Susana
No iba decir que fue agradable ver como sacaban a mi padre esposado del edificio, se sentía mal a pesar de todo yo no tenía el corazon de piedra.
Por lo que me informo el abogado los cargos iban de acoso, extorción y pedofilia, supuestamente después de hacerse público los videos muchas mujeres se presentaron a la comisaria para denunciarlos a él y a mi ex prometido, para frutilla de la torta dos de ellas aun no tenían la mayoría de edad cumplida.
Pero las cosas en mi cabeza no creían que fueran tan simple, mi instinto me gritaba que algo más se estaba conspirando detrás de todo esto. Era todo demasiado coherente, como si cada ficha callera en su lugar para provocar un golpe certero. Podía sentir como alguien estaba manipulando la situación y me aterraba no saber quién, ni por qué.
-Anabela, ponme en contacto con un investigador privado y un buen hacker hay uno que puedes encontrar por la red le dicen Pai, no preguntes porque ni yo lo sé -
-Puedo preguntar por qué razon? Siento ser indiscreta- La mire sin malicia después de todo ella era mi mano derecha debía tenerle confianza-
-Quiero a Pai para rastrar los correos electrónicos que recibí con los videos y el investigador para saber con exactitud quien está tratando de hundir mi empresa -
-¿Quieres decir que piensas que alguien está provocando todo esto?- Por un momento me pareció ver Anabela en un estado defensivo-
-No tengo la certeza pero tampoco dudas que alguien está detrás de esto - Ella no se movió como si estuviera sorprendida, al ver su reacción volví a hablar - Tranquila, es común en este negocio recibir puñaladas por la espalda, el tema es que siempre se sabe de dónde vienen pero en este caso yo no tengo ni la menor ni idea-
-Me pondré en ello ahora - Ella salió de mi oficina como un rayo-
El día se negaba a terminar, mi madre apareció en mi campo de visión en un estado de extrema locura por lo sucedido. Tuve que volver a contarle que yo no había sido la responsable y para al final largarse a llorar mientras decía "¿Qué dirán mis amistades? " " ¿Como mirare a la gente a la cara después de esto?" "Ya no poder estar en sociedad, la gente me despreciara" Puse los ojos en blanco diciendo que se desmayara de una vez para poder sacarla de mi oficina.
- Lo mejor será que vallas a Paris una temporada mientras yo intento resolver este problema- Termino aceptando y yéndose a aprontar sus maletas -
El amor por mi padre se le notaba a leguas, nótese el sarcasmo.
Para cerrar el día en la oficina llame a mi abuela para pedir de su sabio concejo y me resulto muy útil al final. Ella aconsejo que soltáramos un comunicado repudiando las acciones de mi padre y dejando en claro que nos arriamos cargo de hacer justicia por todas las víctimas de acoso que hubieran trabajado en la empresa en ese periodo y pudieran comprobar los hechos. Aunque hundiría a mi padre de cierta manera era táctica inteligente al fin al cabo.
Así que puse la orden de la notificación en marcha y agregue que las acciones de mi padre serian cedidas a mi madre en un acuerdo de divorcio, dejándonos fuera de toda su mierda por el momento. Por supuesto mi madre estuvo de acuerdo luego de informarle telefónicamente, ella era una excelente actriz y el papel de mujer engañada seria su mejor papel.
- Recuerda nada de salidas innecesarias, ni compras, ni fiestas hasta que esto termine - Advertí para luego cortar.
Igualmente le envié dos hombres de seguridad para evitar que nos enterrara más en barro.
Anabela me trajo la información de un investigador y me informo que no había podido comunicarse con Pai para el otro asunto, algo que era extrañó ya que él, estaba disponible cuando la suma de dinero era grande.
-Tal vez solo está en otros asuntos y se comunique luego - Asentí-
-No importa tengo a alguien más investigando ese asunto- Juraría que su rostro se contrajo por un segundo pero luego de mirar el reloj en la pared calcule que era más por el cansancio que otra cosa - Anabela ve a descansar, hace más de doce horas estamos en esto -
-No quiero dejarte sola - Susurro apenada -
-No te preocupes yo también me voy, ve tranquila nos vemos mañana - Ella agradeció y se fue, yo en cambio me recosté en mi asiento y suspire agotada por un rato más-
Cuando salí del edificio solo quedaba la seguridad y mi auto era el único en el estacionamiento. Un escalofrió me recorrió la columna al sentirme observada nuevamente, camine rápido hacia el vehículo sin dejar de mirar a los lados.
Cuando estuve dentro del sentí una seguridad impagable y comprobé que era una cobarde también. Para mi suerte las calles ya estaban poco transitadas y era fácil manejar así, lo que no espere fue ser interceptada a unas pocas cuadras de mi departamento por una enorme camioneta negra.
Me afirme con fuerza del volante, esperando que la que se me atravesó en frente solo fuera un malentendido, pero mi incredulidad duro poco cuando otro vehículo del mismo modelo y color se estaciono detrás de mi haciendo imposible que me pudiera mover del lugar.
Un hombre fundido en un traje azul oscuro se bajó del primer vehículo con dirección a mí, el tipo era aterrador y no por su aspecto porque era agradable a la vista si no por esa aura de persona peligrosa que emanaba. Golpeo con los nudillos la ventana de mi lado con suavidad y hablo.
-Buenas noches Sra. Montesdeoca , estaría necesitando que me acompañe- ¿Un secuestro tal vez? Pensé rápidamente y trate de hablar sin que me temblara la voz -
-¿Por qué asunto seria? No me parece que esta sea la mejor manera de pedirlo-
- Me disculpo de ante mano por las formas pero mi jefe necesita verle y me ha pedido que la escoltara con él, a las buenas o a las malas usted decide - La cortesía se había ido a la mierda con esas últimas palabras-
Analice mis posibilidades, podía acelerar y darme de lleno con la camioneta y no me serviría de nada ya que podía jurar que eran blindadas. Mire mi teléfono llamar al 911 tampoco sería de gran ayuda, no llegarían a tiempo.
Perdida en mis pensamientos no note cuando la ventana del lado del acompañante fue rota y cuando racione ya estaba siendo sacada del vehículo, aparentemente el hombre no era paciente.
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Prepárate para mi venganza
RomantikSusana Montesdeoca joven empresaria con una vida sencilla, queda atrapada en los engaños de su prometido, siendo arrastrada a lo más oscuro y perverso de una venganza. -¿Por qué a mí? Yo nunca te dañe- Las lágrimas caían por el rostro de Susana si...