La fiesta termino sin ningún inconveniente, hasta que entre en la habitación con un enojado Maximiliano. Conocía perfectamente al hombre que solía guardar silencio frente a los demás mientras en su cabeza su enojo iba en aumento. Así que simplemente obsté por seguirlo sin decir una palabra. Cuando la puerta se cerro, solo verlo lanzar su chaqueta y corbata sobre la silla me dio una idea el grado de su enfado, así que decidí seguir por primera vez en mi vida un consejo de Reina. Ella siempre me decía que antes el enojo de un hombre la inteligencia y sensualidad de una mujer no era rival.
Mientras sus ojos me clavaban dagas yo deje caer mi vestido con toda normalidad, quedando con una tanguita que poco cubría y mis senos al aire, para luego apoyar mi pierna en una pequeña mesa y correr la media que la cubría con suavidad y por que no decirlo con provocación ovia.
Me di la vuelta para encontrar a mi acompañante con una mirada de deseo que podía encender el mismísimo infierno y me sentí poderosa - Gracias Reina -Pensé para mi -
- Tengo calor ¿Vienes? - Camine con sensualidad rumbo al yacusi mientras le daba una mirada de inocencia-
Maxi no espero que digiera mas nada y me siguió mientas se desvestía con apuro. Me introduje dentro de el y sin dejar de mirarlo acaricie mis senos con una mano mientras con la otra me lambia los dedos.
El como hipnotizado se sentó al bode de la pileta sin dejar de mirarme. Su miembro ya estaba listo para todo, así que despacio me acerque y lo tome con una mano para meterlo en mi boca y empezar a envestirlo contra ella con hambre.
-Eres malvada- Afirmo entre gemidos roncos para luego llenar mi boca de su semen-
- Limpie mi boca para hablar- Solo quería que tu enojo disminuyera un poco ¿Acaso no te gusta?-
- Definitivamente Reina es una mala influencia para mi mujer- No me sorprendió cuando se refirió a su hermana de esa manera pero un calor repentino se instaló en mi corazon cuando dijo " mi mujer". Fue tan natural que por un instante lo mire embobada-
En algún momento este sentimiento de apego se había convertido en algo mas que en buen sexo, definitivamente no me veía con otro hombre que no fuera Maximiliano y me aterre nuevamente.
- Maxi, ¿Que sientes por mi?- El frunció el seño pero luego me miro con una ternura desbordante-
-Parece que mi mujer no tiene claro aun mis sentimientos, aso significa que no me he expresado bien - Se sumergió en el agua y me coloco sobre el de piernas abiertas y sin mas soltó mientras entraba en mi - Cásate conmigo-
...............................................................................................................................................................
-¿Entonces tu no le contestaste pero follaste con el toda la noche igual - Soltó Reina, mientas manejábamos rumbo a nuestro destino -
- ¿Que esperabas que hiciera? Estaba sorprendida y no era el mejor momento tampoco mientras se movía dentro de mi-
-Si, hay que admitir que follando no era el mejor momento, pero conociendo a mi hermano tampoco podemos pedir flores y anillo de por medio-Su cara mostraba asco y yo me carcajea por su expresión- Solo de imaginarlo de rodillas proponiéndose me espanta-
- No esperaba tanto pero tampoco que me lanzara de esa manera-
- Hablare con Nelson para que le de algunos consejos de cortejo básicos-
-Yo creía que el cotejo venia antes del sexo, espera un momento .... ¿Desde cuando tu y Nelson suelen tener ese tipo de conversaciones ? - Interrogue apresuradamente pero me quede atónica cuando vi la sonrisa radiante en el rostro de mi amiga - Hollé de que diablos me perdí -
Ella detuvo el auto y detrás de nosotras las dos camionetas con seguridad que los dos locos maniáticos nos habían puesto.
-Te cuento cuando retornemos, ahora - Señalo las grandes puertas con unos altos muros que esperaba no volver a ver en mi vida, pero aquí estaba nuevamente - Tienes que ir a hacer una visita-
Me baje del vehículo y me quede mirando el lugar en donde estuve prisionera todo ese tiempo con un amargo sabor en la boca, intente a avanzar pero mis piernas no querían entrar a ese lugar y todo mi ser lo sabia.
-No todo fue tan malo- El brazo de mi amiga callo sobre mis hombros- Recuerda que aquí nos conocimos por segunda vez y definitivamente creamos nuestra hermandad -
- Tienes razon, eso es lo único que le agradezco a esos bastardos - Le sonreí, mientras avanzaba segura de mi misma-
Después de hacer un corto tramite caminamos a la sala de visitas privadas en donde yo me reunía con vega por mi caso. Hoy no era días de visitas por eso Maximiliano había arreglado que yo acompañada de un escolta pudiera acceder.
Recordaba esta sala, claro que lo hacia, aquí fui violada brutalmente por Adam y perdí a mi hijo horas después por los golpes recibidos por el mismo. El piso seguía igual de sucio, las paredes aun descascaradas la silla y la mesa aun estaban en ese rincón donde me desplome sangrando. Trate de no perder el control y respire hondo para ello. Mire al guardia de mi chico a mi lado y le hable con voz cortante.
- ¿Cual es tu nombre? -
-Rodrigo, jefa -
-Rodrigo, se te informo cual es tu trabajo verdad?-
- Si jefa - El asintió con una risa expulsarte, ahora entendía por que había sido elegido entre todos los guardias, el daba miedo-
La puerta se abrió y una pequeña figura fue lanzada dentro como basura, malditos recuerdos por un minuto me vi en su lugar nuevamente. Comencé a sentir que lo que estaba asiendo no estaba bien. Si solo hubiera dejado que Reina mi amiga la fuerte y calculadora del grupo estuviera aquí no estaría dudando, ya que ella llevaría las riendas como siempre, pero quería enfrentarme sola al pasado oscuro que me perseguía asta hoy.
ESTÁS LEYENDO
Prepárate para mi venganza
RomantikSusana Montesdeoca joven empresaria con una vida sencilla, queda atrapada en los engaños de su prometido, siendo arrastrada a lo más oscuro y perverso de una venganza. -¿Por qué a mí? Yo nunca te dañe- Las lágrimas caían por el rostro de Susana si...