*TRES*

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- Liam...-susurré.

Su boca se arqueó en una  media sonrisa.

- Annalise - exclamó en forma de respuesta.

Un segundo, esto tenía que ser un sueño ¿no?.

Es decir, Liam estaba... él estaba ahí de pie frente a mi, después de todos estos años, mirándome como si encontrarse conmigo fuese algo que pasaba todo los días.

Su rostro seguía siendo exactamente el mismo, a excepción de sus facciones que se había profundizado y ahora parecían más maduras que antes, resaltando su masculinidad. Sus ojos verdes conservaban aquella misteriosa  y perversa mirada, sin mencionar aquella atractiva sonrisa en sus labios que seguía siendo la misma a pesar de los años.

- ¿Qué...qué estas...?- mi corazón comenzo a latir muy deprisa y no pude evitar sentirme como una idiota al no lograr que las palabras salieran de mi boca.

Sonrió al darse cuenta.

- ¿Quieres ir a sentarte?

Sentí como mi rostro se calentaba pero aún así, asentí.

Después de sentarnos en una de las sillas que se encontraban en el pasillo, fruncí el ceño y me gire para mirar a Liam directamente a la cara. Lo primero que me dijo mi subconsciente después de salir de su severo aturdimiento fue; golpéalo. Golpéalo fuertemente hasta asegurarte de que es real.

- ¿Y hace cuanto estas en Seattler? - me preguntó finalmente.

Vamos Danna, espabila. Acaba de hacerte una pregunta.

- Llegue hace un par de horas - exclamé - ¿Tu que haces en la empresa de mi abuela?.

- La empresa de mi familia y la empresa de tu abuela son socias - murmuró - Y yo soy el que represento la empresa de mi familia.

Eso significaba, que yo si  aceptaba representar la empresa de la abuela también tendria que trabajar con Liam.

Otra perfecta razón para no aceptar el trabajo de la abuela. Lo mejor que yo podía hacer por mi en estos momentos es regresar a España y olvidar todo esto.

- Yo me tengo que ir - dije levantandome de mi lugar. - Hasta luego.

Y sin más me dirigi al ascensor, a los pocos minutos este abrio sus puertas pero la voz de Liam hizo detenerme antes de montarme en el ascensor.

- Fue un gusto volverte a ver, después de todo este tiempo - exclamó dirijiendome a la oficina de mi abuela.

En cuestión de minutos ya me encontraba afuera del edificio y me fui hasta donde esta el auto; donde seguramente estaria Josh.

Todo estaba pasando muy rápido y no sabía como actuar delante de todo esto, estaba nerviosa; por primera vez en mi vida después de tanto tiempo no tenia ni idea de lo que iba a hacer con mi vida en estos momentos. Una parte de mi se queria devolver a España pero la otra parte queria quedarse en Seattler.

- Llevame a casa Josh, por favor - exclamé montandome en el asiento de atras del auto.   

El camino a la casa fue silencioso, estaba pensando todo lo que acababa de pasar. No podía aceptar el trabajo de la abuela, no estaba lista para ver a Liam otra vez, a decir verdad no estaba lista para nada de esto.

                                    *************

Al llegar a casa subí a mi habitación, queria estar sola necesitaba pensar.

¿Que carajo voy a hacer?.

mi mente esta hecha un remolino donde nada esta claro y menos ahora que tengo en mis manos documentos sobre mi pasado.

UN NUEVO COMIENZO ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora