Los grandes reformadores

1 1 0
                                    

Perfiles de hombres valientes: Los reyes heroicos de Judá


Jehová está con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscaréis, será hallado de vosotros; más si le dejares, él también os dejará. 2 Cron 15:2

Hay un libro editado en la Argentina y conocido en toda la América Latina que relata la vida de los grandes misioneros de la iglesia cristiana durante los siglos XVIII y XIX. El relato de su fe, sus convicciones y sus luchas han inspirado a muchos jóvenes a dedicar sus vidas a la extensión del Reino de Dios.

La valentía en Judá

El libro de 2 Crónicas puede ser visto como una especie de bosquejos de hombres valientes para inspirar a la nación de Judá. La mayoría de los reyes fallaron en esta prueba de valentía. Pero hubo algunas excepciones que hicieron época; 2 Crónicas se explaya al considerarlos.

Este libro describe una forma de valor diferente de la que se requiere para la guerra o para el conflicto personal. Judá se iba alejando cada vez más del culto al Dios verdadero. Hacía falta mucho valor para oponerse a ese rumbo y convocar a la gente a un regreso a la ley de Moisés. De allí que estos reyes se destacaran no tanto por su vigor militar o político, sino por su fidelidad a Dios. Todos los grandes reformadores que aquí se describen asumieron durante épocas difíciles. Ayudaron a detener, al menos por algún tiempo, ese trágico rodar cuesta abajo que iba apartando a la nación de su Dios.

Asa: purificando la nación (capítulos 14 - 16)

Asa heredó el trono en un país lleno de crímenes y anarquía. Encabezó un avivamiento que se extendió como un fuego y toda la nación se le unió en una gigantesca celebración en Jerusalén. No obstante, Asa se volvió engreído en sus últimos años: puso en prisión a un profeta de Dios y pasó sus últimos días acosado por la guerra y la enfermedad. Hizo mucho bien, pero no alcanzó a cubrir la cuota de valor y constancia necesaria para sobrevivir a una crisis nacional.

Josafat: el organizador (Capítulos 17 - 20)

Allá donde Asa inspiró a la nación, Josafat la organizó. Tuvo una política doméstica extraordinaria: educó a la ciudadanía en el Libro de la ley y organizó un sistema nacional de cortes jurídicas y un ejército fuerte. Curiosamente, el sabio juicio de Josafat no se extendió a la política exterior, ya que estableció algunas alianzas necias con el peor rey del Israel vecino, Acab.

Joás: la restauración del templo (Capítulos 23 - 24)

Joás ascendió al trono siendo todavía un niño de siete años. Reino 40 años e hizo mucho bien. 2 Crónicas se centra mayormente en su restauración del templo, al que trató de volver a su antigua gloria.

Joiada: el poder detrás del trono (Capítulos 23 - 24) 

El Rey Joás casi no merecería ser alabado si no se mencionara al mismo tiempo a un sacerdote llamado Joiada. Él ocultó al niño Joás de una reina asesina que había eliminado a todo el resto de la familia real y eventualmente encabezó la revuelta dramática contra dicha reina. Cuando murió, siendo ya muy anciano, la nación le concedió el extraordinario honor de ser sepultado junto con los reyes. Después de la muerte de Joiada, todo comenzó a deteriorarse. El niño rey, que fuera una gran promesa, más tarde asesinó al hijo de Joiada, hecho que entró en los anales de la historia de Judá como uno de los más grandes crímenes. Se hizo evidente que la verdadera fortaleza del reino había tenido su origen en el viejo sacerdote y no en el joven rey.

Ezequías: un día para recordar (Capítulos 29 - 32)

El libro de 2 Crónicas le concede más espacio al reinado de Ezequías que al de cualquier otro reformador. Él auspició un gran festival religioso, idea que al principio solo encontró sarcasmo y burlas. Pero la nación volvió a juntarse un una notable escena de felicidad y unidad. "Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén"; cuenta la Biblia, "porque desde los días de Salomón, hijo de David rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén" (30:26).

Josías: el reformador cabal (Capítulos 34-35) 

Josías fue quizá de todos los reyes de Judá quien tuvo su corazón más centrado en la reforma. Cuando el Libro de la ley (probablemente Deuteronomio) fue descubierto, Josías se dio cuenta hasta qué punto se había alejado su reino del ideal que Dios se había propuesto. Se rasgó las vestiduras y lloró; y guio a Judá en su regreso a Dios. Una necia campaña militar fue la causa de la muerte de Josías y de la ruina de las posibilidades de un cambio permanente en Judá. Conocido como "el buen Rey Josías", su muerte fue lamentada por toda la nación. El profeta Jeremías, compuso cánticos de lamento en su memoria.

Preguntas vitales: Estos reyes demuestran que la fe de una persona puede afectar a muchísimas otras. Piense en líderes vigorosos que usted conoce ¿Qué hay en ellos que los hace eficaces en la tarea de inspirar y motivar a otros?

Profundizaciones de la Biblia (Antiguo Testamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora