Prepárate para mi venganza

Capitulo 38-Cazando una liebre-

Susana

Recordaba a Diana la chica alegre e inteligente que en algún momento fue una gran amiga, ni la sombra de lo que estaba viendo en este momento en el monitor. Resulta que después de mi desaparición Adam, había ocupado mi apartamento ese que por seguridad había mandado a instalado cámaras antes de caer en prisión. No hacia mucho había recordado ese pequeño detalle y se lo  comente  a Maximiliano que sin perder tiempo contrato un hacker para recuperar ese vinculo y guala ... aquí estaba viendo como Adam, humillaba en el comedor de mi vieja casa a una chica que lloraba como si la vida se le fuera en ello. Diana rogaba por algo  mientras se sostenía de las piernas del hombre que solo la empujaba fuera del lugar como una bolsa de basura.  

-Siento decirte esto Su, pero tu amiga es patética- Reina, sentada un poco mas atrás que yo también miraba la pantalla mientras simulaba arcadas-

- Esta no es mi amiga, la chica que yo conocí no se parece en nada a eso - Señale la pantalla-

- La información no revela nada como que el bastardo estuviera obligando o extorsionando para verse así - Ella tomo la carpeta sobre la mesa con intención de indagar mas, mientras tanto Nelson, Diego y Maximiliano entraban en la habitación- 

-No te servirá  de nada revisar la carpeta Reina, confirme la información tres veces y con distintas fuentes, esa mujer esta con el y así por que así lo quiere- Mi voz se escucho con pesar, pero en realidad me daba pena verla en ese estado -

-Mejor vamos a lo nuestro- La voz de mando del jefe nos hizo a todos despegar los ojos de la pantalla y sentarnos en la mesa para planear el primer paso -Anabela, se reunirá esta noche para una cena romántica con su chico, por la información del portero de la casa de Emiliano Rojas parece ser que planean terminar la velada en la casa del chico ya que mando a comprar rosas y toda esas cosas cursis -     

Emiliano Rojas, estudiante sobresaliente sin ningún antecedente policial, buen hijo, buen hermano muy trabajador, toda una joya para marido. Sentía lastima por el, ya que el seria una victima en este juego de venganza, pero nadie sintió lastima por mi cuando yo sufrí incontables injusticias. Así que si sirve de algo lo lamento, Emiliano. Me dije a mi misma mientras repasábamos el plan con una foto del muchacho en mis manos. 

- ¿Por que tienen que ser ustedes?- Indague confundida, realmente era yo quien quería hacerlo-

-Maximiliano fue quien tomo la palabra -  No podemos dejar que te vean por ningún motivo antes del aniversario de CompuV, si el sedante pierde efecto y Anabela te reconoce se lo dirá a Adam y adiós al efecto sorpresa.- Solo asentí, entendía perfectamente su punto, aunque de la misma manera me molestaba que fueran otros que se ensuciaran las manos en mi lugar - 

Dos horas después todos estábamos en posiciones, Maximiliano y yo nos encontrábamos en el edificio del frente en el complejo en donde vivía Emiliano. Reina y Nelson en el mismo restorán  a solo dos mesas en donde la parejita feliz disfrutaba de un encuentro romántico. Diego, en el estacionamiento del  mismo lugar, en un auto de vigilancia.      

Poco después los tortolitos entraban al edificio, mientras tanto yo los observaba por la ventana del edificio del frente, los brazos de Maximiliano me rodearon por la espalda con seguridad.    

- Estas bien, si quieres puedes volver a la casa yo puedo seguir el proceso del operativo- Su cabeza se recostó en mi hombro, abecés Maximiliano podía ser tan tierno que me derrite- 

La verdad era que este hombre me hacia sentir segura y protegida pero no de una manera oficiante, el solo consultaba con palabras seguras mi opiniones sin presionarme de alguna manera como ahora. 

-No te preocupes estoy preparada para lo que viene - Mientras en mi mente me repetía " Lo siento Emiliano"-

Reina

Seguimos a la pareja hasta su edificio con normalidad, les dimos espacio para llegarán primero a el apartamento. Luego de eso y al estar seguros que habíamos esquivado las pocas cámaras de seguridad del edificio nos dirigimos a ellos. Nelson detrás de mi golpeó la puerta y apenas se abrió invadimos el lugar, yo me dirigí a Anabela colocando un arma en su cabeza mientras Nelson se encargo rápidamente del joven enamorado. 

-No la lastimen, llévense lo que quieran- Pobre santo realmente pensaba que esto era un robo -

No fue difícil desmayar sutilmente a pobre liebre y colocarla en el piso, no podíamos dejar evidencia de terceros en la habitación. Tome un cuchillo de la cocina y camine hacia el chico, recordé que Susana me había pedido que no lo hiciera sufrir y que fuera rápido, así que de un solo golpe clave el cuchillo en su corazon.    

Nelson lo dejo caer al suelo sin miramientos y ahora nos tocaba a nosotros preparar la escena del asesinato. Entre los dos colocamos sobre  el cuerpo a Anabela con una pierna a cada lado de su cuerpo, aprete el cuchillo en su mano sujetada con la mía y apuñale el cuerpo sin piedad.

Mientras eso ocurría Nelson movía el cuerpo de la mujer de adelante para atrás, dejando las salpicaduras de sangre en su ropa sin duda alguna como la mejor evidencia posible.  

Ya solo quedaban los testigos para no dejar cavos sueltos, así que la discusión comenzó en voz alta y fuerte. 

-Emiliano, no podemos cancelar la boda !! No puedes hacerme esto¡¡- Grite como una loca sabiendo que las paredes eran delgadas y los vecinos linderos escucharían perfectamente la discusión-

- Entiéndeme Anabela no estoy preparado- 

- Mentira ¿! Es por esa zorra verdad!?-

-No hay nadie mas, solo te pido un tiempo.... ¿Que haces mujer ?!! Suelta eso AMOR...  hablemos... NO ¡¡ - 

Nelson revisó con la mirada todo el lugar asegurándose no haber dejado nada que delate nuestra presencia y abrió la ventana.  

Salimos del lugar ya escuchando la sirena de algunos móviles policiales, - Rayos los vecinos habían sido muy rápidos en llamar a emergencias- 

Nos apresuramos en salir por la salida de emergencias que consistía en escaleras metálicas con cero iluminación y en forma de zic zac, al llegar al suelo Diego esperaba en un auto del mismo color de la noche para sacarnos del lugar. 

Me quite los guantes y las bolsas de los pies que cubrían mis zapatos al igual que Nelson guardamos todo en una bolsa de residuos, para luego ser quemado como nuestra ropa.  

- La libre esta cazada- Informo Nelson por el teléfono seguramente a mi hermano-