Capitulo 6 - Nueva vida

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Para mi fortuna no tuve más visitas inesperadas en el correr del día, por la información que pude obtener de algunas de las trabajadoras del piso sabía que mi padre y Fabian habían estado reunidos todo el día en la oficina presidencial. Probablemente buscando alguna manera para poder doblegarme a sus caprichos. 

Decidí salir del trabaja dos horas antes para poder ir por ropa y accesorios personales a mi ex hogar mientras mi padre aún estaba aquí. Como días anteriores me sentía vigilada, busque con la mirada a mi alrededor buscando al culpable de esa sensación desagradable pero no encontré a nadie. Probablemente me estaba persiguiendo por todas las emociones de las últimas horas- Si seguramente sea eso- Dije para mi persona mientras encendía el auto.    

Cuando por fin cruce las rejas de mi destino, suspire con alivio. Todo el recorrido hasta aquí se sentido muy pesado y la sospecha de estar siendo perseguida se volvió cada vez más fuerte en mi mente.

Al entrar a la casa fui recibida por la ama de llaves con una mirada de cautela y como no podían faltar los gritos de mi madre detrás de ella. No pude reaccionar con rapidez  cuando su mano golpeó mi mejilla.

-¿Quién te crees que eres? ¿Como te atreviste a amenazar a tu padre y prometido?- Volvió a levantar la mano pero esta vez la detuve -

-Vine por mi ropa - Su cara tomo un aspecto de sorpresa- La ropa y las cosas que yo pague con mi dinero- Aclare, conocía tan bien a esta mujer que sabía que  me echaría en cara que todo lo que tenía era con su dinero y cuando no dijo nada sabía que eso era lo que seguía -  

Me aleje rumbo a mi habitación dejándola parada  en la sala sin decir ninguna palabra más. Nunca fui una persona que le gustara tener más que lo necesario así que apronte dos grandes valijas con ropas y zapatos. Tome documentos y cosas que para mí eran de valor como fotos y algunas joyas que me había regalado mi abuela.     

Deje todos los vestidos de gala que mi madre siempre me compraba y las joyas que Fabián me regalaba en cada oportunidad o fecha especial. No quería nada de ellos que no fuera las acciones de la empresa y eso era porque en realidad la compañía había sido creada por mi abuelo, el padre de mi madre y le prometí a mi nona no dejar que callera en manos extrañas. 

Cuando llegue al primer piso mi madre estaba esperándome con cara de mártir, sabía que ahora me caería el discurso maternal que siempre utilizaba para engatusarme. 

-Susana, por favor hablemos- La actuación era lo suyo sin duda alguna-

-Madre no es necesario, como lo has dicho antes ....- No me dejo terminar y prosiguió tomándome de la mano 

-Hija sé que te sorprendió lo que te enteraste pero debes entender que los hombres tienen sus necesidades y tu padre y prometido no son diferentes.- Solté su mano con asco-  

- Eres patética- Lo dije en voz baja pero oíble para ella- No sé si es tu falta de dignidad o simplemente no te importa que tu marido se acueste y acose a jovencitas pero realmente me considero una persona con más moralidad que tú y no pienso seguir bajo el mismo techo que un degenerado.-  Con esas palabras me di la vuelta y deje a mi madre con el rostro pálido, salí de la casa sin mirar atrás- 

Llegue a mi nuevo hogar, me presente con el portero que me entrego la llaves y quedo a mi servicio para lo que necesitará en el futuro. El apartamento era espacioso y contaba con tres habitaciones, dos de ellas con baño propio  una gran sala, cocina y un comedor. El estilo del lugar era moderno pero recatado con colores claros, las vistas eran excelentes  ya que daban al Central Park.

Después de un rato de vagar por el lugar, mi estomago gruño en recordatorio que aún no había comido nada en absoluto, así que tome mi celular para poder llamar algún lugar de comida pero mientras buscaba el aparato sonó indicando que Anabela me llamaba. 

-Buenas noches Anabela ¿Algún problema?-

- Buenas noches a ti también Susana solo - Podía percibir la duda en su voz- Yo solo quería, bueno tú sabes- Me reí con fuerza -

-No realmente no lo sé ¿Por qué no me lo dices?-Dije muy divertida y la escuche suspirar- 

-Quiero preguntar si te gustaría salir a comer y tomar algo para festejar tu nuevo apartamento- Lo pensé por unos segundos y conteste que sí, eso parecía alegrarle. -  

Me cambie con ropa cómoda un baquero elastizado, una camisa blanca, mis botines y por ultimo tome mi cartera. En veinte minutos llegue a un lugar de comidas picantes del que me había hablado Anabela, la cual se encontraba sentada en un rincón frente a una ventana. 

Me acerque a ella sin que me vea, note como jugaba con un cubierto entre sus dedos ¿Estaba ansiosa? -

- ¿Tarde mucho? - Le dije sentándome delante de ella-

-No claro que no ¿Comemos?- Parecía estar un poco extraña, pero preferí ignorar ese hecho ya que supuse que seria los nervios por invitar a su nueva jefa a salir.    

Comimos unos deliciosos platos de comida mexicana, mientras charlamos de todo un poco y vivimos vino entre todo ello.  Luego fuimos a un tipo de bar nocturno, la música no era escandalosa todo lo contrario, seguimos bebiendo unos tragos de color blanco con gusto dulzón. El ambiente se volvió alegre después de un par de tragos.   

-Jefa creo que estoy hebrea- Me carcajee por sus palabras - 

- Yo no lo creo estoy segura, que lo estoy - Ahora fui ella  quien se rio- 

- Jefa deberíamos irnos llamare un taxi - Sacudí la mano sin apuro -

- Llámalo para ti yo tomare otro trago y luego me iré- Quería disfrutar un rato más el comienzo de mi libertad ya no había compromisos y sentía como el peso de mis hombros se había dispersado por completo. 

Anabela se fue luego de preguntar unas cuantas veces más si estaba segura de quedarme sola pero la tranquilice con pocas palabras. Antes de poder pedir otro trago el mesero puso otra copa frente a mí, lo mire con el ceño fruncido estaba segura que no lo había pedido o eso creía. El camarero pareció entender mi confusión y se explicó rápidamente- 

-Su amiga pago la cuenta antes de irse y dejo otro trago pago para usted- Ho, agradecí y bebi - 

Cuando termine de tomar intente levantarme, en ese momento pude apreciar que todo a mi alrededor se movía y un calor sofocante se expandía por todo mi cuerpo, estaba completamente perdida.   

Prepárate para mi venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora