*DOS*

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Eran las 2 de la madrugada cuando llegue  Seattler, al bajar del avión tuve que esperar a que mi maleta pasala por la maquina rotatoria donde sale el equipaje.

Mientras esperaba la maleta, encendí mi celular y le avise a Diana de que ya habia llegado. Lo más seguro es que me respondiera más tarde.

Una vez con mi maleta, salí del aeropuerto y buscando una linea de taxi para que me llevaran a casa. Despues de unos pocos minutos, encontre un taxi y el señor me ayudo con la maleta, le di la dirección de mi casa y el camino fue silencioso y rápido.

Muchos recuerdos me invadieron al ver las calles de Seattler otra vez. A los pocos minutos estaba enfrente de mi casa. No habia cambiado mucho, el señor me ayudo a bajar las maletas y luego despues de un rato se fue.

Dure aproximadamente 5 minuto pensando si era buena idea tocar el timble a estas horas, pero a los minutos me dirigi a la puerta y toque el tiemble. Despues de unos minutos pude ver con la luz de la cocina fue encendida y al rato como la puerta era abierta, dejando ver una Marta practicamente con los ojos semi abierto.

No fue necesario decir nada, ya que al abrir la puerta pude sentir sus brazos dandome un fuerte abrazo y las palabras pasaron a un segundo plano.

- Mi niña Danna, has vuelto a casa - dijo con lagrima en los ojos.

Mis lagrimas comenzaron a salir sin darme cuenta, despues de tanto tiempo la habia extraño.

- Si Martica, he vuelto.

Duramos unos minutos en un abrazo, para que luego me ayudara con mis cosas y entraramos a la casa. Al entrar en la casa me pude dar cuenta de que todo estaba igual y como lo recordaba.

- Que bueno es tenerte otra vez con nosotros - la voz de Marta me saco de mis pensamientos - No sabes cuantas veces soñe que volverias.

Ella me habia extrañado y yo más a ella, y de la nada me vinieron todos los recuerdos de Martas y mios. Ella fue la que desde pequeña me cuidaba, me atendía para mi era más que una trabajadora, para mi era como parte de la familia.

- Me alegra volver a verte, despues de todo este tiempo. - exclame - Estoy un poquito cansada, voy a dormir un rato.

- Claro, te ayudo a llevar tus cosas a tu habitación.

Y sin más las dos nos dirigimos a mi habitación con mis cosas, tratando de hacer el menor ruido para no despertar a mis padres ni a mi abuela.

Al entrar en mi habitación, todo esta igual excepto por una pequeña caja que de encontraba encima de mi cama.

- ¿Y esa caja que es? - le pregunté a Marta, mientras yo me quitaba los zapatos.

- Esa caja tiene algunas cartas que te ha escrito una persona - exclamo - Durante estos cinco años que no estuviste y yo te las guarde, por si algun día regresabas.

Quite la caja de mi cama y la coloque en la mesita que estaba al lado de mi cama, en estos momentos no estoy para leer cartas que tal vez me traigan recuerdos del pasado.

- Te dejo para que puedas descansar, nos vemos mañana mi niña.

- Igual, descansa - exclamé acostandome en mi cama.

Estaba muy cansada y no me fue dificil quedarme dormida. Había tenido un día muy largo y agotador.

                               **********
La luz del sol al traspasar por mi ventana fue lo que me desperto, lo primero que hice fue ver mi celular y darme cuenta de que tenia 2 mensajes de Diana, que eran las 11 de la mañana y que tenia mucha pero mucha hambre.

UN NUEVO COMIENZO ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora