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⎯ ¡¿Pero qué diablos haces?!⎯ exclamó molesto, asqueado, y sintiéndose sucio consigo mismo. Empujó a la princesa con agresividad que claramente no fue medida, y Alyssa trastabilló hacia atrás. JiMin tenía encima a todas las miradas de los guardias, pero no le importó, no le había gustado ni un poco que la rubia le robase un beso.

Quizá se lo podía considerar como un exagerado, pero para alguien como Park, que siempre fue muy atento y romántico, de verdad deseaba que su primer beso sea con una mujer que lo cautive de verdad, no con la primera que se le cruce. Es por eso que se había enojado tanto con la princesa, y si ya le caía mal y pensaba que era una irrespetuosa, ahora era mil veces peor.

⎯ ¡Eres un animal!⎯ le gritó ella. Por las puertas que daban al castillo salieron el papá de JiMin y la madre de Alyssa, viendo a sus hijos y su acalorada discusión.⎯ ¡Me podías haber tirado al suelo, agresor!

⎯ ¡Tú me faltaste el respeto y has hecho algo sin mi consentimiento!

⎯ ¡Solo fue un estúpido beso!

⎯ ¡Yo no quería tu asqueroso beso!

El rey Park se acercó a su hijo y suspiró mientras ponía las manos en los hombros del menor, dando leves masajes para calmarlo. JiMin tenía una buena personalidad, es una persona muy dulce y todo, pero desde que su madre falleció tenía episodios de ansiedad, y varias veces esos episodios terminaban en gritos, llantos, golpes y cosas que el príncipe más tarde se arrepentía. Solo su padre podía calmarlo, porque de alguna manera entendía el dolor y presión que sentía su hijo.

⎯ Basta, vamos.⎯ le ordenó con una voz calmada. JiMin siguió a su padre, tomados de la mano, y caminaron por el castillo con la mirada de todos los empleados sobre ellos.

De por sí no era algo extraño para las personas ver un hombre agresor y una mujer agredida, en esos tiempos era muy común presenciar violencia entre una pareja, amigos o simplemente entre personas. Pero lo que sí les parecía extraño, era ver al príncipe que tanto adulaban con que era un amor y el mejor esposo para cualquier mujer, siendo agresivo. Nadie sabía la historia de él.

Los Park se dirigieron a la habitación que el menor comparte con su mejor amigo y el padre con un movimiento de cabeza lo echó a Jung, JiMin iba mirando el suelo mientras sus lágrimas caían por esas tiernas mejillas. Estaba decepcionado de si mismo por no haberse corrido a tiempo para que Alyssa no llegue a besarlo, y también se sentía culpable de la manera en la que la trató luego de ello.

⎯ ¿No dirás nada?⎯ preguntó su progenitor y él siguió con la mirada en el suelo.⎯ Hijo, te estoy hablando.

⎯ Ella me besó y yo no quería.⎯ dijo con la voz quebrada. Su padre suspiró y lo abrazó, la cabeza de JiMin quedando en el delgado abdomen de él mientras lloraba con más intensidad.

Su padre más que nadie sabía que su hijo era un sensible de primera, y que además de eso, hacía de un granito de arena una montaña cuando se trataba de algún problema. Nuevamente suspiró y acarició el cabello de el hijo que crió con tanto amor, él mismo supo que a JiMin no le interesó ni un poco Alyssa, y mañana mismo se irían de ese castillo porque no permitiría que su bebé se sienta incómodo.

⎯ Ay amor, son cosas que pasan.⎯ dijo con la voz pacífica, sin detener sus mimos.⎯ No tienes la culpa de nada.

⎯ La empujé muy fuerte, pero me sentía asustado.⎯ confesó.

⎯ No la has dañado, ya está, ya pasó.⎯ continuó. Se quedaron unos largos minutos en silencio mientras cada uno estaba en su mundo, y poco a poco el llanto del pelinegro se fue calmando, hasta que quedaron pequeños hipos.⎯ Mañana nos iremos a otro lugar, alquilaremos alguna casa o algo, no me permitiré que estés aquí sintiéndote incómodo.

Castle| pjm. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora