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⎯ No se cansa, ¡Joder, no se cansa esa mujer!⎯ exclamó JiMin, completamente enojado con su madrastra, golpeando la pared con sus puños.

Estaba en su cuarto junto a su mejor amigo, mientras tanto Cleo estaba en clases de coreano, y en la mañana pensó en aprovechar esas horas para arreglar algunas cuantas cosas, como ayudar a HoSeok con su panadería o alguna cosa que lo distraiga y no haga que vaya a molestar a la pelinegra, pero Inna arruinó toda su mañana. Ahora se encontraba en su cuarto, quejándose de su madrastra mientras su mejor amigo estaba sentado en su cama, mordiendo sus uñas y escuchando a su amigo.

Inna quería casar a su hijastro con su sobrina, que de alguna manera eran primos lejanos, puesto que WonYoung (sobrina de Inna) es hija de un ex matrimonio de la mayor, pero no es hija suya. Difícil de entender, porque ni el mismo príncipe entendía muy bien la conexión, pero lo que sí entendía era que estaba negado a casarse con aquella chica.

HoSeok desde su lugar suspiraba silenciosamente, sabiéndose las quejas de Park de memoria. No podía mentir, él también era uno de los que odiaban a Inna y no entendía qué se le cruzó al rey por la cabeza al momento de ponerse en una relación con ella, la prima de su difunta mujer, lo veía algo traidor y, de alguna manera, morboso. Aún así, TaeHyung e Inna no estaban casados, solo eran pareja, por lo que la mayor no era reina, y solo tenía el titulo de duquesa, lo que la enojaba en demasía.

⎯ ¡Encima se atreve a tratarla como sirvienta!⎯ volvió a gritar enojado el príncipe, dando otro golpe a esas fuertes paredes. Su mejor amigo se levantó y estando detrás de él sujetó sus muñecas.

⎯ Basta, te estás lastimando.⎯ habló en un tono calmado, para transmitirle esa calma al menor.⎯ Tienes sangre.

⎯ Es que esa...maldita arpía.⎯ dijo entre dientes. Jung lo soltó para ir en busca de objetos que puedan limpiar las lastimaduras de su mejor amigo, dejándolo solo en la habitación.

JiMin de por sí no se llevaba mal con la familia de su madre, o así lo fue hasta que la misma falleció. Antes de su muerte, la familia de ella aparentaban que la amaban, que era el orgullo de la familia y demás, cuando la misma reina sabía que todas esas palabras eran puras falsedades para que ella les dé algo valioso del castillo y puedan venderlo, la única que de verdad la amaba y apoyaba era su madre.

Sus dos hermanas odiaban a Irene, y no entendían qué había tenido para que el mismísimo rey TaeHyung, quien tenía fama de ser un hombre imposible de enamorar, le preste atención a una doncella que apenas conocían sus familiares. Park la conquistó sin darle cosas materiales, que aunque al principio él fue con esa idea, regalandole un collar con un rubí, ella lo rechazó iniciando una discusión, diciendo; "si piensas que me voy a enamorar de tí porque me das joyas estás muy equivocado. La única joya que deseo es tu corazón, no algo que pueda decorar mi cuerpo."

Y TaeHyung después de eso simplemente se enamoró, porque fue la única mujer que no lo veía como un banco de dinero, tampoco como el hombre que robaba suspiros excitados de doncellas que aparentaban inocencia. Irene lo amaba de verdad, por lo que él tenía en su interior y no las cosas que pudiera darle. Ahí conoció el amor de verdad, igual que a lo largo de su matrimonio, cuando ella estaba en sus momentos difíciles y felices, cuando nunca le soltó la mano ni lo dejó solo, por muy difícil que sea la situación.

Pero el cuento de hadas en el que vivía el rey no duró para siempre, como él esperaba. Un día se levantó, desayunó con su mujer y después la misma estuvo descompuesta todo el día. Ambos, incluyendo a su hijo, habían pensado que la reina estaría en espera de un bebé, pero la dura realidad les chocó cuando al otro día aquella bella mujer simplemente no despertó. Su corazón había dejado de latir, su pulso se detuvo, y los dos hombres de su vida no volvieron a ver aquellos preciosos ojos llenos de vida.

Castle| pjm. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora