Capítulo 74: Despeinada y marchita

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— Ciudad Férrica, Hoenn —

Bajo un grisáceo cielo, la escuela pokemon de ciudad férrica recibía la nieve en toda su fachada, acogiendo un vibrante enfrentamiento.

Entre gritos y explosiones, las gradas tenían a varias personas observando el duelo sin parpadear.

No obstante, había alguien que estaba más preocupado en su teléfono que en el combate. Ese alguien era Clant, quién se encontraba tratando de marcar al teléfono de Tamie sin mucho éxito.

"Está ocupado... ¡Rayos!" -Dijo Clant en su mente.

El chico refunfuñó y tomó su celular con fuerza.

— Pueblo Paleta, Kanto —

Desde la puerta corrediza para llegar al patio, Ash veía desde el cristal a los pokemon convivir en el jardín, pues, una gran carpa impedía que la nieve cayera sobre el césped.

Mientras observaba eso, Ash parecía estar hablando por teléfono, ya que, tenía su celular en su oreja sujetado con su mano.

—Llamada—

"Así que... hablaste con la enfermera Sharon recientemente, ¿Alguna novedad?" -Preguntó Ash en tono serio.

Desde su camilla en el hospital de mayólica, Tamie de igual forma estaba con el teléfono en su oreja.

Ante la pregunta de Ash, la chica tomó algo de aire, y, con un semblante sereno le respondió.

"Si, me estuvo comentando sobre los resultados de los exámenes que me hicieron... y pues, hay bastantes novedades, si.." -Contestó Tamie.

"Ahh, de acuerdo... Y...¿Cómo cuáles?" -Preguntó Ash con cierto tono de preocupación.

Otro suspiro se escuchó por la bocina, para así, dar paso a un lío en la mente de la albina, pues, lo que iba a decir era muy delicado y de cierto modo podría afectar a su amigo.

"Bueno... mira, para empezar... ella me lo dijo con palabras sutiles, pero, básicamente, me detectaron células malignas en mi organismo (Otro suspiro más se hizo presente, realmente le costaba decirlo)... Lo que significa es que tengo una enfermedad terminal bastante avanzada... En pocas palabras, padezco de cáncer de pulmón." -Con tono serio, Tamie sentenció las últimas palabras que punzaron el cuerpo de Ash como si fuesen cuchillos.

El azabache no sabía cómo reaccionar, estaba en shock, su ojo derecho parpadeó un poco y su expresión boquiabierta denotaba su gran asombro... Hasta que, su mano izquierda agarró su cara con fuerza en señal de que algo malo pasó.

Con impotencia, tristeza y asombro, el chico escuchó de nuevo la voz de Tamie.

"La quimioterapia me exige cortarme el cabello totalmente, pero, mi cabello es sagrado para mí, por eso no lo peino ni lo corto... Así que me he negado." -Siguió Tamie.

Pero, la chica no encontró respuesta, pues, del otro lado del teléfono, Ash se encontraba aún en shock.

"Ehh ¿Hola? ¿Estás ahí, Ash?" -Preguntó Tamie preocupada.

Un tímido y suave: "S-si.." proveniente del azabache se escuchó por el teléfono.

"Sé cómo debes sentirte, ¡Pero hey! Al menos tendrás otra excusa para venir a visitarme jeje..." -Dijo algo nerviosa y sin estar muy convencida.

Al no escuchar respuesta, ella entendió rápidamente y dijo: "Bien, dejaré que lo asimiles y te llamaré luego, ¿Bien?" -Dijo Tamie con un tono alegre y amigable, aunque, notablemente fingido.

Después de que Ash afirmara con otro: "Si..." la llamada se cuelga.

Ash quedó con la mirada perdida, se sentó en el banquillo que había ahí, dejando caer el teléfono al sujetar su cabeza con sus manos, quedando a la deriva en un mar de impotencia e incertidumbre.

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