Capítulo 26

19 2 0
                                    

Las suelas de sus zapatos impactaban con fuerza en el suelo, mientras la aceleración de estos subía. Jin corría a todo lo que daban sus pulmones, sintiendo el frío viento que impactaba en su cara. Ese rostro que no solo estaba rojo por el esfuerzo físico que estaba realizando, porque, aunque de lejos no se veía, un hilo de lágrimas resbalaba por sus mejillas. 

Decidió que regresaría solo, porque sabía que si Namjoon lo acompañaba no sería capaz de dejarlo ir por segunda vez.

<<Acostado en la cama, Jin quería detener el tiempo, solo vivir bajo ese momento donde nada importaba, solo esos grandes brazos rodeando su cuerpo mientras su cabeza reposaba en ese pecho descubierto. 

―No te vayas cariño. ―exclamó Namjoon, apretando el cuerpo que tenía en brazos. ―Solo deja que se vayan y quédate conmigo. 

Jin sonrió, claro que la idea de estar con Namjoon le encantaba, pero no podía hacerle eso a sus amigos. 

―Yo también quiero quedarme Namu, pero...

―Ves, tú también estás de acuerdo, solo quédate aquí conmigo. 

Jin no respondió nada, solo se aferró más al abrazo, el silencio prolongándose unos segundos mientras Namjoon solo miró con cuidado el rostro de su amado. 

―Por tu reacción supongo que no puedo hacer nada. ―exclamó Namjoon. ―Se que quieres quedarte, pero hay algo que te lo impide. ―Jin asintió. ―¿Qué es? dime. 

―Son dos tortolitos. ―respondió Jin. ―Son como nosotros en realidad. 

―¿Tortolitos? 

―Sí, unos nuevos amigos que hice en el convento. Soy su cupido personal. ―exclamó sonriendo. ―Estoy seguro de que si los conocieras te agradarían también. 

―Entonces cuéntame más sobre ellos. ―agregó Namjoon. 

Jin miró la expresión de Namjoon, sus facciones se veían más marcadas. ―No te pongas celoso cariño. ―dijo, dejando un pequeño beso en sus labios. ―Ellos están juntos, son la pareja dentro del convento. 

Namjoon se sorprendió. ―Creo que me he perdido de algo. 

―Te lo resumiré rápido, son dos amigos que se dieron cuenta que se amaban. Aunque al principio no lo entendían, pero al final lograron juntarse, su amor es tan puro y tierno que me da envidia.

―Es interesante, algún día me los debes presentar.

―Seguro. ―suspiró, tomando en cuenta el tiempo. ―Creo que ya es hora de que me vaya. ―exclamó triste. 

Namjoon no quería que Jin se fuera, quería cuidarlo y protegerlo de todo. Pero su lado empático sabía que para Jin era difícil también, entonces decidió que no complicaría las cosas, después de todo ya había aguantado seis meses, no le importaría esperar una vida por él. 

―Te amo Jinnie. ―exclamó besando la frente de Jin. ―No lo olvides, te amo. ―agregó sonriendo con sus ojos cristalizándose. 

Jin sonrió aún sintiendo su corazón apachurrarse. ―Te amo mi Namu. ―dijo, depositando un beso en los labios contrarios. ―Tengo un obsequio para ti. 

Jin se levantó de la cama y buscó entre los bolsillos de la hoddie, cuando tuvo en sus manos la instantánea volvió a lado de Namjoon. 

―Como te conté, hoy tuve una presentación con el coro del convento y se que esto te gustará. ―exclamó, entregándole la instantánea. 

Namjoon miró la pequeña foto y sonrió al ver a su pequeño usando traje, era una de las cosas que siempre quiso ver, y esa foto mostraba un elegante Jin sonriendo. 

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora