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- ¿Aún no vuelven? - Se impaciento Nami -

- Quizá deberíamos ir a buscarlos - Chopper estaba aferrado a la pierna de la colorina -

- Deben estar buscando a Zoro-san - Tomo de su te Brook -

- Ahí viene Robin - Gritó Usopp viéndola con sus binoculares -

La morena venía caminando a paso rápido, subió con ayuda de Franky al Sunny y los miró seriamente por unos minutos.

- Cocinero-kun se quedó con Luffy buscando a Espadachín-kun - Se quitó el abrigo que traía puesto -

- ¿Y la hermana Shiho-san? - Franky recibió el abrigo de su nakama -

- Pensé que estaba con ustedes - Lo miro intranquila - Hay una situación inquietante en la ciudad - Aceptó el té de Brook -

- ¿Qué ocurre Robin?

...

El rubio estaba apoyado en la pared del edificio fumando su cigarro, y a su lado con el sombrero sombreándole los ojos estaba de brazos cruzados Luffy, ambos estaban absorbiendo la información que estaba delante de ellos, había oscurecido y la ciudad había cambiado. Esto era peor que en Sabaody, las personas paseaban con sus esclavos sin pudor, claramente era una ciudad del placer.

Estaban buscando a Zoro para volver al Sunny, cuando se les hizo tarde y descubrieron la cruda realidad de la isla, Sanji mando de vuelta a Robin al barco de inmediato, y la hubiera acompañado si no temiera más por las acciones de su capitán y del estúpido Marimo.

El peliverde estaba caminando entre las personas sintiendo asco de cada uno de ellos, no podía entender cómo es que existían este tipo de situaciones, como es que era legal esclavizar a las personas.

Se quedó observándola un buen rato, quería golpearla por ser tan imbécil, llevaba solo unas horas en la isla y ya la habían esclavizado, porque aún que llevará el cabello de otro color, él la reconocería en cualquier lado.

Se acercó a ella y levantó su katana dispuesto a cortar las cadenas que la ataban al pilar en el cual la tenían amarrada.

- No te atrevas - Soltó fríamente mientras lo miraba molesta -

- ¿Eres idiota? - Detuvo su katana a la mitad del trayecto - ¿Cómo te atraparon?

- No entenderías - Volteo su cabeza ignorándolo -

- Ilumíname con tu sabiduría por favor - Guardo su katana molesto -

Ella continúo mirando hacia otro lado, no quería que los Mugiwaras salieran damnificados por su plan suicida, pero el estúpido espadachín tenía que meterse.

Maldito metiche, lo maldijo internamente.

- Te llevaré de vuelta al barco, te guste o no - Posó su mano en su katana nuevamente -

- Mierda, sí que eres un metiche - Se quejó mirándolo molesta -

- Te estoy salvando, por segunda vez, por cierto.

- ¿Salvarme? ¿Tú? - Fingió una risa -

- ¿Caballero tiene algún problema con su mujer?

Un guardia estaba frente a ellos, tenía en sus manos una paleta de azotes de cuero, estaba mirando a Shiho con desagrado, dispuesto a castigarla por faltarle el respeto a su dueño.

Tanto ella como el peliverde quedaron estáticos en su lugar, sin poder emitir ninguna palabra por unos segundos, pero ella fue más rápida y se arrodilló bruscamente frente a Zoro.

- Lo siento señor, no me castigue por favor - Soltó sumisamente mientras se inclinaba lo suficientemente para que su frente tocará el piso -

- Le sugiero llevarla a la casa de castigo señor - Dicho eso se fue a patrullar a otro lado -

Ella levantó la cabeza y observó la espalda del guardia al alejarse, miró a Zoro y este la estaba mirando con los ojos entrecerrados.

- ¿Tú misma te has puesto en esta situación? - Se cruzó de brazos -

- Si - Se levantó de suelo -

- ¿Por qué?

- ¿Por qué? ¿Me ayudarás?

- Estás loca si piensas que dejaré que andes así por este lugar.

- ¿Así cómo? - Lo miro confundida -

- Ofreciéndote como esclava.

Ella lo observó un rato, no tenía un plan todavía para ayudar a los reales afectados, y probablemente sola no podría hacer nada, sabía que el peliverde era fuerte ¿Pero podría confiar en él para esta misión?

El espadachín cortó rápidamente la cadena que la mantenía fija en el pilar, y la cargó sobre su hombro sin darle tiempo siquiera a reclamar comenzó a caminar.

- Bájame ahora mismo - Golpeó con fuerza su espalda -

Se quedó en silencio al sentir la fuerte nalgada que le dio Zoro, sintió sus mejillas calentarse, iba a reclamar cuando vio a más guardias quedar detrás de ellos al pasar.

- Dobla a la derecha - Soltó fría -

Dobló a la izquierda, pateó el pecho de él y volvió a recibir una nalgada en el trasero, pero inmediatamente la bajo afirmándola fuertemente por los hombros.

- Puedes dejar de ser tan escandalosa - La zarandeo un poco - Me estás hartando.

- Deja de azotarme - Susurró avergonzada evitando su mirada -

- Agradece que soy yo y no uno de estos tipos asquerosos - Soltó mirando hacia otro lado de brazos cruzados levemente sonrojado -

Él tenía un punto, sabía cómo actuar y fingir sensualidad frente a los hombres y mujeres, pero no creía ser capaz de ir más allá de eso, y esta era una ciudad del placer, si seguía con esto sola debería hacer cosas para las cuales no estaba preparada.

- ¡Zoro! - Ambos voltearon al sentir los gritos de Luffy -

Shiho cerró sus ojos maldiciendo mentalmente, ya no había posibilidad de evitar que los Mugiwaras se metieran en esto, tanto el cocinero como el capitán al terminar de acercarse los miraron confundidos.

- ¿Qué le haces a esta pobre mujer Marimo estúpido? - Sanji levantó su pierna dispuesto a golpear a Zoro-

- ¿Qué te importa cocinero de pacotilla?

- Roronoa lidera el paso y sigue mis malditas instrucciones - Soltó molesta mientras le entregaba su cadena al peliverde-

- ¿Shiho-san? - Sanji la miro impactado -

- En silencio - Los reto con la mirada -

Zoro comenzó a caminar y ella se quedó detrás de él siendo tirada por las cadenas, los otros dos les siguieron el paso en silencio.

- Dobla al lado donde están tus katanas - Susurró -

- ¿Crees que no sé cuál es la izquierda? - Volteo su cabeza levemente para mirarla con fastidio -

- Solo dobla por favor - Rodó los ojos -

Le indico con peras y manzanas el camino hasta el lugar que había usado como refugio para ayudar a la chica anteriormente.

Zoro soltó las cadenas y ella caminó hasta donde había escondido sus cosas, aún seguían allí, volteo a ver a los tres Mugiwara s.

- ¿Por qué estás vestida como los esclavos? - Sanji estaba mirándola seriamente mientras fumaba su cigarro -

- ¿Shoshi eres tú? - Luffy se había sentado en el suelo -

- Si - Levantó su bolso y se lo pasó a Sanji - ¿Podrías cuidar esto por mi Sanji-kun?

- ¿Qué estás planeando? - El rubio dejó el bolso en el suelo - Si es lo que creo, no lo lograrás Shiho-san

- No los puedo dejar seguir viviendo así - Comenzó a impacientarse - Yo sé lo que es ser un esclavo, era pequeña, pero recuerdo cada maldito segundo de humillación y maltrato - Tocó sus nudillos magullados - Perdí a mi hermana por culpa de los dragones - Controlo su respiración para evitar llorar delante de ellos- Mi libertad se la debo a un hombre que no dudó en ayudarnos, estoy en deuda y es momento que salde eso.

- Shoshi - Luffy se puso de pie - Cuenta con nosotros ¡Liberaremos a las personas de esta ciudad!

Liberados - Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora