Capitulo 56- Encuentro deseado-

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El caos no duro mucho, luego de estrellarnos por el forcejeo fuimos bajadas de la camionetas e enyetadas con alguna sustancia desconocidas llevándonos a la oscuridad absolutas......

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Susana

Apenas recupere la conciencia me enfoque en los ruidos y olores a mi lado sin abrir los ojos, estaba sentada y mis manos e pies atados.

- Ya dejen de fingir estamos solas - Ana, susurro-

Abrí mis ojos y mire a la chica a pocos metros de mi sentada en una silla atada al igual que yo, al casi enfrente de nosotras Reina, en las mismas condiciones. Nos miramos para luego mirar donde nos encontrábamos, una habitación húmeda, sin ventanas y con olor a hierro imprentado en todo el lugar.

- Hay dos guardias en la puerta, estamos bajo tierra y por lo que escuche hay mas mujeres aquí abajo - 

-¿ Hace cuanto estas consciente? - Susurre al igual que Ana-

- Desperté cuando nos bajaron, pero no pude ver nada aparte del trasero de quien me cargaba - Ella chasquido la lengua en molestia - Escuche decir al gorila, que el jefe esta en camino- Un escalofrió me corrió por la espalda -

- Tenemos que sacar a Reina, de aquí - No podía dejar que lastimaran a mi amiga, Ana y yo sabíamos lo cruel que podían ser estos tipos y no podía permitir que ella sufriera algo como esto-

-Maldición estoy aquí - Miramos  a la aludida - Se que yo no era parte de este plan loco de ustedes dos, pero ya que -  

- Reina, esta gente solo nos ve como un pedazo de carne, comprende - Mi voz salió en  suplica- Encontraremos una manera de darte una oportunidad de escapar y debes aprovecharla sin mirar atrás- 

- Se que, no he vivido lo que ustedes pero soy fuerte y si se arriesgan a sacarme de aquí corren mas riesgo - Escuche como unas sogas se deslizaban y me enfoque en Ana, que ya se estaba desatando los pies- 

Ella había aprovechado nuestra conversación para desatarse y con calma nos desato.

-Tu no pierdes el tiempo - 

- Reina, necesitó que atraigas la atención de los guardias, Susana y yo los noquearemos- Mire mis manos confundida ¿ Ella creía que yo podría noquear a un guarura solo con las manos? Al ver mi confusión agarro una silla y la señalo mientras ponía los ojos en blanco-

- Entendido- Era admirable con la tranquilidad que ella maneja estas situaciones-

Tomamos las sillas y nos colocamos a los costado de la puerta, Reina se posiciono al fondo del cuarto y empezó a pedir ayuda fuerte y claro. La puerta se abrió, aguardamos que los hombres se adentraran a la habitación por completamente. Golpeamos a los hombres con toda nuestras fuerzas, solo uno quedo inconsciente pero una patada certero de Reina, termino el trabajo.  

Mire por la puerta había un pasillo largo con muchas puertas enumeradas como una prisión, se podían escuchar pequeños sollozos. 

- Es aquí  en donde las mantienen antes de venderlas- Aunque había dicho esa confirmación en voz alta, era  mas para mi -

- Si las encontramos, estamos mas cerca-  

Revisamos a los hombres inconscientes, no llevaban armas ni celulares solo picanas eléctricas posiblemente para calmar a las victimas.

-¿Que hacemos ahora ?- Dije mirando a Ana -

- No podemos solas con esto- Ella suspiro - Necesitamos refuerzos, moverse -

 Salimos y corrimos por el pasillo  pero solo chocamos con una pared, volvimos en nuestros pasos pero fue lo mismo, nos miramos desconcertadas hasta que por instinto mire hacia arriba y señale una estructura extraña de metal.

- ¿Que mierda es eso? - Exclamé - 

- Esa es la razon de por que las chicas nunca pueden escapar, un ascensor que deja esta zona completamente aislada-  

-  Estamos jodidas - Afirmo Reina - Hasta que esa caja baje no podemos subir -

-Hagámosla bajar entonces- Señale unas cajitas blancas en la paredes altas -

En el lugar no habían cámaras y era entendible ese hecho ya que tampoco había una salida segura pero parecía que cuidaban la mercadería lo suficiente para tener antiincendios.  

-No es necesario yo puedo ayudar- La voz que se escuchaba sonaba infantil y provenía de detrás de una puerta a nuestras espaldas. Reina se arrodillo frente a la puerta y vio una pequeña ranura -

- Hola cariño ¿Como te llamas?-

- Soy Maria- 

- Hazte para atrás cariño, voy a abrir la puerta -

Ana, dio una patada a la cerradura de la puerta abriéndola de un impacto. Dentro del cuarto habían cinco niñas en estado deplorabas, el olor a eses y otros desperdicios me hizo hacer arcadas y no fui la única Reina estaba en las mismas condiciones.  

Las niñas iban desde siete a catorce como mucho, sus rostros sucios al igual que su cuerpos. Reina le hizo señas con las manos para que salieran del auguro y extendió su mano hacia Maria.  

- Bueno soy Ana- La niña tomo su mano -Ahora Maria, dime ¿Como puedes ayudar?- La niña sonrió con picardía, era increíble que ella pudiera sonreír con esa facilidad en esta situación- 

-¿Si te ayudo nos sacaras de aquí? - Una chica lista, me agradaba la pequeña -

- Tienes mi palabra - Ella asintió y miro a las otras chicas levantando un pulgar. Dos se nos derretía el corazon-  

- Falta paco para que dos hombres bajen a traernos la comida, mientras eso sucede el ascensor queda abajo- 

-Eres muy lista pequeña ahora solo deben esconderse nosotras nos encargaremos de ellos. 

Reina y yo teníamos las picanas mientras Ana solo los puños, Solo unos minutos después la caja de hierro descendió y dos corpulentos hombres bajaron, no hubo luca en absoluto. Arrastramos a los hombres con ayuda de las niñas a donde estábamos antes y cerramos la puerta.   

Las primeras en subir fue Ana con Reina y tres niñas . Antes de subir con las otras dos niñas hable para las que todavía estaban encerradas - Vendremos a buscarlas  todas, solo aguanten - 

Nos reunimos afuera, quede segada por la luz del día. Estábamos de tras de un edificio que parecía una mansión  y al frente un gran bosque.

-¿Ana? - Ella parecía pensarlo mientras fruncia el seño. Ella era la estratega y sabia que en su cabeza estaba tratando de pensar en la mejor solución-

Reina, adéntrate unos cincuenta pasos dentro del bosque con las niñas, manténganse escondidas mientras Su y yo vamos en busca de un teléfono o con mucha suerte un vehículo. Reina no refuto la orden y avanzó con las niñas.   

Pero antes que se fueran divise a alguien llegando al lugar... Adam y la detuve.

-Cambio de planes Reina -

-¿Que?- Ella noto mi cara y calculo que se dio cuenta -

- Corre, sácalas de aquí - 

Reina apuro a las niñas y se perdió de nuestras vistas, Ana miraba a los que llegaban y aunque aun estaban lejos no podíamos huir ahora amenos que queramos que atrapen a las niñas, teníamos que entretenerlos. 

-Bueno este era el encuentro deseado por todos no? 

- Juguemos un poco entonces-

Prepárate para mi venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora