Eclipse de Sol [Terminada]

CAPÍTULO 24

SECRETOS AL DESCUBIERTO

Terminé el relato. La expresión horrorizada de Emery me confirmó mis sospechas.

-Dios mío Leyla, padre te va a matar.

Tragué saliva espantada. Era cierto, y por eso no debía encontrarnos.

-Ya, bueno, lo que sea. Tienes que ayudarnos a encontrar el sitio del que te he hablado. -le rogué.

-A ver si lo he entendido. ¿Me estás pidiendo que me recorra tierra y mar para encontrar el lugar donde se crio nuestra madre y poder hablar con su amiga Paris?

-¡Exacto! -dijimos Kilian y yo al unísono.

-Pero ¿sabes siquiera si está viva?

-Pues no sé, supongo. Si el agua me enseñó ese lugar es porque quiere que vaya allí. Además, no tenemos más pistas que seguir, es nuestra única solución. Por favor, Emery, eres nuestra última opción para llegar al fondo de todo este asunto. Sé y tengo claro que tu asesino y todas las muertes de inocentes están conectadas por algo, solo necesito algunas pistas más.

Emery resopló. Miró a los lados pensativa.

-Leyla, es peligroso. ¿Te das cuenta en el lío en el que te has metido?

-Perfectamente, y acepto los riesgos.

Esta volvió a negar con la cabeza. Sin duda, tenía sus desventajas, pero ya me había arriesgado mucho como para rendirme a mitad de camino.

-Siento interrumpir. -añadió Kilian. -Pero Leyla ha luchado muchísimo durante las últimas semanas por todo esto. Ha engañado a vuestro padre, ha arreglado los asuntos, se ha escapado de una guardia entera, la han herido y ella seguía luchando, ha nadado por primera vez, se ha bañado en el agua bendita... Y todo eso, con el objetivo de hacerte justicia. Creo que ella sabe más que suficiente los riesgos que implicaba todo esto.

Y ahí estaba él de nuevo, nunca hubiese imaginado que Kilian, el mismo que mi tiraba al suelo una y otra vez en los entrenamientos de espada o se burlaba de mí, iba a defenderme de aquella manera.

Finalmente, Emery aceptó la idea. Tramamos un plan, en lo que restaba de noche, Emery volaría por todos los territorios buscando la descripción del lugar con la ayuda de un dibujo que le hice, mientras tanto, Kilian y yo descansaríamos hasta la mañana, con la esperanza de que Emery hubiese encontrado el destino.

Al amanecer, nos despertamos esperando la llegada de Emery, que así fue. Y gracias a Dios, dio con el lugar, pero el único problema era que formaba parte de tierras humanas. Y tenía sentido, al fin y al cabo, mi madre no procedía de raíces de la realeza, era una humana como otra cualquiera. Así que, preparamos las cosas y nuestro pegaso estaba preparado para el largo viaje.

-Creo que será mejor esta vez que yo vaya delante. -sugirió Kilian. Obviamente, se refería a la última vez que yo lideré y casi morimos.

No le discutí, nos montamos y estábamos a punto de despegar cuando observé que Emery no tenía intención de venir con nosotros.

-¿No vienes? -le pregunté.

-No. Me gustaría investigar por mi cuenta, creo que vosotros tenéis bajo control el asunto.

-Está bien. -asentí. -Si encuentras algo, ya sabes cómo encontrarnos.

Finalmente, recorrimos los cielos. Era realmente increíble la vista desde arriba, donde se observaban las once islas dispuestas en forma de pentágono. Todo el paisaje era hermoso, excepto las ruinas de la Isla Soledad, que, desde la lejana distancia, se observaban las consecuencias de la terrible guerra del pasado.