JiMin y Cleo llegaron al castillo mientras los rodeaba un silencio totalmente incómodo, él tenía muchas cosas para decirle pero no pensaba hacerla quedar mal delante del chofer, aunque de por sí ya todo el mundo pensaba que era una... simplemente la palabra tan despectiva le causaba repulsión, no pensaba llamar a Cleo de esa manera, porque aunque no le gustara su manera de vestir no pensaba decirle lo mismo que todos decían.
Estando ambos en la habitación, fue el mayor quien decidió servirse licor en un vaso y salir al balcón, había probado el mismo en su boda y le había gustado la sensación de estar ebrio, mágicamente todo se volvía mas divertido y se olvidaba un poco de sus responsabilidades. Cleo no se quedó quieta ni callada, como siempre, así que se quitó sus tacones altos y siguió a su esposo al balcón, estando al lado de él habló.
⎯ Te ves enojado.
⎯ ¿Cómo quieres que esté?⎯ preguntó sarcásticamente.⎯ Le has dicho a todas esas personas que construiremos universidades, comisarias y demás cuando no hablamos nada. Así no funcionan las cosas en el reinato, Cleo.
⎯ Si no lo decía ahí nunca hubieras aceptado mis propuestas.⎯ respondió mientras suspiraba y miraba las estrellas.
⎯ Lo hubiera aceptado si hubieses ido a mi despacho a hablar, ¿Tan ocupada estuviste que no podías ir un mísero segundo a darme tus ideas?⎯ habló empezando a enojarse, estaba levantando el tono de voz y a ella no le gustaba nada. Nunca nadie le había gritado en su vida, y no iba a permitir que JiMin lo haga.
⎯ Háblame bien porque yo no te estoy levantando la voz.⎯ ordenó calmada.
⎯ ¡Y una mierda mi tono de voz, Cleo!⎯ exclamó ya perdiendo la paciencia. Ella no lo miró en ningún momento.⎯ ¡No voy a permitir que sigas usando esa ropa, me dejas en vergüenza!
⎯ Si no te gusta como me visto entonces no me veas.⎯ respondió sin más y con tanta calma que hacía enojar más al mayor.
⎯¡No se trata de eso!⎯ gritó y solo bastó una mirada seria de Cleo para entender que debía bajar un cambio. Él respiró profundamente, buscando la calma inexistente en su ser.⎯ ¿Cómo quieres que no te vea si andas enseñando todo lo que se supone que solo yo debo ver?
Cleo se alejó del balcón y miró a JiMin con ese semblante serio que lo destruía de todas las formas posibles, hacía que quiera arrodillarse ante ella y pedirle disculpas, pero a su vez le exasperaba que no tenga reacción alguna ante la discusión que estaban teniendo.
⎯ Así soy y es lo que me gusta usar.⎯ dijo antes de levantar los hombros, y era verdad, JiMin la conoció usando ropa corta o que "mostraba mucho", pero siempre lo excusaba con que usaba eso porque era la única ropa que tenía, no porque ella deseara que los hombres la vean.
Aunque también tenía que contar que ella venía de una cultura totalmente diferente, tanto en Grecia como en países latinoamericanos era común ver a mujeres enseñando piel, pero en Corea del Sur, donde la mujer era tan recatada y se privaba de muchas cosas, que ella se muestre así solo hacía que los demás piensen que JiMin se la pasaba teniendo sexo con ella, que la había convertido en reina porque lo satisfacía su relación íntima.
Y sí, le volaba la cabeza verla con esa ropa, ver como se le marcaban las clavículas y el inicio de sus pechos lo provocaba a querer ver qué había más allá, pero ante las demás personas, quería que su esposa se cubra un poco más. Si estaban solos no tenía problema que ande así vestida, es más, desde el lado más perverso de JiMin que estaba muy oculto en su mente, estando solos no la dejaría ni siquiera usar ropa. Respiró nuevamente, era absurdo discutir por eso, pero Cleo era tan necia que no aceptaría ni de chiste cuando él le diga "usa algo más cubierto".

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Castle| pjm. ✓
Fanfiction𝘾𝙖𝙨𝙩𝙞𝙡𝙡𝙤| Park JiMin, el príncipe de Corea del Sur, se interesó por Cleo Ehann, una plebeya que conoció en su viaje a Grecia. →Park JiMin. →Ambientada en el año 1963. →Heterosexual. →Hermosa portada hecha por @j_gukke <3