Devolviéndole el orgullo a un grupo de refugiados
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Cron 7:14
Hubo un tiempo en que los israelitas necesitaban desesperadamente volver a analizar su pasado. Sus antepasados habían sido arrancados de sus hogares, castigados y arrastrados en cadenas para servir como esclavos en un país extraño. En Babilonia, una nueva generación creció sabiendo poco de su pasado israelita: de su pacto con Dios, del linaje real prometido y del magnífico templo de Jerusalén.
Cuando finalmente los cautivos israelitas recibieron permiso para regresar a su patria, todo lo que encontraron fue una pila de escombros. En la Edad de Oro de Israel, la gente había viajado cientos de kilómetros para contemplar la majestuosidad de Jerusalén y de su templo. Pero los refugiados se espantaron al ver que ni una piedra del templo permanecía en su lugar. Las vigas labradas habían sido destruidas a hachazos, el oro y el marfil habían sido arrancados y el mobiliario rematado o destruido.
En la zona circundante a la ciudad, aldeas enteras habían desaparecido. Los servicios religiosos vitales no habían sido celebrados durante setenta años. La cultura judía corría peligro de desvanecerse poco a poco.
El libro de Crónicas fue escrito para los refugiados que regresaban. Para ese grupo de gente desalentada, el autor recopila los días de gloria de Israel. Él quería devolverles el orgullo en el pasado de Israel y darles esperanza para el futuro.
La historia bajo una nueva luz
Crónicas (tanto el primer libro como el segundo) es, por lo tanto, una nueva narración de la historia, comenzando desde el principio mismo, con Adán, La mayoría de los personajes nos resultan conocidos, pero Crónicas coloca las historias antiguas bajo una nueva luz. Su autor no se limita a repetir los hechos. Él le está brindando a los refugiados un mensaje de esperanza, una palabra movilizadora.
Hay quienes acusan a Crónicas de ser una historia "blanqueada", especialmente si se la compara con los otros libros históricos de la Biblia. Es cierto que el libro apenas menciona las grandes faltas de los israelitas, —no dice nada de los errores de David o de Salomón, por ejemplo. Cabe suponer que los refugiados habían oído bastante acerca del lado oscuro del pasado reciente de su nación; los libros de Samuel y Reyes, que sin piedad exponían tales faltas, habían estado a su alcance durante años.
Asimismo, Crónicas pasa por alto al Reino caótico del Norte, Israel, y la guerra civil que Judá libro contra el mismo. Nada había quedado de las diez tribus dispersas del norte, y el libro no dedica mayor espacio a su consideración. En vez de ello, Crónicas busca un nivel más alto y trata de restaurar el orgullo en los ideales originales de la nación.
Una esperanza en la distancia
Los reyes buenos de Judá, ocho en total, dominan el relato: casi dos tercios de 2 Crónicas están dedicadas a sus reinados. Crónicas centra su atención en la relación especial que Dios tenía con los israelitas, trayendo a la memoria el pacto que había dado surgimiento a su edad de oro. Repasa las reformas llevadas a cabo por cada rey y, por sobre todo, centra su atención en el templo, la casa donde reposaba la presencia de Dios. Si Dios había vivido entre ellos en el pasado, ¿no podría volver a hacerlo?
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Profundizaciones de la Biblia (Antiguo Testamento)
Non-FictionCuando compran algún electrodoméstico o algún dispositivo, es común que traiga un manual de uso. Y que este mismo haya sido escrito por el inventor de tal dispositivo; con el propósito de que se le de un adecuado uso, y para que lo disfrutes al máxi...