Capítulo 12

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En la pintoresca ciudad de Houten, un pequeño distrito de Utrecht, ubicada en los Países Bajos, rodeada de las grandes ciclovías que llegaban a los rincones más remotos. Una hermosa iglesia con gran arquitectura se veía iluminada en un resplandeciente atardecer.

Al lado de esa imponente iglesia, un convento la acompañaba. El lugar era lo suficientemente grande para albergar padres, monjas y huérfanos, de hecho, sobraban cuartos por si alguna vez recibían visitas. Pero incluso un lugar tan grande, se podía convertir en un pequeño infierno por todos los oídos y ojos presentes.

Esa tarde en lo alto de ese campanario, mientras Jungkook y Taehyung disfrutaban de la maravillosa creación ante sus ojos. Un religioso se encontraba limpiando el atrio del templo, tratando de recuperar el aliento, levantó su mirada hacia el cielo, sus ojos rápidamente enfocaron el atardecer, y desviando un poco su vista, un par de muchachos aparecieron en su radar.

Fray Dante solo los observó por un momento y después continuo con sus deberes, necesitaba apurarse por el llamado de reunión que el padre superior había preparado.

El bullicio se escuchaba fuera de la sala, ese gran espacio que solo tenía sillones acomodados en formación de U y una pequeña mesa en el centro.

―Bien ahora que estamos todos presentes, iniciemos dando la bienvenida a nuestro fray Pachito. ―exclamó fray Anselmo.

Todos los religiosos presentes en esa sala aplaudieron, animando a que el mencionado diera unas cuantas palabras. Fray Pacho se paró, aún nadie sabía el porque de su regreso repentino. Pero aún no era el momento de decirlo, necesitaba más tiempo.

―Bien muchas gracias por este pequeño homenaje. ―exclamó sonriente. ―Se que sorprendí a nuestro padre superior con mi regreso de esta manera. ―dirigió su mirada al padre Anselmo. ―De verdad muchas gracias por aceptarme sin previo aviso padre superior.

―No hay nada que agradecer, y por favor Pachito nos conocemos hace años, simplemente fray Anselmo. ―respondió el superior.

―Demasiadas formalidades, cuéntenos fray Pacho ¿Por qué regresó? ―cuestionó la hermana Juliet. ―Alemania era uno de sus más grandes sueños, entonces ¿qué paso?

No solo la hermana Juliet era la única interesada, todos en esa sala estaban igual de expectantes. Fray sabía que eso pasaría, por eso días antes había preparado toda la historia omitiendo pequeños detalles.

Fray Pacho tomó asiento, y empezó a relatar. ―Cuando me escogieron para esa beca, me sentí realmente afortunado, aunque me sentía algo apenado de dejar a mis niños solos. Por cierto ¿por qué los separaron? ¿quién fue? ―cuestionó a toda la sala.

―Deberías preguntarle a fray Dante. ―dijo la hermana Juliet. ―Él es el encargado académico.

―No me trates de echar la culpa. ―agregó fray Dante mirando a la religiosa. ―Se les olvida que al próximo año se nos va Jungkook, entiendo la amistad que tiene con Taehyung, pero si se siguen haciendo más fraternos será difícil cuando él se vaya.

El punto era claro, Jungkook al siguiente año cumpliría dieciocho años y saldría a descubrir el mundo adulto, mientras el castaño tendría que esperar un año más para poder salir.

―Entonces no puedo culparte por querer protegerlos. ―dijo fray Pacho. ―Bien, la beca me llevaría como profesor de teología hasta Alemania. Los primeros meses fueron relativamente bien. Quizá hubiera terminado mis dos años de docencia, pero un problema personal se presentó cambiando todo el panorama.

―¿De qué se trata? ―cuestionó fray Anselmo.

―Por el momento no puedo hablarles mucho sobre eso, solo les diré que los tiempos de Dios son perfectos.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora