CAPÍTULO 26

9 5 6
                                    

DOLOR ETERNO

No estaba muerta. Centímetros más arriba de mi cabeza, la bala había impactado causando un boquete en la puerta. Respiré tranquila, pero para cuando la observé a ella, la espada de Kilian sobresalía en su estómago. Sialne cayó al suelo muerta en frente de mí.

Kilian, con la espada empuñada, estaba de pie con la respiración entrecortada y algunos rasguños en la mejilla. Pero no tantos como las heridas que yo tenía.

¿Eso era todo? Mi abuelo y mi tía malvada muertos. ¿Era así como tenía que acabar?

Kilian se abalanzó sobre mí, sus brazos me levantaron del suelo, pero apenas podía mantenerme dos segundos en pie sin perder el equilibrio. Por lo que caí hacía atrás y él me cogió al vuelo.

-Eh, Leyla, tenemos que marcharnos, tienes que caminar. Los vecinos habrán oído todo.

-No. Pero mi abuelo.

-Está muerto Leyla. No hay marcha atrás. Vámonos.

-¿Adónde?

-A casa. Te llevo al Reino de Luz.

-No. ¡No! -me alejé de él. -Sé a donde podemos ir. La última casa del pueblo.

-No Leyla. Se acabaron las expediciones. Han intentado matarte tres veces mínimo, y no siempre voy a estar ahí para salvarte. Volvemos a casa.

-No, por favor, Kilian. Una última oportunidad. ¿Confías en mí?

La decisión tomaba vigor en la mirada de Kilian. Dos bandos en su interior cobraban una lucha, de la que esperaba que uno de ellos ganara en mi favor. Desvió sus ojos a ambos lados observando el panorama y regresó sus pupilas ante mí.

-¿Puedes caminar?

Sonreí. No habría pensado que pudiera sonreír en una situación así. Asentí y me levanté con su ayuda. Kilian pasó su brazo por mi cintura y yo el mío alrededor de sus hombros, así me fue mucho más fácil correr sin tambalearme por la conmoción del golpe. Llegamos a donde estaba pegaso, ambos nos montamos y galopamos a toda velocidad rodeando todo el pueblo para evitar ser vistos.

Tuve miedo. Nunca había tenido tanto terror en mi vida. Ni cuando vi el cuerpo de Emery. Había sentido que mi vida iba a acabar en pocos segundos, como si el reencuentro con mi madre se acercaba. Si no hubiese sido por Kilian, no sabía que habría pasado.

Aun tenía miedo, mis manos temblaban en el estómago de Kilian donde estaba apoyada. En algunas ocasiones me preguntó si estaba bien, pero yo era demasiado cobarde como para decir que no.

Al llegar al final del pueblo, bajamos del animal y no fue muy difícil reconocer una casa oscura a la que nadie parecía importarle la limpieza. Kilian llamó a la puerta varias veces con fuertes golpes, hasta que a la quinta vez una mujer con el pelo rubio descuidado nos atendió con expresión grotesca.

-¡No molestéis niños! -nos gritó y empujó la puerta para volver a cerrar.

Antes de que nos pegara un portazo, introduje mi pie en la rendija de la puerta y la mujer volvió a abrirla mosqueada.

-Soy Leyla, la hija de Selene.

Los ojos de Paris se abrieron de par en par.

-Entrad. Rápido. -nos indicó y no cerró la puerta sin echar un vistazo a ambos lados para comprobar que nadie nos hubiera seguido.

Después, echó cinco cerraduras y nos miró de abajo arriba. Hasta ese momento no me había percatada de nuestro aspecto, estábamos lleno de magulladuras y yo de sangre por todas partes.

Eclipse de Sol [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora