Capítulo 10

979 97 32
                                    


Ezequiel...

Luego de varios días decidí encender el teléfono. Inmediatamente se llenó de mensajes y llamadas de Susan, no sabia si abrirlo o no pero quería saber que me había escrito durante estos días de ausencia.

Vamos camino a la boda. Spencer está en volante, Samuel de copiloto y yo atrás como si fuera el hijo de una pareja gay.

Los dos estúpidos me llenaron la parte de atrás de peluches.

Estos son igual de tarados que los otros dos.

Decidí ignorar porque no me quiero llenar de amargura. Anoche a pesar de no estar muy de acuerdo con juliet sobre quien hace mejor doblaje en las películas, me la pasé muy bien con ese par. Stephanie es alguien demasiado seguro y espontaneo, en cambio juliet es un poco mas recatada pero he visto que esta mas mucho más integrada.

Ya no se mira tan triste como la primera vez que la vi. Creo que el tema de su amiga lo dejó en el olvido y me alegro por eso. Ojalá yo pudiera dejar en el olvido a Susan. Sacarla del corazón no va a ser fácil, la amo profundamente y me tomará tiempo enamorarme de otra persona.

-¿Cuéntanos como te fue anoche? - aparté la vista de la ventana.

-¿Anoche?

-Estábamos practicando tranquilamente cuando de repente nos dijiste que tenias que irte - volví la vista hacia la ventana de nuevo.

-Mencionaste algo de ir a ver una película con juliet y una tal Stephanie.

-Ah.

Silencio profundo.

-¿Ah?

-Vamos hombre, hace mucho que no nos das información sobre... - ladee la cabeza y cuando vi que estaba a punto de morderse el labio agarré el peluche que me compraron y se lo lancé por la cara.

Samuel quedó sorprendido y me lo devolvió pero yo pude esquivarlo a tiempo. Y comenzaron a volar peluches por toda la camioneta.

-Parecéis unos críos - reclamó Spencer- . Dejad de pelear o me freno aqui y le doy un par de coscorrones a los dos. ¡Ya parad!

-Juliet esta mamacita - Samuel siguió toreándome hasta que agarré uno de sus muñecos favoritos. Pikachu, saque la navaja suiza y se la coloque en el cuello.

Él se paralizó y unió las manos en suplica.

-En nombre de todos los dioses y los pokemones del mundo, te pido que por favor bajes esa arma - lo miré como un psicópata.

-Si vuelves hacer un comentario asqueroso sobre juliet despídete de pikachu.

-Os prometo que no volveré a referirme de manera sexual a juliet - entrecerré los ojos - Te lo juro. Bájala ya.

Bajé el arma asesina y le devolví a pikachu sano y salvo, Spencer miró con una ceja levantada a Samuel y este nos sacó la lengua como un niño chiquito.

-Samuel tiene razón zequi, nos has dado noticias de la joven de Venezuela - me mira por el retrovisor del auto - . ¿Qué hay con ella? ¿Qué es de su vida?

-Todo bien.

-¿Eso es todo?

-¿Y que quieres que le diga?

-¿Qué ha hecho? -rodé los ojos .

-Trabajar como todo muggle.

- ¿Y que hicieron anoche? - siguieron preguntando - . Porque hace como cinco días estabas deprimido, triste, como si estuvieras dolido de algo y hoy te veo muy feliz. ¿A qué se debe tanta felicidad?

Antes de irte| Completa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora