Capítulo 39

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Jungkook podía sentir las manos del castaño alborotando sus negros cabellos, o quizá era la forma en que Taehyung expresaba lo bien que se sentía el beso que estaban compartiendo. Después de ese arranque de valentía donde el castaño se lanzó hacia Jungkook, no habían podido separarse, ni siquiera por la falta de aire que no se sentía como una prioridad.

Taehyung sentía la desesperada forma en como el pelinegro tomaba sus labios, la forma en como profundizaba el beso mediante esas caricias en su rostro, era asfixiante. ―Kookie. ―dijo en medio del beso. ―Espera Kookie. ―Pero Jungkook no recepcionaba razones y siguió besando al castaño con necesidad, haciendo que el cuarto se llenara de jadeos.

¡Dios! era la gloria, de pronto el pelinegro sintió que había cruzado la delgada línea del beso hacia la intimidad, su dura erección escondida en los pantalones de ese pijama lo confirmaban, necesitaba parar o estaría en problemas.

―Lo siento amor. ―dijo contra los labios contrarios. ―Creo que me emocioné, deberíamos parar. ―agregó separándose del castaño.

Taehyung respiraba agitado. ―Eso fue por todos los besos de buenas noches que no me diste ¿cierto?

Jungkook miró al castaño y sonrió. ―Pero no escuché quete quejaras.

―Es cierto, es porque estaba de acuerdo Kookie. ―respondió acercándose al pelinegro con intenciones de que lo abrazara.

Jungkook extendió sus brazos invitando al castaño a acurrucarse, pero sin que este demasiado cerca como para sentir su erección, aunque, que el castaño estuviera en sus brazos tampoco ayudaba.

―Siento tu abrazo, pero igual estás algo lejos Kookie. ―dijo. ―¿Te puedes acercar un poco más Kookie? ―Jungkook negó con la cabeza. ―¿Por qué no?

Jungkook sintió que podía morir de la vergüenza, sus mejillas estaban calientes y no sabía como explicar que estaba excitado. ―Es mejor que no Tae. ―respondió.

Taehyung levantó la cabeza para encarar a Jungkook. ―Ya que no te acercas tú, yo me pegaré más ti. ―dijo mientras acercaba más su cuerpo al del pelinegro, cuando lo sintió.

―Mierda. ―exclamó el pelinegro cuando sintió al castaño palpar su erección.

Taehyung se ruborizó y se quedó estático en su sitio. ―Lo siento Kookie, pensé que era el único con problemas.

Jungkook parecía ahogarse en el calor que lo sofocaba a causa de la vergüenza, hasta que su cerebro reaccionó ante las palabras del castaño. ―¿Tú también? ―preguntó dudoso.

No solo era el pelinegro quien tenía un animado amiguito despierto y oculto en sus pantalones del pijama, porque Taehyung también estaba excitado y mas que animado por continuar con lo que habían comenzado, así que simplemente asintió ante la pregunta.

Jungkook se acercó cuidadoso donde el castaño y empezó a dar caricias a sus ondulados cabellos. ―Sí seguimos con esto no creo ser capaz de controlarme Tae. ―susurró al castaño.

Taehyung miró al pelinegro y llevando sus manos al rostro contrario comenzó a delinear las finas facciones faciales con sus largos dedos. ―Dejemos algo claro Kookie. ―susurró y acercándose al oído contrario dijo. ―Yo no estoy pidiendo que te controles Kookie.

Jungkook sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo al escuchar el consentimiento que no había esperado. ―Eres consciente de lo que estás diciendo ¿verdad? ―cuestionó el pelinegro, solo para asegurarse de que el castaño estuviera totalmente seguro y cuando el castaño asintió en un ágil movimiento lo dejó bajo su cuerpo.

Taehyung miró con nervios al pelinegro que tenía encima suyo, el tiempo que estuvieron separados no solo se extrañaron como persona, sino que también extrañaron ese intimar que recién habían empezado a compartir en ese entonces, y que era algo común en jóvenes de su edad.

LA LIBERTAD DEL ALMA - KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora