Capitulo 50 - Casería parte dos-

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Susana 

Nelson, tenia razon Sebastián había logrado alejarse de los animales sin ser perseguido y solo perdió unos dedos. 

Lo sabíamos por que los drones habían enviado algunas imágenes desaladoras del hombre. Las ropas antes pulcras ahora solo eran solo trapos rasgados, su mano envuelta en un pedazo de tela, era la manga de su camisa, estaba empapada de sangre y una de sus piernas también estaba sangrando aparentemente por una mordida, aunque no podía asegurar lo ultimo. 

Nos movimos a la segunda ubicación, pero esta vez Nelson, iba con nosotros. Llegamos a una cabaña estilo rural en donde se suponía que Reina, estaría esperando la entrada de su presa a su sector. Pero ya estaba vacía y como todos conocíamos a la ya nombrada sabíamos que estaría entusiasmada por probar su nuevo rifle, así que solo esperamos su regreso y rezamos para que no se entusiasmara mucho y matara a Sebastián de un solo tiro.

Reina

Si no supiera lo vil que era el hombre que miraba atreves de la mira telescópica de mi rifle hasta me daría un poco de lastima.  

Parecía que Nelson, no se había contenido con el, apenas podía contener un paso decente mientras la sangre brotaba de su mano y pierna. Suspire un poco frustrada si lo rosaba de mas seguramente no llegaría a su destino. - Adiós a mi diversión-    

Comencé disparando a un árbol donde se apoyo, estimulándolo a correr como una liebre. Cada tanto tropezaba y caía para nuevamente apuntar cerca y disparar logrando que su instinto de sobrevivencia lo estimulara a seguir. Así lo fui llevando por casi todo mi sector, cuando note el pañuelo rojo sabia que mi tiempo de diversión había llegado a finalizar y apunte a su pantorrilla para dar en el blanco, mientras el tipo se revolcaba de dolor, yo sonreí.

Con calma me aleje y saque mi teléfono para enviar un mensaje corto a mi hermano.

" Todo tuyo, aun respira pero no exageres o no llegara"

Maximiliano

A diferencia de Reina y Nelson, Maximiliano esperaba pacientemente a Sebastián en la entrada de su zona. Al verlo el hombre lo miro con desdén y un poco de asco por su estado, pero no había una pisca de lastima todo lo contrario solo de pensar lo que había sufrido su mujer despertaba en el un instinto asesino y tuvo que repetirse mentalmente que si lo mataba Susana, se enojaría con el y no valía la pena pasar un mal momento por esta mierda.  

- Te vez .... de la mierda- Solté como algo natural -

-Tu - Se podía sentir el cansancio físico del hombre solo por el tono de su voz- Te divierte ¿No?-

- Realmente me da igual, si tuviera en mis manos te hubiera dado un tiro y listo - Soltó cada palabra con pereza - Así que agradécele a Susana, la oportunidad de aun respirar y sígueme-

- ¿A donde?- 

-¿ No buscabas a tu padre? Te guiare -

El hombre aunque desconfiado siguió a Maximiliano ¿Que mas podía perder? Estaba atrapado en el juego descabellado de esta gente sin posibilidad de pedir ayuda, herido y en un lugar aislado, así que pensó que por esta vez podría ser obediente siempre y cuando pudiera salvar a su padre.

Después de caminar mas de treinta minutos Maximiliano, se detuvo y miro al hombre que gemía con cada paso, levanto la mano y señalo un punto a solo unos dos kilómetros. 

-Allí termina el monte, yo que tu me apuraría no creo que el viejo aguante mucho mas-

Sebastián, miro el camino esperanzado y avanzó sin prestar atención ni a Max y mucho menos al camino frente a el. No fue sorpresa  para Maximiliano cuando vio al hombre ser tragado por la tierra y sacudió la cabeza con una sonrisa fanfarrona.

Se acercó al agujero que antes había sido tapado por hojas y ramas como una buena trampa para animales.

- Realmente eres idiota- Miro como un dolorido Sebastián gemía de dolor-

-Maldito bastardo - Apretó los dientes con desesperación por el dolor en sus heridas. 

Sebastián trato de ponerse en pie mientras miraba hacia arriba de donde venia la voz del hombre que lo había metido en este agujero.

- Tic toc tic toc, el tiempo se acaba - Hablo Max con burla - Solo me imaginó lo decepcionado que estará tu padre en sus últimos minutos de vida-

- !Cállate¡- Sebastián trato de sujetar las embarradas paredes del agujero y trepar para salir pero todos los intentos fueron inútiles, igualmente lo intentaba una y otra vez- 

- Es desesperante ¿NO? La verdad que no pensaba unirme a este juego, pero recordé una noche en donde Susana, se despertó angustiada de una pesadilla-  El se inclino en el pozo y hablaba con mucha serenidad- Los recuerdos la perseguían en sus sueños y ella me dijo que se sentía como estar en un agujero profundo y que cuando quería salir nunca llegaba y simplemente caía para volver a intentarlo sin éxito, entonces pensé que seria buena idea que experimentaras un poco de lo que sintió- Se alejo saliendo de la vista del hombre y hablo fuerte y claro para que lo ollera- 

- La noche esta al caer, si no llegas a tu padre en treinta minutos morirá como el perro que es - Y sin mas se marcho sin importarle los gritos de desesperación provenientes de dentro del pozo-

Max, camino por el sendero y llego al final del tupido bosque con tanta serenidad que fue imposible para las cuatro personas que lo esperaban allí no sentirse inquietos. Reina, que siempre era quien tenia la primera palabra inicio la conversación. 

- ¿Acaso lo mataste?  Eres tan aburrido , se supone que tenia que llegar al punto de encuentro respirando- Suspiro notablemente frustrad -  

Pero como siempre el hombre la ignoro y camino en dirección a su mujer para tomarla de la cintura y pegarla a el - Aun respira - Soltó cuando enterró su rostro en el cuello de la mujer- Habrá que esperar -

-El viejo se esta muriendo - Dijo Nelson, mientras su mirada caía en el hombre atado en el árbol-  

Cuarenta minutos después Sebastián, llegaba al punto final arrastrando una pierna y completamente embarrado. 

-Muy tarde ya murió- Dijo Susana al hombre que lloraba de rodillas - Para una próxima vida, te aconsejo que pienses en las consecuencias de tus actos - Sebastián levanto la mirada y se clavo en el rostro de la mujer que había hablado-

-¿Me mataras? No me mates , lo siento , lo siento mucho- 

- ¿Matarte? Mmmm ... Tu ya estas muerto - Una simple mirada a sus heridas bastaba para saber que así era-

- Vámonos- Susana, hablo a sus compañeros sin darle una mirada al hombre-

Todos partieron del lugar, dejando a Sebastián, a cientos de kilómetros de alguna posición segura. Solo quedaba esperar que sus heridas o que algún animal acabara con el, para venir a buscar su cuerpo y enterrarlo en una fosa que jamás seria encontrada en el basto y desolado lugar.  

Prepárate para mi venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora