Eda
Salimos sin decir nada. Todo me parecía muy malo, ¿Por qué el juez pidió hablar a solas con Ale?
Me senté. No podía hacer nada, me sentía frustrada ¿Y si hice algo mal? Esto me pasa por no estar concentrada y todo por culpa de este.....
Mire a Tyler que se encontraba caminado desesperado de allá para acá.
-No ayudas. -le hablé pero no se detuvo- Eh dicho que no ayudas en nada en comprarte así Tyler -se detuvo.
- Ahora no Eda. No estoy de humor para discutir con tu persona. -siguió moviéndose
- Solo desesperas -le dije molesta- o acaso piensas que ayudarás caminado de aquí para allá.
-Lo dice la abogada que está aquí sentada en vez de estar en esa sala. -contesto- no eres la indicada para decir si ayudo o no. Así que sigue sentada y no hables.
Me levanté furiosa- ¡¿Crees que no me gustaría estar ahí dentro?! Claro que quisiera, pero está fuera de mis manos.
-¿Y crees que yo lo tengo a mi alcance? -me enfrentó- Será mejor que te comiences a comportar como una verdadera abogada y dejar riñas pasadas -mi mano voló a su cara pero el la detuvo.
- Eres un...
- ¿Por qué sigues pensando que esto se trata de ti? -dijo aún agarrando de mi mano- esto se trata de Ale y su hijo. No de ti. Deja ya los celos tontos.
-suéltame -advertí.
-Claro -y siguió con lo suyo- Y sería bueno que tomarás mis consejos, digo para que puedes formarte mejor en el ámbito.
Y con eso se marchó sabe Dios dónde.
-Eres...-me calle porque ya se había ido. Tome asiento de nuevo a la espera. Pasaron varios minutos y Tyler ya había regresado se había sentado en una esquina y se lo agradecí no tenía cabeza para una pelea más. Después salio un guardia.
-¡Abogada de la doctora Wesley? -me levanté- El juez le ordena entrar. -asentí.
-¿Solo ella? -Tyler se había levantado.
-¿El no puede entrar? -pregunte.
-Órdenes del juez -asentí y entre. Al entrar me di cuenta que Ale estaba al punto del llanto ¿Que está pasando?
•••••
Tyler
Ella entro. ¿Pero no debería intentar que me dejen entrar? Porque si alguien del circo social de Ale debería estar allí dentro sería yo, ¿Por qué ella?
Porque es su abogada, idiota
-¿No le puede preguntar al juez si podría entrar ya? -dije intentando entrar.
-Lo siento señor, no puedo. -eso me enfado.
-Para usted soy Doctor Hernández -¿Que? Me sentí ofendido.
- No puede pasar Doctor Hernández-esta bien lo merecía- órdenes son órdenes.
- pues me cago en sus órdenes -o intenté atravesar.
ESTÁS LEYENDO
La Adopción Correcta
Teen FictionUna joven que la traicionaron. Un niño que sufrió sin ser responsable de un error. Una joven que no tuvo otra opción. Un adolescente que se crío con odio. Una madre que lo dió todo por el. Otra que solo remedio sus acciones. Un chico que dos veces p...