- Gracias Shiho-san - Grito emocionado mientras bailaba feliz con corazones en sus ojos - Te prepararé la comida más deliciosa, una mujer tan bella como tú debe comer lo mejor.

Ella volvió a tomar otro bocadillo y tal como lo hizo con los otros dos se lo comió de un bocado, se encogió de hombros y se fue a la cubierta superior, le gustaba el olor de los árboles de mandarina.

Liberados - Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora