Capítulo 20

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Acostados en la cama, Jungkook abrazaba a Taehyung como todas las noches. Su cuerpo se sentía adormecido, pero no consideraba que estuviera borracho, quizá solo ligeramente mareado.

―Jin tenía razón. ―dijo en el silenció de la habitación.

Taehyung levantó la cabeza hacia Jungkook. ―¿Sobre qué?

―Jin dijo que tomar vino, es la manera más fácil de sacar información. Y eso es cierto.

―¿Por qué Kookie?

―Porque si yo te hubiera preguntando lo que te pregunté, estoy seguro de que no me hubieras dicho que te sentías celoso.

Taehyung sintió sus mejillas arder, recordando lo que había confesado. ―Quizá el vino nos quita algo de vergüenza.

―Puede ser, pero quiero conocer todo de ti Tae, sin necesidad de tener que tomar vino. ―apretó ligeramente el abrazo. ―Solo dime lo que sientes, no tengas miedo o vergüenza, solo dime si estás triste y yo compartiré tu tristeza, y si estás feliz, yo quiero ser el que se ría contigo. Quiero compartir todo contigo Tae, sea bueno o malo, prometo siempre estar ahí.

Taehyung ocultó su cara en el pecho del pelinegro, se sentía avergonzado por todo lo que decía Jungkook.

―¿Es un trato? ―cuestionó Jungkook, besando la cabeza del castaño.

―Está bien Kookie. ―respondió levantando su cabeza. ―Te contaré todo.

Taehyung miró con cuidado los labios del pelinegro, quería besarlo, de pronto no fue solo un deseo, porque sin darse cuenta ya había estampado sus labios en los de Jungkook.

Desde hace unos días, sus besos se sentían más intensos, pero esa noche las cosas se estaban tornando más intensas de lo normal, en especial para el castaño. La fricción de sus labios no se sentía suficiente, quería más, necesitaba más.

Jungkook podía sentir el dulce en los labios del castaño, quiso seguir un ritmo calmado, pero para su sorpresa sintió la lengua de Taehyung en su boca, sentía como tímidamente tocaba su paladar. Eso no era normal en su castaño, pero no objetó nada y solo continuó la danza de sus labios.

Pronto el beso se sintió húmedo, intranquilo pero excitante. Jungkook posó una de sus manos en la mejilla de Taehyung, comenzando a acariciar detrás de su oreja. Taehyung se sentía extraño, el beso que estaba compartiendo y el delicado toque detrás de su oreja, habían despertado sus instintos.

No pasó mucho tiempo para que la falta de aire apareciera, los jadeos tampoco se hicieron esperar, sin darse cuenta sus besos los habían estimulado y Taehyung se asustó, sintió que debería parar o estaría en problemas.

―Kookie espera. ―dijo alejándose. ―Si continuo, lo vas a sentir. ―agregó con las mejillas sonrojadas.

―Tranquilo mi Taetae, no me asustaré si lo siento. ―respondió, volviendo a unir sus labios.

El castaño solo respondió al beso, sintiendo el brazo de Jungkook, deslizarse desde sus hombros hasta su cintura.

Jungkook no podía parar, ya había cruzado la línea de control, y la necesidad de más contacto hizo que se pegará al cuerpo del castaño. Taehyung sentía la calidez de los labios contrarios, la forma en que sus lenguas se encontraba, haciendo que un extraño cosquilleo apareciera en la parte baja de su abdomen, y se separó por segunda vez.

―Kookie espera. ―dijo jadeante. ―Me siento extraño.

Jungkook miró con cuidado al castaño, se veía asustado, entonces se dio cuenta del ángel tan puro que tenía en frente, podía asegurar que ni siquiera se había tocado antes.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora