UN LADRÓN ENTRE NOSOTROS
Nada más abrir los ojos, volvía a encontrarme en la habitación pasada de Emery, todo estaba en su preestablecido orden. Emery estaba tan solo dos metros más alejada de mí, con su vestido de coronación puesto y con dos mechones de su cabello trenzado, mientras que el resto descansaba suelto. Estaba sentada en su tocador colocándose las últimas joyas, y desvió su atención al paso del día. Ya casi se podía ver al completo el Eclipse de Sol, por lo que la gran oscuridad que acontecía en el reino solo significaba una cosa.
Debía quedar aproximadamente diez minutos para su salida, y seguramente estaría aprovechando los últimos instantes de libertad antes de tener que soportar todo el peso de la corona. Ella estaba preciosa, admiré con esplendidez ese broche de Sol y Luna que tanto me encantaba. Le quedaba fascinante.
De repente, el viento que entró por la ventana apagó todas las velas, por lo que apenas se veía en la habitación. Pegué un salto hacia atrás cuando otro portazo reinó el gran silencio de la habitación. Emery también soltó un respingo y fue corriendo a la ventana para cerrarla e intentar encender de nuevo las velas. Cuando la luz dominó otra vez la estancia, ambas miramos alrededor.
¿Qué había sido ese portazo?
Al apreciar el rostro de mi hermana más de cerca, observé el gran terror que plasmaba su mirada. Ella sabía que algo no andaba bien, ella sabía que algo estaba por ocurrir. Y quizás fue eso lo que me impidió reaccionar en el momento que alguien apareció de la sombra del armario para atacar a mi hermana, quien, sorprendida, resbaló hasta caer al suelo.
Hice todo mi esfuerzo en identificar al culpable, era esa persona. Era el asesino. No obstante, estaba vestido de negro por lo que apenas se apreciaba su figura, y en su cabeza estaba recubierta con un gorro negro cubriéndole todo el rostro.
Aun así, no quería rendirme, debía de haber un modo para destaparle. Y otra sorpresa más llego cuando un pinchazo en la espalda me hizo caer de espaldas junto a mi hermana. Era como una fuerza muy potente, que por más que intentaba levantarme, me agarraba de las extremidades para pegarme al suelo. Luché y luché contra mi interior, pero era imposible.
A mi lado, Emery hizo el afán de levantarse, y lo habría conseguido de no ser que el asesino la volvió a empujar, esta vez con más fuerza.
- ¿¡Quién eres!? -le gritó mi hermana.
No respondió, se limitó a permanecer de pie frente a su cuerpo.
Ya notaba las lágrimas descender por mis mejillas. Mi hermana estaba a punto de morir y yo no podía hacer nada para impedirlo.
-Por favor, no lo hagas. Sea lo que sea, hay más opciones. -le rogó Emery.
Sin embargo, ella permanecía fuerza. No hubo sollozos, no hubo duda, solo seguridad en sus palabras, como si supiera quién se escondía debajo de esa máscara. El asesino negó con la cabeza, y sacó un objeto afilado de su bolsillo. Era una daga.
No entendía por qué Emery no se levantaba para escapar, hasta que me percaté de la sangre que chorreaba por su frente. Debió hacerse la herida al caer por culpa del asesino, y seguramente apenas tendría fuerzas para siquiera reaccionar.
-Estás cometiendo un grave error. -volvió a mencionar Emery.
Y solo fue en el momento que el asesino le clavó la daga en el abdomen a mi hermana cuando me retorcí de dolor. Fue como si el dolor que sintió ella por el golpe, yo lo percibiese por dos. Era como ser ella, y tenía sentido al haberme introducido en sus recuerdos.
Grité de dolor. Aunque mi cuerpo solo quedó tendido en el suelo. Con mis ojos enfocados en el techo, y próxima al cuerpo sin vida de mi hermana, escuché los pasos alejarse y el sonido de una puerta cerrarse.
Hubo una lucha interna en mí, sobre si quedarme con ella o marchar. Recordé las palabras del espíritu de mi hermana, no podía zafarme al pasado, sino podría quedarme atrapada para siempre en sus recuerdos o peor. Solo me quedaba aceptar su muerte y marcharme con las manos vacías.
El dolor de espalda de nuevo acontecía. Estaba a punto de marcharme. Solo tuve la oportunidad de girar la cabeza a duras penas para observar el rostro de mi hermana, por donde una pequeña lágrima descendía.
Lo último que vi fue laausencia del broche dorado de Sol y Luna. El asesino se lo había llevado.
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Eclipse de Sol [Terminada]
FantasiEl Pentágono del Equilibrio era un conjunto de islas reinadas por diferentes dioses con el objetivo de conseguir el orden. No obstante, en el reino de Luz, la muerte de la heredera al trono genera revuelo en la ciudad. Leyla se ve obligada a buscar...