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JiMin estaba confundido ante eso, según sabía Cleo tenía un solo hermano; Oliver. Y tampoco venía otro en camino o había uno perdido, a menos que haya fallecido y en la ley aún está presente, pero le parecía extraño porque si Cleo y Oliver no estaban registrados en su país de nacimiento, ¿Por qué el otro hijo/hija sí? Lamentablemente en el informe no decía el nombre de ninguno de los tres, JiMin conoce solo dos, pero el otro era todo un misterio para él.

Se levantó y miró por la ventana, la tarde se aproximaba y el sol estaba divino, hacía ver el jardín del castillo como si fuera un lugar mágico, y justo ahí se encontraba Cleo, con un vestido, el cabello recogido y escribiendo algo, suponía que la carta a sus padres. Ante los ojos de él, ella era una chica muy inocente pero a su vez astuta, confiaba en la gente y a su vez desconfiaba, no encontraba las palabras exactas para describirla porque ella cambiaba al instante. Tiene sus momentos en los cuales se ve extremadamente vulnerable, haciendo que él la quiera cuidar de todas las personas del mundo, incluyendose a él mismo en la lista. Y después, tenía momentos en los que era la mujer más valiente, la que podía luchar contra todo un ejército de hombres y ella ganaría.

JiMin decidió salir de su oficina, ya había estado mucho tiempo ahí viendo papeles y organizando cosas, así que podía tener su merecido descanso. A pasos relajados se acercó a Cleo, no quería asustarla y la verdad que se veía muy concentrada en lo que escribía, pocas veces levantó la mirada para observar el paisaje, y después volvía a escribir en la hoja de papel blanca. Él se sentó en un columpio detrás de ella, y fue en ese momento que la pelinegra lo vió, ya que sonó un pequeño rechinido.

⎯ Uh, hay que poner aceite en éstas bisagras.⎯ comentó el príncipe, mirando las mismas. Ese columpio tenía más de 15 años ahí, su padre lo mandó a construir para que su único hijo tuviera algo de diversión en ese aburrido castillo. JiMin miró a Cleo y habló.⎯ ¿La carta a tus padres?

⎯ Así es.⎯ sonrió ella.⎯ Me extraña que aún no me hayan llegado cartas de ellos, o quizá no llegaron porque es muy lejos y tardarán días.⎯ supuso con una mueca confusa.⎯ ¿Tú? ¿No tendrías que estar haciendo cosas aburridas de reyes?

⎯ Me tomo un descanso.⎯ respondió simplemente. La pregunta aún de por qué en los informes figuraban tres hijos corría por su mente, y antes de que se olvide, quería hacerla, pero primero tendría que hacer un pequeño...juego, para que ella no dude.⎯ ¿Cuándo es tu cumpleaños?

⎯ 5 de abril.⎯ contestó.⎯ ¿Y el tuyo?

⎯ 13 de octubre.

⎯ Oh, siempre dije que las personas que nacen los 13 deben odiar sus cumpleaños que caen en martes o viernes.⎯ rió levemente y JiMin la imitó, eso era verdad, cuando su cumpleaños caía en aquellos famosos "día de mala suerte" detestaba que algunos familiares no podían asistir a su cumpleaños por miedo a salir de sus casas y que ocurra una tragedia.⎯ También las personas que nacen el 29 de febrero, ¿Celebran su cumpleaños cada cuatro años?

⎯ Supongo que lo celebran el 28 de febrero o el primero de marzo.⎯ levantó sus hombros sin pensar mucho.⎯ ¿Cuántos hermanos tienes, Cleo?

⎯ Uno solo, Oliver.⎯ respondió con obviedad.⎯ Eso ya lo sabes, tontín.⎯ bromeó.

JiMin solamente asintió mientras ella volvía a escribir en la hoja, podía ver que tomaba la pluma de una manera extraña, entre su dedo índice y medio en vez del pulgar e índice como la mayoría de personas, además de que su letra era bastante desprolija. Suspiró en silencio al pensar que posiblemente también tenía muchas faltas de ortografía, por no decir que era analfabeta, pero sabía que todo eso se podía solucionar con esfuerzo, tiempo, dedicación y amor, porque JiMin la apoyaría en todo y le demostraría amor.

Castle| pjm. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora