UN NUEVO COMIENZO ©.

*DIECIOCHO*

-¿ Liam ? - Pregunté extrañada - ¿ Que haces en la puerta de mi casa?

Se supone que cuando llegan visitas a tu casa, son visitas de tu agrado y las invitas a pasar y a compartir contigo en tu casa. En mi caso, es lo contrario; lo único que esperaba era que se fuera de mi casa. A decir verdad ni tenía idea porque estaba aquí.

Tal vez quería que lo acompañara tra vez a comprarle un vestido a su prometida; pero eso no iba a pasar; no iba a quedar como una estúpida otra vez

- Quisiera hablar contigo - exclamó - ¿Estás ocupada?.

- Estaba comiendo - Dije levantado mi plato para que el lo viera - Pero se me quito el apetito.

Termine de abrir la puerta de la casa y así invitarlo a pasar a la sala; Liam se sentó en el primer sillón que encontró en su camino; en mi caso; no quería sentarme quería estar de pie.

Al tener a Liam enfrente de mi causó una sensación muy rara en mi cuerpo y emociones, estaba extrañada por su visita pero feliz de tenerlo aquí.

Tal vez no debería de pensar eso, Liam es un hombre comprometido. Pero es que por más que lo oculte, una parte de mí cuerpo y alma siempre le van a pertenece a él.

- Danna, se que nos hemos separó mucho pero... - murmuró sin quitar sus ojos de los míos - Te vengo a pedir disculpas.

¿Disculpas? ¿Liam Disculpándose? ¿ Es una broma?. Mi cara de confundida mezclada con asombro hizo que a Liam se le escapara una sonrisa.

- No entiendo. - Exclamé, dejando el plato donde estaban mis tostadas en la mesa principal de la sala - ¿Vienes a pedirme disculpas? ¿De que te estas disculpando?

- Me disculpo por lo de la otra vez por llevarte a la tienda de vestidos - Dijo mirándome a los ojos - Me disculpo por meterme en tu relación con tu novio, y me disculpo por toda las idioteces que te he hecho.

¿De donde saco Liam que Thomas es mi novio?

- Son bastantes - Exclame con una sonrisa y al parecer a Liam también le dio risa y me regalo otra hermosa sonrisa.

Tome un profundo respiro y sin apartar mis ojos de los ojos de Liam, acepte sus disculpas.

- Si acepto tus disculpas - exclamé con una sonrisa - Pero Thomas no es mi novio, solo somos amigos. Y me parece un acto muy responsable que reconozca todas las veces que has cometido idioteces.

- El tiempo te ayuda a reconocer tus errores - Dijo Liam, y acto seguido se llevó su mano derecha para uno de los bolsillos de su chaqueta. Pude ver como de la misma sacaba un sobre - Esto es para ti

¿Para mi? Agarre el sobre de las manos de Liam, y lo primero que se me vino a la mente; fue que tal vez sería otra carta que Liam me había escrito, esas hermosas cartas donde el explicaba todo lo que sentía.

- Es la Invitación a mi boda - Exclamó.

Mis ilusiones se fueron al piso y mi cara fue la expresión de eso; espero que Liam no lo haya notado.

- La boda es en dos semanas - Dijo Liam llevándose las manos a los bolsillos de su chaqueta.

¿DOS SEMANAS? Imposible.

En dos semanas se casa el hombre que amo, la persona que hace cinco años fue mi novio y la persona con la que más tuve ilusiones.

Tenía muchas ganas de llorar.

- Felicidades .... - Exclame tratando de contener esas lagrimas que querían salir- Falta poco para tu boda.

Desde que llegue de España, me he pasado todos días haciendole creer a mi cerebro y corazón que ya Liam no significa nada en mi vida; pero es mentira; Liam es todo para mi.

Extraño estar en los brazos de Liam, extraño sus besos y labios, su manera de hacerme perder la locura en segundos. Tal vez pueda engañar a las personas, pero no me puedo seguir engañando a mi.

- ¿Estás bien Danna? - Exclamó Liam

- Si - respondí con una pequeña sonrisa - Estoy muy bien.

MENTIRA.

Estaba triste, muy triste y lo único que quería en esos momentos era ir a mi habitación y llorar.

- Te conozco Danna - Dijo Liam con pasos firmes a mi dirección - Y se que no estás bien, en tus ojitos se te ve lo triste que estás mi fresita.

Liam se encontraba a pocos centímetros de mi, y sin pensarlo dos veces, terminé con el poco espacio que quedaba entre nosotros y lo abracé.

Al principio Liam tardo en responde a mi abrazo pero luego lo hizo, y pude sentir como también el necesitaba ese abrazo.

Un abrazo sincero, lleno de amor y perdón. Y así estuvimos varios minutos, solo nosotros dos.

- Lamento haberte causando tanto dolor - Exclamó Liam - No te mereces nada de esto.

En ese momento supe que era tiempo de separarnos y que cada quien estuviera en su espacio.

- No te disculpes - Murmuré - Al menos uno de los dos encontró la felicidad.

Pude ver como Liam mostraba una sonrisa un poco triste y sin brillo.

- Todavía no lo entiendes ¿Verdad? - Exclamó Liam acercándose hacía mi y rompiendo el pequeño espacio que había entre nosotros - Tu eres mi felicidad.

Y sin más; pude sentir los labios de Liam sobre los míos. Tarde en responder a su beso, sin embargo, lo terminé aceptando. Le dí pase a los besos de Liam, un beso delicado, un beso que he extrañado todo este tiempo.