Los días transcurrieron con tranquilidad para el resto de la tripulación, buscando alguna isla donde parar y comprar suministros, nadie más había intentado convencer de quedarse a la peliceleste, después de lo que dijo en la cocina no la volvieron a presionar y le estaban dando su espacio para que pueda meditar y tomar una decisión. Pero Zoro estaba inquieto, quería estar con ella y darle la contención que sabia necesitaba, no era un imbécil él había leído entre líneas entendiendo lo que quiso decir, su vida había perdido sentido, y él no quería que pensara esas estupideces sola, así que a pesar de que todos habían acordado darle su espacio a la mujer, el siempre mantuvo su ojo sobre ella.
Cuando llegaron a la isla, su estómago se sintió pesado. Ella no les había dicho nada aun ¿Esto seria la despedida? No lo podía aceptar ¿Qué más debía hacer? Ella es una gran luchadora, si entrenaba con dedicación incluso podría aguantar más peso para no forzar tanto sus músculos y huesos. Se sintió un imbécil pensado en ella, es sus posibles entrenamientos y en cómo le podría afectar. Si ella no les había dicho nada en tanto tiempo, significaba que no planeaba quedarse con ellos después de todo.
Todos bajaron para recorrer el lugar o a encargarse de las compras y reposición de las cosas que se necesitaban en el barco, ella camino hasta el mercado sola, trato de alcanzarla antes de que se perdiera en la isla, pero no tuvo éxito, la mujer se escabullo rápidamente entre las personas del mercado, frunció su ceño molesto ¿Acaso no pensaba si quiera despedirse de ellos? ¿De él? Necesitaba alcohol recorriendo por su cuerpo, estaba molesto con la peliceleste ¿Por qué era tan terca? ¿De que tenia miedo? Luffy jamás permitiría que algo malo le pasara, ya se lo ha demostrado varias veces, además, estaba él, el nunca permitirá que la dañen de nuevo, ella merece ser feliz.
Se sentó en el bar que encontró después de caminar por bastante tiempo, parecía una isla hecha para turistas ¿Cómo era posible que no tuvieran ningún bar cerca de la zona mas visitada? Tuvo que recorrer por varias horas el lugar hasta que dio con este sitio, y eso fue gracias a su excelente olfato. Tomo directamente de la botella de sake que había pedido al llegar y se acomodo en el sillón. Mientras deambulaba en busca de alcohol, llego a la conclusión que, si Shiho quería ser miserable, que lo fuera, el no se opondría. Puede hacer y deshacer con su vida lo que se le pegue la gana, le encantaría que se quedase a su lado, pero no la obligaría a nada. Le dio otro trago a la botella ¿Desde cuando a el le importaban estas cosas? No tiene sentido su cabeza no funcionaba así antes de conocerla, la única mujer que rondaba en sus pensamientos era Kuina, y era por el hecho de cumplir la promesa que juraron antes de su muerte. Todas las mujeres que amo, ya sea por un motivo u otro, terminaban dejándolo, frunció su ceño molesto, por esa razón no le había dado cabida al amor en su vida, es una distracción a su objetivo final, cerro sus ojos y apoyo la botella fría en su frente, pero él sabía que al lado de Shiho podría cumplir fácilmente su objetivo, ella era la compañera que necesitaba a su lado.
Salió de la taberna a su quinta botella, ya había oscurecido, pero la vida en la ciudad no había menguado, incluso transitaban aun mas personas por la isla, en un ambiente bohemio y de fiesta, le gustaría estar celebrando al igual que ellos, pero en estos momentos solo sentía el amargo sabor de la decepción en su boca. Tomaron su brazo con fuerza y ladeo su cabeza molesto para observar a un irritado cocinero.
- ¿Qué pasa cocinero de mierda? – Se soltó con fuerza del agarre del rubio –
- ¿Cómo qué, qué pasa pedazo de imbécil? -Le grito furioso - ¿Sabes cuánto tiempo llevamos buscándote?
