𝑬𝒍 𝑷𝒂𝒄𝒕𝒐

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¿Qué diferencia hace una tabla de piedra?

Ahora, pues, si diéreis oído a mi voz, y guardáreis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos. (Éxodo 19:5)

Muchos estudiosos llaman a los siguientes capítulos el eje sobre el que gira todo el Antiguo Testamento. Los israelitas habían sido convocados por el sonido de trompetas ante una montaña que se sacudía y humeaba; estaban por recibir algo único en toda la historia: un documento de piedra que tenía que ser colocado en el mueble más valioso de la nación, el Arca del Pacto. ¿Qué era lo que hacía que esta tabla de piedra fuera tan valiosa? El "pacto" que dicha tabla sintetizaba era sagrado y estaba firmado por el dedo de Dios mismo.

Sin embargo, si alguien simplemente tomase el libro de Éxodo y comenzase a leer el contenido del pacto, tendría dificultades para entender el porqué de tanta agitación. El pacto empieza con los conocidos Díez Mandamientos. De ahí procede a exponer reglas sobre maldecir a los padres y romperse dientes, extrañamente mezcladas con reglas sobre tasas de interés y sobre cocer a los cabritos en la leche de sus madres. Después de todo, ¿qué hay de especial en las leyes e instrucciones que aquí se describen?

Dado que actualmente no nos comunicamos por medio de tablas de piedra, podríamos reformular la pregunta, "¿Qué hizo que una tabla de piedra fuera tan valiosa?" y decir, "¿Qué es lo que le da valor a un pedazo de papel?" Visto bajo esta luz, la sociedad actual, como la de los israelitas, le atribuye un gran valor a ciertos papeles.

Constitución

Cada país tiene guardado en algún estuche especial, ubicado en algún edificio o museo especial, un pedazo de papel que es considerado el documento más valioso de ese país. Se trata de la Constitución. Existen también medidas de seguridad para salvaguardar a dicho documento de la destrucción. Pero el valor de la Constitución poco tiene que ver con el dinero; su importancia real sale a la luz allí donde la Corte Suprema de Justicia atiende cientos de casos.

Cada caso ha ido pasando por juzgados de menor importancia a través de un proceso arduo y costoso; ahora sólo resta tomar una decisión. Lo que la Corte Suprema decida pasará a ser la ley del país. Y la Corte Suprema de Justicia basa su decisión en una autoridad final: La Constitución. Si los miembros de la misma juzgan una ley es "constitucional", la misma permanecerá. Si no, perderá vigencia.

Para Israel, el Pacto se convirtió en su Constitución. Los detalles de la ley surgieron en tres lugares principales: aquí en el Sinaí (Exodo y Levítico), durante su peregrinación por el desierto (Números) y en las planicies de Moab (Deuteronomio). El código legal completo abarcaba desde las grandes medidas de la política nacional hasta las pequeñas disputas acerca de cómo vivir juntos. Dios estaba creando una cultura completa para un grupo de peregrinos sin hogar. En total 613 mandatos separados ordenaron su vida política, social y espiritual.

Las demás naciones se veían hostigadas por el carácter impredecible de sus dioses. ¿Quién podía decir qué era lo que podía disgustarle o agradarle? Pero debido al Pacto, los israelitas sabían exactamente qué era lo que Dios requería y en qué posición estaban ante él. Tenían bases para la confianza y la seguridad que sentían como nación.

Para Israel, el Pacto establecía su nacimiento como nación. Dios dijo que había escogido a los israelitas como a su tesoro especial (19:5-6). El quería una nación diferente de todas las otras, una sociedad modelo centrada en su entrega a él. Necesitaba un pueblo puro, que se mantuviera separado.
Los siguientes libros de la Biblia presentan las obligaciones pero también las recompensas, por ser el pueblo escogido de Dios, su "familia". Si obedecían, los israelitas vivirían libres de enfermedades, sus cosechas serían abundantes, sus mujeres tendrían muchos hijos, sus ejércitos saldrían victoriosos, en síntesis, disfrutarían de un bienestar y seguridad nacional sin precedentes (23:20-28). El Pacto definía esos beneficios todo por haber nacido como hijos de Dios.

Certificado de matrimonio
El matrimonio sin duda alguna es mucho más que un pedazo de papel. Implica amor y confianza, sexualidad y los miles de detalles implicados en que dos personas compartan su vida. Pero ante los ojos de la ley, el matrimonio requiere un papel. El documento convierte en formal y legal la relación más íntima y personal que el ser humano pueda tener.
Posteriormente, los profetas Oseas, Jeremías y Ezequiel compararían al Pacto con el matrimonio. Ellos señalaron que el modo en que Israel trataba a Dios era equivalente a un adulterio y llamaron a la nación a que regresara al pacto original. Las leyes enunciadas en detalle son simplemente una expresión formal de una relación de amor entre Dios y su pueblo.

Los papeles definen los límites de una relación, pero de ninguna manera pueden expresarla adecuadamente. Usted no puede darse una idea adecuada acerca de la vida de un país leyendo la prosa árida de su constitución, ni puede tampoco entender el misterio del matrimonio estudiando una acta de matrimonio. De la misma forma, las leyes y reglas del Libro del Pacto con toda seguridad no reflejan un cuadro completo de la vida de una nación ligada a Dios. Pero el Pacto y el contexto en el que vino, manifiestan mucho de lo que Dios deseaba de sus seguidores.

Preguntas vitales: ¿Conoce usted algunos documentos valiosos que expresen algún tipo de "pacto"?
Si usted escribiera un pacto con Dios, ¿qué diría ese pacto?

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