Capitulo 33- Día extraño-

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Un día común en mi departamento, era levantarme temprano y manejar los asuntos de mi empresa desde mi comedor mientras desayunaba, aproximadamente dos horas después mi querida y revoltosa amiga se levantaría para desayunar ella y contarme su aventuras amorosas con mucho detalle. Luego seguiría la charla en donde me intentaría presentar a algún sujeto que conoció en la noche para que me lo tirara, según ella por mi falta de entusiasmo hacia el sexo opuesto. Así eran mis mañanas, hasta hoy.   

Mientras tecleaba mi computadora portátil, Reina parecía haberse levantado de un humor de los mil demonios. Y no lo decía por la patada que le dio al gato callejero que habíamos recogido hacia unos meses, claro que ni Salvaje no perdía oportunidad en clavarle las garras a mi amiga en cualquier momento pero ella jamás  había  pasado de insultar al animal. Luego de ver como su taza preferida salía disparada por la ventana, decidí preguntar.  

-¿Mala noche?- Su mirada callo en mi como si recién hubiera notado mi presencia-

- ¿Por que lo dices?- Suspire y seré la portátil, estos años también había adquirido buenos dones de siquiatra, eran necesario para sobrevivir a mi compañera-

- No lo se, talvez por esa patada casi mortal que le lanzaste al pobre michi o por los objetos que han salido disparados por la ventana, dímelo tu -

-¿Acabas de llamar a ese maldito gato del demonio, pobre? E visto panteras menos salvajes que ese animal- 

-¿Porque mejor no te sientas a mi lado y me cuentas que es lo que te sucede? - Solo falto el puchero para parecer una cría, luego sujeto su taza de café y camino de mala manera hacia mi- 

En realidad no lo se...  bueno si lo se ¡¡ Ese idiota!! - Y sin previo aviso el hermoso jarrón que se hallaba sobre la mesa fue derribado por un cojín del sillón - 

Las señales eran claras o solucionaba lo que sea que estuviera irritando a Reina o tendría que renovar por completo el apartamento.  

- Bueno empecemos por el principio ¿Quien es el idiota? Y luego me dices que te hizo-

-¿Acaso no lo viste como se contoneaba con esa rubia plástica anoche? Tu amiguito se estuvo manoseando enfrente de mi como si nada y pensar que no hacia ni dos días me pedía una oportunidad -   Ho santo dios, si cuando el rio suena es por que piedra trae -

-Bien estamos hablando de Nelson, el chico que a estado tras de tus huesitos en los últimos años y que tu rechazas contantemente ¿Verdad? - Su cara denotaba el reproche hacia mi persona, pero preferí seguir hablando- Y si no entendí mal eso que hizo anoche te molesto a este extremo, cuando tu y yo sabemos que siempre eres tu quien hace eso mismo con el ¿Voy bien?-

-¿De que lado estas?- Levante las manos en mi defensa-

-Del tuyo amiga, pero no entiendo ¿Acaso pensabas que el hombre se iba a quedar esperando por  toda la vida que tu te decidas? Reina, a que le tienes miedo-   

- No es miedo, solo no me siento segura de empezar una relación seria con el mejor amigo de mi hermano - Y ahí vamos de nuevo, una escusa sin sentido- Además lo siento Su, pero si relaciones se trata tu no eres la mejor consejera, no te lo tomes a mal pero hace cuanto no sales con un tipo solo por diversión o placer- Típico de Reina cuando no quiere hablar de algo le da vuelta la tortilla-  

-Bien tienes razon en ello, pero igualmente te aconsejaría que aclares que es lo que piensas hacer con Nelson ya que si no te iluminas otra podrá llevarse tu oportunidad- Antes de escuchar la contestación fuimos interrumpidas por el timbre de la puerta y como buena escurridiza que era mi compañera corrió a abrir solo para no afrontar la verdad de su corazon- 

Pero el Karma siempre llega y fue muy divertido ver la cara de mi amiga al encontrar del otro lado de la puerta al hombre dueño de sus enojos y rabietas, junto a el jefe. El portazo fue instantáneo junto a mi carcajada y la sarta de malas palabras que lanzo mientras se dirigió a su habitación.

Me tomo un minuto calmarme y dirigirme a volver a abrir la puerta, encontrando a Maximiliano desconcertado y a un pobre Nelson casi deprimido.

- ¿Que diablos le pasa a la loca de mi hermana? -

- Le bajo la regla, tu sabes - Dije aun divertida -Adelante -

- Que maldito carácter- Susurro el jefe mientras miraba de reojo a Nelson -Espérame en el auto- Si dirigió a su amigo con esa voz que no dejaba espacio para dudar en obedecer, aunque era extraño haberlo traído a mi puerta para luego expulsarlo de esa manera. -

Le ofrecí una taza de café que acepto mientras se sacaba la chaqueta y se sentaba en el sillón, por lo visto tenia que hablar conmigo de algo importante, pero por alguna razon hoy sentía que su mirada me recorría de una manera mas insistente.   

-¿Siempre recibes a tus invitados así?- No entendí su pregunta y lo mire con curiosidad, el me señalo con el dedo de arriba a bajo - Ese piyama es muy pequeño-

No entendía en su totalidad llevaba un short y una remera ajustada estaba segura que muchos de los vestidos que usaba en el Pandora mostraban mas piel que esto, así que pensé que se refería a la educación de atender a la gente en estas pintas ya pasado las diez de la mañana.

- Iré a cambiarme si te molesta - El solo negó y recibió la taza de café que le extendí - 

-Solo necesitaba informarte de unos cambios de planes, viajaremos a Nueva York antes de lo previsto- Eso me alarmo se suponía que viajaríamos en dos semanas para comenzar con el plan que llevábamos muchos meses planificando  en contra de Adam y su gente-

-¿Sucedió algo?- Como siempre la atmosfera al rededor de Maximiliano era de una calma aterradora que lograba hacerme erizar como si estuviera en el polo norte-  

- Nada muy significativo, Anabela ya puso fecha para su boda -

-Ho, eso si fue rápido-

-Bien saldremos en una semana - Se levanto y coloco su chaqueta y camino hacia la puerta, pero antes de salir por ella volvió hablar- No le vuelvas abrir la puerta a ningún hombre con esas ropas, es una orden-

Como una idiota me quede parada en el lugar ¿ Que mierda había sido eso? Sabia que el jefe era extremadamente correcto, jamás lo había visto en alguna situación incomoda o que lo comprometiera pero darme una orden por mi vestimenta me parecía mucho. 

Hoy era un día extremadamente raro.

Prepárate para mi venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora