Capítulo 11

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Esa mañana Jin despertó ansioso, era temprano, pero tenía que preparar todo para esa tarde. Rápidamente se levantó y aun en pijama, tomó la gran manta que guardaba en el closet, agarró la cámara de fotos, y algunos dulces. Acomodó todo lo anterior en un perfecto ovillo hecho con la manta y salió.

Jin daba grandes pasos por los corredores, quien sea que lo viera pensaría que estaba en una persecución o algo así. Pero era temprano, si corría se arriesgaba a que lo atraparan, así que, sin intenciones de arruinar el plan simplemente aceleró sus pasos.

El sol no hacía su presencia completa todavía, solo los primeros rayos dorados alumbraban hacia el gran campanario de esa iglesia, ese campanario donde un chico madrugador dejaba una manta en forma de ovillo en la esquina de una de las columnas.

Taehyung abrió sus ojos, sintió la tranquila respiración de Jungkook en su oído, aún seguía acostado entre sus brazos. Los rayos del sol alumbraban la ventana, sabía que tenía que levantarse, pero no quería. Los brazos alrededor de su cuerpo, el calor del cuerpo de Jungkook, la forma tan delicada y posesiva en que lo estaba abrazando lo tenía hipnotizado.

Entonces esto es sentirse protegido...

―Buen día Tae. ―saludó. ―Pensé que me despertarías. ―dijo, mirando hacia el castaño.

―Buen día Kookie. ―saludó nervioso. ―Deberíamos alistarnos de una vez. ―agregó sentándose en la cama. Pero el pelinegro lo tomó del brazo, obligándolo a echarse de nuevo.

―¿Por qué estas tan apurado? ―cuestionó, acariciando los cabellos del castaño.

―Tenemos esta discusión cada mañana Kookie. ―respondió con voz dulce. ―Vamos antes de que se haga tarde.

―Primero necesito que me des energía.

―¿Energía?

El pelinegro se acercó el oído del castaño y susurró. ―Un beso Taetae.

Todas las terminaciones nerviosas de Taehyung se activaron, ¿un beso? ¿qué debería hacer ahora?

―Es tarde Kookie, vamos deja de jugar. ―respondió tratando de cambiar de tema.

―No estoy jugando Taetae, vamos. ―dijo señalando una de sus mejillas.

―Ah un beso en la mejilla. ―soltó aliviado.

―¿Dónde más? ... Espera tú. ―agregó señalando al castaño. ―Pensabas un beso en la bo...

Su afirmación su interrumpida por el tierno toque de unos labios en su mejilla.

Su castaño lo había besado.

Taehyung no quería ser descubierto, así que, aunque se sentía avergonzado y nervioso, tomó el valor para depositar ese tierno beso.

―Ya te di energía, vamos. ―exclamó sonrojado, para después levantarse de la cama.

Jungkook se quedó perplejo por un momento, no creía que su castaño le había dado un beso. Sonrió como un bobo, y después se levantó imitando a Taehyung para empezar a alistarse.

Jin se sentía como el detective en una misión super secreta. La primera parte del plan estaba completa, ahora solo dependía de su compañero para que todo sea un éxito.

Sentado en el salón de clases, miraba con concentración hacia la puerta, cuando la presencia de un castaño hizo que sonriera.

―Por fin. ―dijo Jin, cuando el castaño tomó asiento a su lado. ―Ya está listo.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora