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Al lugar entraron Sanji, Usopp, Nami, Robin y Franky, estos ya venían con unos abrigos que los ocultaba por completo, al quitárselo quedaron con las ropas que usarían respectivamente en la ciudad.

- Wow están suuuuuper cambiados - Se impresiono el ciborg -

- Ustedes tampoco quedaron mal - Se levantó la peliceleste del piso -

Observó a sus amigos, le había dado instrucciones a Sanji de cómo usar los tintes y le había pedido que le trajera el maquillaje para terminar de camuflarlos.

- ¿Y Luffy? - El espadachín se sentó en el piso -

- Se fue por su cuenta - Respondió cansada Nami -

- Genial.

Esto se complicaba cada vez más, Mugiwara era conocido por ser impulsivo y tomar decisiones drásticas, no esperaba que siguiera el plan al pie de la letra, pero tampoco que se lanzará a la ciudad él solo.

Ella comenzó a arreglar a Nami y Robin, mientras Franky arreglaba el lugar con Usopp, esa sería su base por el momento, si volvían al barco los podrían pillar y de nada servirá el disfraz.

Nami ya había tinturado su cabello de negro, así que maquillo un poco su rostro cambiando luces y sombras para efectos visuales, y cubrió el tatuaje de su hombro, con Robin fue un poco difícil, la morena no podía cambiar el color de su cabello ni ojos, así que endureció los rasgos de su rostro con maquillaje y le puso una peluca de color rubio, sabía que la arqueóloga era una luchadora de distancia así que no tendría problemas con usar el accesorio.

Una vez que estuvo lista con las chicas, siguió con Sanji y Usopp, trenzo el cabello del moreno, pinto algunos tatuajes y le puso un parche negro sobre su ojo izquierdo, con Sanji fue un poco más fácil, él ya se había teñido el cabello marrón, así que ella simplemente lo peino diferente a lo usual, despejó su cara por completo y maquillo sus cejas para ocultar su característico remolino.

Todos habían quedado prácticamente irreconocibles, estaba satisfecha con su trabajo, ahora sería más fácil moverse por la isla.

- Este es un lugar horrible - Los miro preocupada - No pierdan de vista a su pareja.

- Sanji se mi pareja - Le suplicó de rodillas en el piso Usopp -

- Imbécil tenemos que proteger a nuestras hermosas compañeras - El cocinero lo pateó - Tu irás con Robin-chan si algo le pasa te mato.

- Gracias - Exclamó aliviado y se abrazó de las piernas de la morena -

- ¡Oye! - Le gritó Nami molesta - No suenes tan aliviado de no ir conmigo

- Pero si estoy aliviado - Se pasó una mano por la frente -

Recibió un golpe por parte de la navegante, Franky término de arreglar el lugar y encendió la luz, era un bar abandonado, así que les venía bien el espacio, había construido camas para los seis, y cerrado las ventanas con madera, reforzó la puerta e improvisó una cocina en la barra.

- ¡Quedó genial Franky! - Shiho palmeo su brazo -

- Gracias hermana Shiho-san

- ¿Qué le hiciste a Shiho-chin Marimo estúpido? - Gritó con furia el cocinero dispuesto a golpear al espadachín -

Ella volteo a ver al rubio en shock, Nami y Usopp estaban mirando su trasero con asombro, mientras Robin estaba usando sus poderes para detener a Sanji y Zoro, quienes estaban listos para pelear.

- No fue él - Mintió sin inmutarse - Si no nos comportamos como los demás esclavos, nos pueden castigar cualquier dueño - Recordó el latigazo que recibió por responderle a Zoro -

- Pero él te tenía que proteger – Continuó moviéndose Sanji de los brazos de Robin-

- No podemos llamar la atención, debemos mezclarnos con ellos y recopilar la mayor cantidad de información que podamos.

- ¿Qué han conseguido ustedes? - Robin los miro atenta -

Ambos compartieron miradas por micro segundos, su investigación no había sido tan buena en cuanto a lo informativo, ella inhaló profundo y miró a la morena tranquila.

- Fuimos a una casa de castigo y premio, un tipo nos llevó al lugar, en el subterráneo castigan a los esclavos y en el segundo piso los comparten como si fueran comida - Se abrazó a sí misma al recordar -

- Se puede tener más de un esclavo por persona, había un tipo que tenía al menos seis con él.

- Aún queda noche, deberíamos salir a investigar mas - Sanji encendió un cigarro -

Franky fue el primero en irse del lugar, el volvería a cuidar el barco junto con Chopper y Brook, decidieron salir en pareja a diferentes direcciones para abarcar más lugar.

Los primeros en irse fueron Sanji y Nami, al poco tiempo salieron Robin y Usopp, Shiho se puso el collar nuevamente y tomó su cadena para dársela a Zoro.

- Evita perderte por favor - Seguio al espadachín -

- Evita que te azoten - Le respondió sin voltear a verla -

- No me azotarían si tú no fueses un cabeza hueca.

- Eso no tiene sentido, te castigan porque eres una respondona.

- Me castigan porque vuelvo a ser esclava.

Se quedaron en silencio al entrar a la ciudad nuevamente, ella entró nuevamente en el papel que pensó había dejado atrás hace muchos años.

Zoro la paseo por las calles, al igual que el resto de las personas paseaban a sus esclavos, algunos tenían la mirada perdida, prácticamente realizando acciones en manera automática, no parecían humanos, ya no había esperanza dentro de ellos.

También se toparon con escenas como un intento de liberación por parte de un esclavo, pero a los minutos fue reducido por los guardias, tanto Zoro como Shiho quedaron estáticos en su lugar cuando la dueña usando su pistola, le dio fin a la vida del esclavo.

La peliceleste quería golpear a la mujer, sentía sus ojos escocer, estaba temblando de rabia, Zoro comenzó a tirar de su cadena para sacarla de allí, aunque tuvo que hacer bastante fuerza para que ella dejara la escena atrás.

Toda esta maldita ciudad estaba podrida, aunque durante el día fuese alegre y vistosa, no podía ocultar su putrefacta verdad nocturna, los ciudadanos eran unos seres despreciables que no merecían salvación.

Sabía que no estaba en sus manos el destino de las personas, pero le era imposible pensar con claridad, el odio nublaba su mente, los dolorosos recuerdos se mezclaban también en ese momento, no sabía si lograría ser tan valiente como Fisher Tiger.

Deseaba con todo su corazón que algún día este tipo de cosas dejará de pasar, que los dragones celestiales dejen de existir, que el gobierno mundial ya no permita la trata humana, que la marina intervenga de una vez por todas.

Observó su alrededor confundida, no se había dado cuenta cuando Zoro la había llevado a ese lugar, se encontraban en un sitio con varios árboles, volteo a ver sobre sus pasos, habían dejado la ciudad atrás por varios kilómetros ¿Cuánto había caminado sin darse cuenta?

- Me impresiona tu falta de orientación

Comentó completamente pasmada aun mirando lo lejana que se veía la ciudad desde donde estaban.

- Las calles cambian de lugar - Se cruzó de brazos -

- Claro y el mar es de sake - Rodó sus ojos-

Ambos se quedaron mirando la ciudad desde donde estaban, ella cerro sus ojos dándole espacio a su Haki, el dolor y sufrimiento erizaban su piel, frunció su ceño al sentir gente fuerte en el fondo de la ciudad, sabía que no eran los Mugiwaras por qué ya los tenía identificados, estás eran personas nuevas de las cuales debían cuidarse, probablemente eran quienes manejaban está mierda.

Liberados - Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora