Castle| pjm. ✓

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El castillo se encontraba en un ambiente tan tenso que se podía cortar fácilmente con una aguja, JiMin y Cleo estaban sentados uno al lado del otro en puro silencio porque no sabían qué aportar a aquella conversación que no les interesaba para nada, y tampoco era que los hacían partícipes, ni siquiera al ex rey lo incluían, solo eran varias mujeres hablando entre sí de cosas que nadie les prestaba atención, como que la vecina de la sobrina de una de ellas había engordado un kilo y se le notaba en el ajustado vestido.

Absurdo. Totalmente absurdo.

JiMin se avergonzaba de decir que aquellas mujeres tan víboras eran parte de la familia de su madre. Claro que Inna participaba en la conversación, y sabía quiénes eran todas, después de todo eran sus tías y primas maternas. Miraba a su padre con recelo, pues WonYoung estaba sentada en la mesa con ellos, actuando tan natural como si no hubiera asesinado a su tía años atrás, y JiMin se estaba conteniendo lo suficiente como para no lanzarse y clavarle una daga en el cuello. También le prestaba atención a Cleo, quien jugaba con la falda de su vestido y se quitaba y ponía los guantes en señal de aburrimiento.

Park quería largarse de ahí, no soportaba verlas, nunca le cayeron bien los familiares por parte de su madre, menos después de saber que una fue la culpable de su muerte y la otra se aprovechó del rey destrozado. Pero lamentablemente, por regla real y demás, estaba obligado a verlas por lo menos una vez al año, aún si hablaban entre ellas y no le prestaban atención, JiMin por obligación tenía que estar sentado en la misma mesa que aquellas mujeres tan malas. La única que no había podido asistir fue su abuela, la única que amó en su familia por parte de su madre, la dulce señora estaba en el hospital haciéndose controles, le habían detectado cáncer de páncreas y quería controlarlo lo más que se podía.

Pero por la época en la que estaban, toda la familia estaba segura de que no sobrevivía un año más.

⎯ ¿Y tú eras princesa o algo así?⎯ preguntó una de las tías en dirección a Cleo, quien veía su regazo y jugaba con las uñas de su esposo, hasta que sintió un codazo por parte del mismo y al levantar la cabeza se dió cuenta que tenía a las 9 mujeres viéndola, las más jóvenes compartían risas entre ellas, como si se burlaran de la griega.

⎯ ¿Cómo?⎯ respondió con una sonrisa cortés. No la había escuchado por estar atenta a sus pensamientos y juegos con la mano de su esposo.

⎯ Encima de fea es sorda.⎯ le susurró una joven, SoHye, a su gemela JunHye, la cual rió.

La señora le volvió a repetir la pregunta, mostrando una sonrisa burlona y repugnante. Cleo pensaba que ni siquiera Essie era tan venenosa como aquellas mujeres, y eso que ella era una verdadera serpiente. Le causaba incomodidad estar frente a ellas, que la vean como un trofeo pero no de forma buena, como si fuera un pedazo de carne para criticar día y noche por el más mínimo error que cometa. El día de su boda ni se percató de ellas, y estaba más que justificado porque tenía demasiadas cosas en la cabeza con lo que su familia le había confesado, pero también estaba segura de que ese grupo de nueve la habrán criticado de arriba a abajo hasta por sí caminaba con el pie derecho en vez del izquierdo.

⎯ De hecho era campesina, ayudaba a mis padres y hermano en el campo.⎯ resumió. No estaba como para contarles su trágica historia de vida, donde al final terminó teniendo un "hermano" que estuvo secretamente enamorado de ella toda su vida, algo que hasta ahora le seguía causando escalofríos.

⎯ Debes sentirte afortunada de que un príncipe necesitado haya recurrido a ti, posiblemente como última opción pero bueno, si era lo último que había en el mercado...⎯ sugirió otra tía de JiMin, una con el cabello rubio mal teñido porque parecía más una zanahoria que un rubio natural, sumándole que en las raíces se veía su verdadero color. Park quiso hacer un comentario malicioso, pero su esposa respondió con la misma educación y elegancia de siempre.