Capitulo 35

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Janette...

Ezequiel se mantuvo apartado del grupo, caminaba a pocos metros con las manos dentro de los bolsillos de sus pantalones y cabis bajo. A pesar de toda la alegría que nos rodeaba los ánimos estaban casi por el suelo.

Quise acercarme y darle consuelo pero decidí dejarle su espacio, todos necesitamos nuestro momentos a solas y sea lo que esté pasando en su cabeza es mejor que lo haga sin sentir la presión de nadie e incluso de la mía.

Hace un momento apareció su padre y dijo cosas que da la casualidad que se parecieron a las palabras que me dijo mi mamá un día antes de mi viaje. Juro que quise mandarlo a callar pero no fui capaz, el hombre intimidaba y causaba un poco de miedo.

También porque recordé a la señora Sho. Y a ellos no les caigo en gracia y estoy segura que serían capaces de reportarme solo por defender a Ezequiel.

Me sentí entre la espalda y la pared.

Seguimos caminando por las avenidas. Habían adultos y niños disfrazados de cualquier cosa. Desde brujos hasta personajes de ficción. Perdí la cuenta de cuántos niños pasaron por mi lado vestidos spiderman y niñas disfrazadas de Merlinas.

Adrián y stef parecían paparazzi sacándole fotos a todo. Spencer había comprado perros calientes para todos. Samuel contaba los seguidores de sus redes sociales y  Miguel que es el más serio del grupo había comprado dulces y le daba a cada niño que pasaba.

Tan lindo.

Poco a poco el ambiente fue subiendo el ánimo. Ezequiel a medida que íbamos a avanzando se iba acercando y minutos después me estaba quitando de mi perrito  porque según él era lenta para comer.

Volvió zequi.

Un grupo de adolescentes todas vestidas de diferentes personajes, rodearon a los famosos del grupos, les firmaron sus disfraces y una de ella besó al guitarrista. O sea mi novio.

—Lo siento — antes que pudiera experimentar algo, me tomó de la mano me arrastró con él y me dio un beso en el que todos suspiraron.

Mi cara quedó embarrada de salsa y algunas migas de pan, que Zequi quitó con sus dientes.

—Tengo novia — y no hizo falta aclarar ya que las jovencitas se marcharon algo frustrada. Zequi hizo un gesto de haberse salvado y cuando me miró sonrió como un angelito —. ¿Qué?

—Casi me...

—Te juro que ella fue quién me besó — compartí mi mirada con los chicos y me volví hacia él — Me tomó desprevenido, quise apartarla pero me parece que la chica práctica algún tipo deporte rudo porque impuso más fuerza y yo:  ¿Pero que ostias? 

—Y tu enojadísimo —dije haciéndome la afectada, para mortificarlo. Adoré verlo desesperado, es tan tierno.

—No, jul...

—Pudiste pisarle el pie.

—¿Pisar un...?

—Yo la hubiese pellizcado —sugirió spencer.

—...O halado del cabello que tenía bastante — prosiguió Samuel.

—...O cosquillas — sostuvo Adrián.

Miguel vino a dar su aporte pero no lo escuché porque ya no estaba en el grupo y me encontraba con Zequi en un callejón — no muy bonito que digamos — acorralada por él.

Parecía angustiado. Su respiración subía y bajaba con dificultad. Estaba enojado y me sacó varios saltos al corazón cuando le pegó a la pared.

—Tu sabes que no soy el tipo de tío — lo aprecié con ternura.

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