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Sebas.


-Sebas -susurraron. Me volteé para enfrentar la dueña de aquella voz. El lugar estaba con una sola luz de color opaca. Pero aún intente ver.

Con un susurro conteste a su llamado- ¿Mamá? -mi voz se quebró. No puede ser ella, después de tantos años me obligó a no creer que está aquí - ¿Dónde estás?

Seguí y seguí. Hasta que me detuve en seco.

-¿Señora Ale? -me tropecé con ella.- ¿La escuchó?

-¿ A quién Sebas? -se puso de mi altura.

-A mi....-podria decir una vez- A mi Mamá. -Ella rió y se levantó. No entendía por qué su reacción.

-Al parecer te abandono de nuevo -mi pecho se contrajo al escucharla

-¿Usted lo sabe? -baje la mirada y ella me obligó a mirarla- ¿Me abando...?

-¿Abandonarte? -asentí-No preguntes lo obvio Sebastián -retrocedí--¿Quien va a querer un niño como tú? Deja de soñar con un hogar, que no lo tendrás -Ella tenía razón. Pero aún dolía.

-No lo haga por....

-Hay Sebas, eres un niño muy tonto. ¿Acaso crees que estoy tan necesitada, para adoptar a un chico erróneo?

- ¡Yo no soy erróneo! -le conteste furioso- ¡No tengo la culpa! -otra vez su voz.- ¡Cállate de una vez! -tape mis oídos con mis manos.

- Tu mamá te llama -señaló alguna parte-. Y anda por ahí buscándote. -señalo de nuevo ahora a la única parte con luz. Después ella se giró y se marchó. Trate seguirla, era mi última oportunidad de tener una familia. pero no podía moverme. Y fue así como la perdí de vista y la voz en mi cabeza se hizo más fuerte que dolía.

-Ya vete! -sostuve mi cabeza-¡Ya me has lastimado suficiente! -el dolor de cabeza se detuvo pero el de mi pecho me tiró al piso- A-ayuda. -cuando estuve apunto de cerrar los ojos una leve mancha se arrodilló en frente susurrando algo que no entendí.

-¡Déjame! -me levanté sudado. Me toque mi pecho, mis latidos estaban acelerados. Mire al mi alrededor aún era de noche.

-Hey..¿Todo bien? -dirigí mi mirada al chico que habia despertado- ¿Volvieron las pesadillas?

-Estoy bien, sigue durmiendo. -me seque la cara y me volví a tumbar.

-Solo trato ayudar... -intento decir Marcos

- Estoy bien -ya no dijo nada. Pero escuche que no fue el único que se habia despertado con mis gritos, ya que los escuché susurrando entre el y Erick.

En la mañana.

¿Por qué?

¡Maldición! Cómo odia aquella mujer que dió la vida, por su culpa....toda es su maldita culpa. Yo no estuviera en este mundo sufriendo si esa mujer, no hubiese abierto sus piernas.

Se que estoy actuando mal, pero aquella....¿Por quién estoy aquí? Por ella, ¿Por quién sufro? Por ella, ¿Por qué me dejó? No tenga la menor ni idea. Tengo recuerdos que intento borrar en mi mente, no la quiero tener en mis pensamientos, me lastima recordar sus voz....

Me costó mucho obligar a mi mente y corazón olvidarla tanto que no recuerdo su rostro pero anoche....

¿Por qué sufro por sus acciones?

No es justo para mí que invada mis pensamientos ahora cuando al fin veo una salida, un camino para olvidado mi pasado. Pero mi mente no ayuda, sigue aferrándose a ella. Todo estará bien, esas fueron sus palabras antes que cerrará mis ojos y al despertar todo había cambiado, me desperté en un lugar cómodo pero desconocido, sin rastros de la mujer que me había abandonado.

La Adopción CorrectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora