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- Smoker-san - Lo llamo Tashigi - Han encontrado el barco de los mugiwaras en el otro puerto cruzando la isla - Acomodo sus lentes - Ya mande a por ellos.

- No, lo hagas, algo me dice que vendrán por su cuenta - Frunció el ceño mirando el desastre en la plaza central - Mira este lugar, obviamente tiene que ser obra de Mugiwara esto - Boto el humo de sus puros molesto -

- Nuestros hombres ya están atendiendo a los heridos, han encontrado a casi toda la guardia local herida, al que no se puede ubicar aun es al alcalde Yamada Satoru - Le mostró una foto del hombre en cuestión - Además, con ayuda de la joven Kono-chin hemos podido dar con los locales y personas involucradas con la trafica de personas.

- Que suban a nuestro barco a los involucrados, denle prioridad de tratamiento medico a las personas sometidas en contra su voluntad, y que encuentren rápido al Alcalde de esta isla - Gruño molesto masajeando el tabique de su nariz -

- Señor - Su voz suave y tímida lo obligó a mirar a su izquierda -

- ¿Qué? - Volteo a verla frío -

- La mujer que me ayudó a escapar debe estar entre los esclavos, estoy segura que ella se está haciendo pasar por uno de ellos, si la encuentran quisiera hablar con ella, para agradecerle en persona - Sus ojos se llenaron de lágrimas -

- Joven Kono-chin haremos lo posible - Se acerco a ella Tashigi con una sonrisa suave - Gracias a ella y a ti, hemos podido desmantelar esta red de esclavitud.

- Tashigi...-La llamó con molestia teñida en su voz-

La joven marine volteo para atender el llamado de su superior, este se encontraba mirando al frente molesto con el ceño notoriamente fruncido, incluso apretando más de lo habitual su par de puros en su boca, llevo su vista hasta donde estaba mirando su capitán y trago fuerte, en dirección hacia ellos venían caminando tranquilamente los mugiwaras, el ciborg traía en sus brazos maniatado de pies y manos al alcalde de la isla.

- Humitos no sabia que estabas en la isla - El capitán de los mugiwaras se detuvo junto a sus nakamas a un par de metros de distancia de ellos -

- Considerando el desastre a mi alrededor imagine que estarías involucrado - Se cruzó de brazos - Deja al alcalde libre.

- No - También se cruzó de brazos - El lastimó a mi nakama, ella solo quería liberar a las personas de esta isla.

- ¿Ella? - Soltó la joven a un costado de Smoker - Disculpe señor pirata - Lo llamo educadamente - Su compañera tiene el cabello celeste, bueno ahora debería ser negro ya que se lo tinturo - Continuo nerviosa - Es bastante seria y maneja muy bien el maquillaje.

- Estas hablando de Shoshi - El castaño ladeo su cabeza mirándola confundido -

- Discúlpelo hermosa jovencita - La miro enamorado el rubio - ¿Por qué pregunta?

- Ella me salvó, fue ella quien me libero y así pude escapar, me encontré con la marina y los guie hasta aquí para ayudarla con su propósito, ella tomo mi ropa y se la puso, me dijo que lo hacía porque se lo debía a alguien, yo le debo mi libertad a ella, y me gustaría agradecer en persona - Sonrió emocionada al borde de las lágrimas -

- Ella es nuestra nakama - Confirmó el cocinero - Pero me temo mi hermosa lady que no podrás hablar con ella personalmente, pero no te preocupes, yo le haré saber de tu gratitud - Le sonrió -

- Tashigi - La llamó el vicealmirante - Llévate a la joven Kono-san de regreso al barco.

- Pero señor, los mugiwaras...

- Yo me encargo de ellos.

La pelinegra observó a su capitán con seriedad por unos segundos, pero desestimó seguir con la discusión, no saldría victoriosa después de todo, tomo el brazo suavemente de la joven Kono-chin y pese a la leve resistencia impuesta por la joven que quería seguir conversando con los piratas, se la llevó al barco.

- Franky.

El Ciborg ni siquiera tuvo que esperar el resto de la orden de su capitán, sabía perfectamente que era lo que quería, camino con seguridad con el hombre en sus brazos, aun seguía inconsciente después del golpe propinado por Luffy, paso por el lado de Smoker sin siquiera darle una mirada, luego lidiaría con el contraalmirante, ahora necesitaba deshacerse del maldito que hizo sufrir a su hermanita, el amor de la familia no era un juego para él, la mujer peliceleste se había convertido en su nakama le gustase a ella la idea a no, y él ya la consideraba parte de su familia,  la protegería como el hermano mayor que era, por eso estaba tan furioso con la escoria que llevaba en brazos, aquel hombre no podía considerarse a sí mismo familia de Shiho, la hizo sufrir pese a vociferar su amor por ella, un amor retorcido no merece perdón.

Lo dejo en la pileta, como si se tratase de basura, el agua mojo rápidamente su ropa y logró despertarlo, miró su entorno confundió pero pronto comprendió su situación, el ciborg lo miró con repugnancia, le dio un puñetazo que esta vez si logró fracturar su nariz, el moreno escupió sangre y lo miro desde abajo con rabia.

- No deberías ser llamado hombre - Soltó Franky - Ella merece mas que un loco como tu, por suerte tiene a toda una tripulación para defenderla, desde hoy yo seré el hermano que tu no pudiste ser.

Dicho esto, volteó y volvió a su lugar junto a sus compañeros, el marine no hizo nada para detener su paso, lo que resultó un cierto alivio no estaba de ánimos para pelear contra él, además, necesitaban llegar pronto al Sunny, debían salir pronto de esta isla, cruzó miradas con Sanji, con un leve asentimiento le dio a entender que el también pensaba lo mismo.

- Humitos ¿Cuento contigo? - Luffy dio un paso al frente alertando a sus amigos -

No querían que su capitán se enfrentará al contralmirante Smoker, querían llegar pronto al barco e irse de aquella isla, su compañera los necesitaba mucho más en estos momentos.

- ¿Me estás probando mugiwara?

- Sabia que podía confiar en ti humitos - Le sonrió ampliamente - Nos vemos - Se despidió con su mano y salió corriendo en dirección al barco -

- Tss

Se quejo el marine, observando como los muwigaras corrían de regreso a su barco, volteo a observar al alcalde de la isla, y frunció aun más su ceño, aquel sujeto era el causante de todo el sufrimiento en aquella isla, debió haber comprado con dinero a los marines que quizá se acercaron al lugar ¿Cómo era posible que durante tantos años logro mantener en secreto la trata de personas? Se acercó a él mirándolo con asco, muchas veces sentía que la palabra Justicia en su espalda no era más que un adorno para algunos marines, pero para él era una frase grabada con fuego en su piel, no podría dejar pasar esto ni por todo el berrie del mundo.

- Hasta aquí llegó tu sucio gobierno.

Liberados - Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora