Capitulo 35 - Desenlace caótico-

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- Castígame- Lo había dicho tan desvergonzadamente que me sonroje -

Se levanto conmigo en su regazo sin ningún esfuerzo y con cuidado me dejo en la cama mientras el se desvestía por completo y yo admiraba todo ese bello y formado abdomen. Todos mis miedos se fueron a la verga y mañana podría alegar locura temporal sin ninguna vergüenza, solo por ver este hermoso espectáculo.

Cuando termino de sacar sus prendas no espero en acomodarse encima de mi, descaradamente abrí mis piernas esperando por el, pero no espere que me voltaria dejándome de espaldas a el. Mientras yo esperaba ir al grano, el acariciaba mis curvas como si de una ceda se tratara, los besos comenzaron en mi nuca hasta llegar a mi trasero. Todas esas sensaciones nuevas me extasiaban, no recordaba haber sentido tantas sensaciones diferentes en mi relación pasada.

Sin darme cuenta el había terminado enterrado con su rostro en mi intimidad y fue inevitable estallar en mi primer orgasmo de la noche. Pero igualmente el seguido estimulándome de una manera descarada, la necesidad de sentirlo dentro de mi se convirtió en una agonía, pero cuando intente tomar el mando me sujeto de las muñecas para detenerme.   

-Quieta - Su voz de mando detuvo mis movimientos de inmediato- 

- Jefe ... Dios ...- Gemí cuando sentí la intromisión dentro de mi, levante un poco mi cabeza para notar como su dedos entraban y salían de mi - Por favor ...- Estaba rogando por mas mientras el parecía disfrutar de mi agonía, era tan malvado -

Me levanto del trasero y me sentó sobre el, su miembro quedo en mi entrada esperando llenarme, mi ansiedad crecía pero por una extraña razon sabia que no podía moverme sin su permiso. El que diabólicamente parecía disfrutar de mi desesperación hacia pequeños amagues para llenarme pero retrocedía rápidamente, quería llorar.     

- Jefe ...- Mi voz casi no salía mientras lo miraba a pocos centímetros de su rostro rogando por piedad- 

Por primera vez en la noche sentí sus labios chocar con los míos, su lengua se apoderaba de la mía con posesividad alarmante y de un solo tirón de mi trasero hacia el, entro de una sola estocada, mi gemido quedo atrapado en sus labios.

El ritmó que el llevaba era contante, rápido y profundo. Me encorvé hacia atrás y el aprovecho para tomar mi pezón en su boca, esto era el paraíso.  

Las posiciones iban cambiando pero el siempre mantenía el control en cada una, lo había sentido derramarse en mi un par de beses pero no había intención de detener su activad en mi cuerpo. Alguna que otra palabra habían salido de sus labios, pero ninguna de ellas fueron desagradables  o ofensivas como  había escuchado a oír antes.

Maximiliano

Me removí molesto al sentir un cuerpo que casi estaba sobre mi, rápidamente recordé la noche y madrugada pasada, sonreí.   

Sobre mi hombro descansaba la pequeña revoltosa que anoche me había sacado de mis casillas, con el pelo castaño revuelto, los labios hinchados y completamente desnuda pegada a mi, todo una maravilla.   

Acaricie con las yemas de mis dedos sus caderas y como si nada mi amigo comenzó a exigir mas contacto físico, suspire no podía tomar mas de lo que ya había tomado hacia unas horas. La verdad. era que al ver que casi desfallece anoche no quise seguir acosándola, pero las ganas aun hervían dentro de mi solo con un rose.    

Aproveché su inconciencia para acariciar su mejilla, labios y clavícula, mientras las imágenes de anoche vagaban por mi cabeza y no mentía cuando decía que estaban haciendo estragos en mi persona, solo escucharla rogar por mas o recordar su cara en cada orgasmo era suficiente para hacerme sentir satisfecho y muy caliente nuevamente.  

Mi teléfono sonó y rápidamente lo tome para callarlo y no despertar a Susana, que apenas se removió. Al colocar mi huella en el, pude apreciar los constantes mensajes de Nelson en el aparato.

-¿Donde estas? - Reina no puede encontrar a Susana- Tu hermana esta desquiciada, contesta - Y un montón de mensajes mas, opté por tomar una foto y escribí "cúbreme" , solo recibiendo caritas de pánico de su parte.  

De un momento a otro sentí como el pequeño cuerpo se movía y cerré los ojos fingiendo dormir, casi me delato en el momento que su corazon empezó a golpear su pecho que aun seguía pegado al mío y las ganas de reír se hicieron incontrolables. 

En un intento desesperado por escapar intento bajar de la cama, presioné mi brazo en su cintura sin dejar de fingir estar durmiendo y enterré mi cabeza en  su cuello, pego un gritillo por la sorpresa.  

Estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no reírme, parecía un gatito tratando de escabullirse de mis brazos. Un suspiro salió de sus labios al ver que era inútil todo intento de fuga. 

-Estoy murta -Susurro mas para ella que para mi  y no resistí en contestar  -

- Yo te siento muy viva -  Acaricie su cuello con suavidad mientras miraba las marcas que había dejado en el -

- Ah ... Jefe ... yo ... -Se veía tan tierna que no pude controlarme en devorarle esa boca- 

El beso se comenzó a intensificar y no fue solo de mi parte ya que ella sin previo aviso se subió sobre mi sin dejar de besarme y volvimos a empezar pero esta vez ella era quien tenia el control de la situación. Sus besos y caricias bajan por mi pecho hasta que llego a mi entrepierna sin despegar su mirada de mi tomo mi miembro en sus manos y lo introdujo en su boca. 

Como era posible que en un envase tan chico pudiera caber tanta maldad, me pregunte en el momento que escuche la puerta cerrare.

Pues la mujer aprovecho el momento que me corri en su boca para tomar la sabana y salir huyendo de la habitación, coloco mi brazo en mi frente ya que era impensable después de recibir ese placer levantarme a perseguirla. 

Los días siguientes jugábamos al gato y al ratón, por supuesto yo era el gato.

Prepárate para mi venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora