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Luego de limpiarse y arreglarse la ropa en silencio, salieron de la habitación, Zoro liderando el camino, ella tenía su cabeza en un bucle lo ocurrido hace unos minutos, él lograba hacerle olvidar todo lo que estaba mal, por una parte, se sentía culpable por tener sexo en un lugar así, pero por otra, sabía que era lo único que evitaba que cayera en una crisis sin fin debido a los malos recuerdos que en momentos golpeaban su memoria.

Observó el edificio al que llegaron, ella lo recordo de inmediato era lugar donde ella y Nami compraron ropa el día de ayer, frunció el ceño confundida, el letrero ya no tenía el nombre de la tienda, ahora sobrepuesto había un cartel que solamente decía "Venta Nocturna"

Zoro entró al lugar, los dos se detuvieron apenas pusieron un pie dentro del recinto, por ambas paredes habían vitrinas con personas dentro de ellas, todas vestidas con poca ropa y encadenas al piso.

Un tipo grande y corpulento se acercó hasta Zoro y le sonrió confiado.

- ¿Se aburrió de esa basura? - Miro a Shiho con asco - Puedo conseguirle una nueva, sin uso y joven, por buen precio si deja en pago a la que tiene - Palmeo el hombro de Zoro-

¿Cómo era posible que hablaran así de liviano sobre la venta de personas? ¿Sin uso? ¿Joven? Los vellos de su nuca se erizaron de solo pensar en menores siendo abusadas.

- Me gusta la que tengo, pero quiero otra - Quitó con desprecio la mano del tipo de su hombro-

- Bien - Sacó unas llaves de su bolsillo - ¿Cuál le gusta? - Le mostró las vitrinas -

- Esa - Apuntó a una joven de estatura baja y cuerpo menudo -

- Esta acaba de llegar, ha hecho una excelente selección  - Le sonrio ampliamente mostrando todos sus dientes -

- Ya - Corto su palabrería tajante -

- La vestiremos para usted - Se acercó a la vitrina y sacó a la joven del lugar -

Unas empleadas se acercaron hasta Zoro y le indicaron esperar en un diván que estaba en el medio del lugar, junto a él habían frutas y sake.

Este se sentó y ella se quedó de pie frente a él ¿Debía arrodillarse igual que en el edificio de ayer? ¿Se tenía que quedar parada? Gritó al recibir un varillazo en la espalda, una de las empleadas la estaba mirando con desdén.

- ¿Qué esperas, basura? Sírvele a tu amo - Le indico con la vara las frutas y el sake -

Respiró profundo armándose de paciencia, esa noche estaba llegando a su límite, estaba harta de recibir golpes gratis, esperaba poder liberar a estas personas lo antes posible.

Tomó una fruta picada y se acercó a Zoro, este la miró fríamente, la tomó de la mano y la sentó en su regazo, sabía que estaban en el medio de una actuación, pero su cercanía aún le ponía los pelos de punta.

El abrió la boca para recibir la fruta y comió en silencio, le dio un par de bocados más y le acercó el sake a los labios, él inclinó su cabeza ligeramente hacia atrás para poder beber. Sin que la empleada se diera cuenta acarició con dulzura el lugar en su espalda donde había dado la varilla.

Contuvo la respiración, las manos callosas de él en su espalda, lograban hacer su cuerpo temblar y reaccionar de inmediato ante su tacto, deseaba que la tela de su bikini fuese mucho más gruesa para no revelar el notorio estado de sus pezones.

Dejó el sake en la mesa, aprovechando esa acción para alejarse un poco de él, tomó un poco de fruta y volvió a darle de comer en la boca.

El tipo apareció nuevamente al lugar con la joven vestida con una ropa parecida a la de Shiho, se acercó a ellos sonriente, ella se levantó de las piernas de Zoro y él se puso de pie.

Liberados - Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora