¿Alguna vez has imaginado qué se sentiría ser el protagonista de una historia de amor?
Una en la que todo parece ser perfecto, en la que no existen los problemas, una historia en la que eres una de las chicas más guapas de tu colegio, amada por todos y tienes amigos por doquier; en el que tus padres te aman y te apoyan en todas tus decisiones y, que además, encuentras al amor de tu vida, el que daría hasta su propia vida solo por verte sonreír, te llevaría a cenas románticas a la luz de la luna y te daría detalles hermosos sin ser un día especial sólo porque quiere recordarte día a día que te ama.
Annie siempre pensaba en ello, en lo que se sentiría ser amada y vivir una vida tan perfecta como la que tenían las protagonistas de sus libros favoritos, sin embargo, amar a otra persona no era una de sus prioridades por el momento principalmente porque, a pesar de todo, no creía que existieran personas que amaran con la misma intensidad que los personajes ficticios que leía.
Ella no trataba de encontrar el amor, se negaba a hacerlo alguna vez, era como si quisiera vivirlo pero a la vez era muy incrédula porque no creía encontrarlo jamás. Y ella estaba bien con ello, le gustaba perderse e ilusionarse con una vida que no era suya, con una frase, una sonrisa, o un gesto de los protagonistas de sus historias preferidas.
Su vida era normal, hasta que por situaciones del destino tuvo que ingresar a un internado al otro lado del mundo que lo cambiaría todo, ahí conocería al que ella consideraría el único amor en su vida, ella quiso su propia historia de amor, en la que ya no era una espectadora, era protagonista.
¿Hubo final feliz? ¿Cómo saberlo si los libros presentaban historias ficticias y ésta era la vida real? ¿Hay diferencia entre la realidad y los libros? ¿En verdad sí existían personas dispuestas a amar de la misma forma?.
Tal vez las respuestas a esas preguntas le confirmaron a Anne, que ella tenía razón desde un principio, porque la realidad a veces suele ser muy cruel para quien sea que la viva.
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TÚ ME ROMPISTE PRIMERO [EN EDICIÓN]
Teen Fiction[TERMINADA] En la vida de Anne Miller, tener una pareja no era precisamente un deseo más allá que una simple ilusión de saber qué se sentiría dar un beso por primera vez o enamorarse perdidamente de alguien como lo describían sus libros favoritos. P...