- No es mi culpa que el maldito bar quede casi en el otro extremo de la isla – Respondió serio –
- ¿Me estas tomando el pelo? – Se cruzo de brazos – Esta prácticamente al lado del puerto, no se porque no buscamos antes allí – Rodo los ojos –
- Entonces es su culpa – Sonrio feliz de ganar – Oi mierda – Sobo su cabeza justo donde el rubio lo había golpeado – Te voy a matar...
-Idiota – Calo su cigarro y volteo para caminar de regreso al barco – Vamos nos esperan en el Sunny.
- ¿Ya nos vamos? – Lo siguió de cerca –
- Aun no – Continuo unos pasos más en silencio – Zoro – Lo llamo, volteando levemente para verificar si aún estaba detrás de el –
- ¿Qué? -Contesto de mala gana –
- ¿Cómo lograste que alguien tan buena con Shiho-chin se fijara en ti?
- ¿Celoso? – Levanto su ceja complacido -
- Es que no entiendo - Ignoro por completo la burla en el peliverde y continuo - Eres un bruto la mayor parte del tiempo, pero con ella actúas totalmente diferente ¿Tienes doble personalidad? – Trato de molestarlo para sacar más información –
- Que te importa – Pateo una piedra – De todas maneras, nos dejara a todos, no tiene intenciones de quedarse – Observo el piso molesto –
- Ella solo lo estaba meditando – Apago su cigarro en el piso –
- Claro – Rodo sus ojos y recobro la postura al acercarse al barco - ¿Qué hacen todos en cubierta? – Paro confundido frente al sunny - ¿Luffy quiere un banquete?
- Te lo dije – Canturreo feliz al momento que pasaba a su lado para subir – Ella lo estaba meditando – Le mostró la lengua siguió subiendo por la escalera -
Miro incrédulo las luces encendidas en cubierta que se veían desde su posición en el puerto, sonrió de lado y subió al barco rápidamente, en el lugar ya estaba todo listo para el banquete, todos sus nakamas estaban allí, incluso la peliceleste quien a verlo llegar sonrió ampliamente, su corazón comenzó a latir desembocado ¿Era normal sentirse así? Era como si estuviese a punto de tener un ataque al corazón, pero no le podía importar menos su condición física, camino a paso rápido hasta la mujer y una vez que estuvo frente a ella puso ambas manos en sus mejillas y la observo a esos ojos bicolor que le encantaban, quería comprobar que lo que estaba pensando era real.
- ¿Te quedas? – Susurro solo para ella –
- Si.
No le importo que sus compañeros los estuvieran viendo, el simplemente cerrando su ojo estampo sus labios sobre los de la peliceleste, un pensamiento fugaz cruzo por su mente un segundo ¿Y si ella se quedaba, pero no quería nada con él? Pero la respuesta vino prácticamente seguida a la pregunta, la mujer correspondió su beso suavemente, dio por finalizado el beso a los pocos segundos con un casto piquito sobre sus labios.
- Eres un bruto.
- Y tú una estúpida – Junto sus frentes -
- Tan romántico – Lo golpeo suavemnte en el brazo –
- Tengo hambre – Grito Luffy – Quiero celebrar la union de mi nueva nakama – Alzo su jarro –
- Lo que el capitán mande.
- Si - Gritaron todos al unisono mientras juntaban sus jarras de alcohol-
- Bienvenida estúpida - La atrajo en un abrazo y acercó su boca a su oreja -
- Celebraremos como corresponde más tarde - Sonrió al notar la piel de ella erizarse y le dió un beso rápido antes de alejarse nuevamente-
Fin
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Liberados - Roronoa Zoro
FanfictionNo se puede escapar del pasado, tampoco se puede borrar, así que no le ha quedado otra opción que seguir su vida valorando cada día nuevo. Trataba de vivir una vida con bajo perfil, tranquila a pesar de hacerse a la mar, todo hasta que se encontró...